¡Jefe, pronto seremos tres! romance Capítulo 38

La tarde llegó a su fin y con ello la partida temprana de Olivia, las chicas siempre apartaban cita para estas fechas, mamá les había enseñado que siempre en los eventos familiares se debía asistir lo mejor presentable posible, razón de más para que estuviera lista a la hora pactada con mi hermana, nos despedimos con un largo beso a puertas cerradas en el despacho, ya no habíamos podido contener después de tantas veces encontrarse nuestras ardientes miradas. Parecemos una pareja de pulpos adolescentes, hay toques por todos lados. Nos reímos de nuestras locuras, Olivia mira a todos lados como buscando una salida de escape. Advierto que mis manos están sudando.

‒ Esto lo tenemos que solucionar hoy mismo, no aguanto más.

La envuelvo en mis brazos, la sostengo porque a punto ha estado de caer. Como si se estuviera derritiendo en mis brazos. Soy el hombre más afortunado al tenerla así para mí. Como si pudiera moldearla a mi cuerpo y no querer soltarla jamás.

‒ Hoy.

Susurra y va recibiendo un beso por cada palabra que le digo.

‒ Sí, hoy. Ya. Eres. Mi. Novia. Ya. No. Quedan. Más. Pretextos. Para. No.

Desahogar. Este. Torrente. Que. Me. Está. Matando.

Termino de dar el último beso, recuesta su cara en mi hombro, suspira largamente, espiro en aroma de su cabello, fresco y limpio.

‒ Me haces sentir lo mismo, me muero por estar a solas contigo, tocarte por completo, que después me pueda acordar de lo que te hago y de lo que tú me haces a mí.

Se aprieta más a mi cuerpo y me gusta la corriente que trasmite, eso hace que mi palpitante miembro pegado a su abdomen sea fiel muestra de ello, me tenía como un volcán a punto de erupción.

Enfoquémonos de nuevo, Owen, tómalo con calma; que mucha falta me hace. Concentración por favor. Sonrió y eso ayudó a relajar un poco los hombros, está haciendo todo lo posible para que nos relajemos, no la quería soltar, que se quedará para siempre en mis brazos, solo un poco más.

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