La Chica Dhall © romance Capítulo 52

Epílogo

Pov Zuani

Un año...

Un maldito año desde que escuché las palabras más dolorosas para mi corazón.

Murió.

Cierro mis ojos, aspiro profundo la brisa fresca de la mañana y me abrazo a mi misma viendo el sol empezar a salir y con el solo un día más sin sentido alguno para mí.

Y aunque sea pesimista mi actitud interior, lo cierto es que por fuera engaño a todos como lo que siempre he sido.

Una mentirosa.

Les digo a todos que estoy bien, pero la verdad es que tengo ganas de gritar. Tengo ganas de soltar todo lo que no solté ese día, tengo ganas de...

Su recuerdo invade mi mente y presionó mis labios en una fina línea conteniendo las lágrimas a punto de derramarse por mis mejillas.

Tranquila, Zuani.

No te alteres, no es bueno para ti.

A mi lado se posiciona una persona mucho más alta que yo mientras que sus ojos verdes me escanean de pie a cabeza —¿Cómo estás? —sonrío irónica ante su pregunta y doy un largo suspiro.

—¿cómo estuvieses tú si mi abuela hubiese muerto en uno de los ataques a la manada?

Mete sus manos en los bolsillos del pantalón y junta sus cejas cuando el sol da directo con nosotros en el acantilado —Estuviese muerto en vida.

—Ahí tienes la respuesta.

—Te dije que lo dejaras salir, sé de por hecho que estás sufriendo, pero será más llevadero si hablas con alguien.

Giro para mirarlo —Eres consiente de que moriré pronto, ¿no? —hago una mueca de desinterés con mis brazos —no tiene caso contarle a alguien mis cosas.

—¿Crees que tu padre te dejará morir así por así?

Tomó el puente de mi nariz. Esta es la quinta vez que hablamos de lo mismo —¿por qué ninguno de los dos acepta la decisión que he tomado en cuanto a lo que quiero?

Sonríe —y tu piensas que será fácil para todos, —susurra por lo bajo y se cruza de brazos —¿no es así niña terca?

—No quiero que nadie sufra por lo que estoy yo sufriendo, no sería justo para los demás; también debo añadir que esta era mi misión y si terminó de esta manera también fue por mi culpa, no por la de segundos o terceros.

—¿Entonces piensas irte un día sin más y dejarnos a todos aquí impactados por tu muerte?

Muerdo mis labios —Precisamente para eso te llamé —su cara refleja confusión y decido explicar la situación —necesito estar lejos para cuando eso suceda, porque no quiero ver a los míos sufrir, por lo tanto...

—Necesitas dinero y una casa —me corta —Zuani, lo que diré no es para que se lo digas a todo el mundo —me observa de reojo —yo no te quiero como mi nieta, yo te quiero como si fueses una hija para mí, porque me recuerdas a mi yo del pasado. Ambiciosa, desinteresada, manejas a las personas a tu antojo; eso era yo también y sinceramente no te voy a dejar morir sola en una casa abandonada cuando tu vida me importa.

Asiento —Nunca he sido de pedirle algo a ustedes, pero está vez necesito eso, por favor.

Niega —Lo siento, pero mientras tu padre esté constantemente buscando a esa bruja yo no soy nadie para arruinar sus planes, además no estoy dispuesto a ver una nieta mía, que es como mi hija, morir.

Me quejo en voz alta y doy una vuelta entera —¿Qué es lo especial que hace esa bruja como para que él no deje de buscarla? ¿Acaso podrá traer a Len conmigo?

—Sí.

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