La Dama de los Sueños Dorados romance Capítulo 129

En el grupo de chat, la camaradería entre los integrantes solía ser de lo mejor. Si no estaban alardeando de sus últimos autos deportivos o mansiones recién adquiridas, estaban chismeando sobre los pequeños dramas del círculo social.

Pero si había algo que realmente disfrutaban, era hablar de Ariana.

Todos en el grupo estaban bastante alejados del núcleo de los poderosos. Después de todo, aquellos que estaban en la cima del poder raramente tenían tiempo para perder en chismes.

Muchos en el grupo no tenían preocupaciones económicas, pero su vida espiritual era extremadamente pobre.

Hablar mal de Ariana era simplemente una forma de hacerse sentir mejor.

Cualquiera que pisara el agua, podía sentir que su cuerpo es empujado hacia arriba. De la misma manera, en cualquier sistema social jerárquico, aquellos que carecían de confianza en sí mismos solían menospreciar a quienes consideraban inferiores para sentirse más importantes.

Y Ariana era vista como alguien inferior.

Después de que Verónica enviara su mensaje, pasaron unos diez minutos antes de que el grupo respondiera poco a poco.

"Mejor dejémoslo, mañana tengo cosas que hacer."

"Sí, creo que ninguno de nosotros irá."

"¿Qué pasa entre tú y Bruno? Creo que él es el prometido de Ariana, ¿no decías que Bruno era como un cuñado para ti?"

Al final, alguien no pudo contenerse y soltó la pregunta.

Después de todo, el video era demasiado claro como para negarlo.

La mano de Verónica que colgaba a su lado se cerró de golpe en un puño. Nunca antes alguien había dudado de su relación con Bruno.

¿Qué estaba pasando esa noche?

"Sí, siempre lo he considerado como un cuñado."

Al ver su respuesta, pensar en aquel video y las fotos claras, todos en el grupo sintieron una ola de malestar.

El chat se quedó en silencio nuevamente, y esa vez, nadie más habló con ella.

Las palmas de Verónica estaban sudorosas, aún sin entender qué estaba sucediendo.

Decidió contactar en privado a una de las personas con las que mejor se llevaba en el grupo para invitarla a tomar café al día siguiente.

Pero la respuesta fue rápida: "Busca a alguien más, yo estoy ocupada."

Verónica miró el mensaje en su teléfono, pensando que estaba viendo mal.

Ella había tenido miedo de ser pobre desde niña y solo después de ver cómo vivían los ricos comprendió cuán importante era el dinero.

Por eso, tanto con Aarón como con Bruno, siempre insinuaba sutilmente una idea.

Había sufrido en el pasado y no quería volver a pasar por eso.

Como hombre, una vez que el machismo se apoderaba de él, seguramente satisfaría todas sus demandas.

Aarón se había hecho cargo de su ropa, zapatos, bolsos y pulseras, mientras que Bruno le había comprado la casa donde vivía y los autos de lujo que conducía.

En cuanto a Ariana, solo podía decir que era una mujer tonta y despreciable, ya que después de tantos años en la familia Moore, ni siquiera tenía una villa decente.

Verónica siempre se había considerado astuta, pero esa noche había sufrido su primera derrota.

Llegó a la conclusión de que todo se debía a Oliver, una figura en la cima de la pirámide social.

Mientras Oliver sintiera la más mínima piedad por Ariana, Bruno no tendría más remedio que ser manipulado.

En sus ojos cruzó una sombra de envidia, pensando cuán maravilloso sería si Oliver estuviera de su lado.

Había escuchado que de vez en cuando él frecuentaba el Bar Sol y Mezcal, así que decidió que valdría la pena intentar su suerte y visitar el lugar más seguido.

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