¡Jefe, pronto seremos tres! romance Capítulo 127

‒ ¿Alguien va a filmar el acontecimiento?

Pregunta mi padre, todos nos quedamos viendo a Owen, pero ya me dijo que él no quiere separarse de mi lado, no podría concentrase en lo que me pasara. Alguien más tendría que hacerse cargo de filmar y solo si la doctora lo permitiera.

‒ ¿Doctora, si vamos a poder filmar? ‒ Jeremy es quien hace la pregunta.

‒Tenemos que consultarlo con el presidente de la clínica, ya hemos tenido un evento parecido y lo aceptó, veamos qué podemos hacer, por el momento debemos preparar a Olivia para la revisión.

‒Desde luego doctora.

Hace que me suba a la báscula y me pesa, sesenta y cinco kilos, he subido diez kilos desde el segundo mes, me bajo, subo en la camilla y me levanto la blusa hasta debajo de los senos, bajo la cintura del pantalón, la doctora coloca el gel y empieza a deslizar el ecógrafo. Da un clip en el teclado y empiezan a sonar los corazones de los bebés. Todos nos encontramos con los ojos llorosos, es una sensación indescriptible, las otras veces nos ha pasado a Owen y a mí, ahora les toca a los demás miembros de la familia.

‒ ¿Si ven eso? ‒ les digo para que vean hacia la pantalla ‒ es un pie y se ven todos los dedos, y miren esa otra mano.

La doctora hace unas mediciones y va anotando en la pantalla, todos estamos pendientes de los movimientos que hace con el ecógrafo, vemos piernas, brazos, las caras de los tres bebés, pero no nos dice nada, toma fotos de los diferentes ángulos y las va imprimiendo.

‒Tenemos a un primer bebé de treinta y ocho centímetros de longitud con un peso de un kilogramo (1 Kg), el segundo de treinta y siete centímetros con un peso de uno punto cero cinco kilogramos (1.05 Kg) y el tercero de treinta y ocho centímetros y un peso de uno punto cero dos kilogramos (1.02 Kg), con el pasar de los días van a seguir creciendo a un ritmo sostenido.

Las tallas y los pesos son relativamente iguales, espero que lleguen a pesar un poco más para el siguiente mes. Como dice la doctora van a empezar a crecer más cada día.

‒ ¿Están listos para conocer el sexo de este bebé?

‒Sí.

Todos decimos al unísono. Ninguno apartamos la vista de la pantalla, ella pasa el aparato por mi lado izquierdo y no alcanzamos a distinguir nada, mueve hasta encontrar la posición adecuada.

‒Bueno, claramente veo que este bebé, es un niño.

‒ ¡Lo sabía! ‒ casi grita Jillie.

‒Uno de tres ‒ dice mi madre.

Ya llevan la delantera, yo estoy feliz y siento la mano de Owen dando un apretón a la mía, nuestras miradas se encuentran y claramente veo que me dice te amo, le respondo de igual manera que también lo amo.

La doctora hace unos movimientos y pasa al lado derecho, esta vez es más rápida y se detiene en un punto. Viendo fijamente a la pantalla, hace sus anotaciones y nos dice.

‒Este otro bebé es, niño.

Mi suegra aplaude y se seca las lágrimas de los ojos, mi suegro está abrazando a su esposa, la reconforta y se dan un beso, veo a mis padres y están en iguales condiciones. Jillie levanta los dos dedos pulgares.

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