La Dama de los Sueños Dorados romance Capítulo 178

Ella había pensado seguir adelante, pero la expresión de Oliver era tan fría que la hizo estremecer, y rápidamente se metió en su propia habitación.

"¿Ariana?"

Oliver golpeó la puerta y luego tocó el timbre varias veces.

Ariana, entre sueños, sentía que alguien llamaba su nombre.

El dolor en su estómago era como un fuego ardiente, despertándola lentamente. Escuchó el timbre y la voz de Oliver, pensando que era una alucinación.

Él debería haber vuelto a la mansión de los Borges en ese momento, ¿verdad? ¿La noche en casa de los Borges debía estar llena de vida, no?

Ariana frunció el ceño, sintiendo que su sangre se congelaba, sin saber si era por la bajada de temperatura o por el frío en su corazón.

"¡Ariana, abre la puerta!"

La voz del hombre se volvió un poco ansiosa, y Ariana finalmente confirmó que no era una alucinación.

Con esfuerzo, caminó hacia la puerta y la abrió.

Oliver la vio pálida, con los labios mordidos hasta sangrar, y frunció el ceño preguntándole: "¿Dolor de estómago?"

Ariana asintió, y las gotas de sudor rodaron cuando parpadeó.

Oliver la levantó en brazos y entró directamente al ascensor.

Ariana se recostó en su pecho, escuchando los latidos frenéticos de su corazón, y lentamente cerró los ojos.

El ascensor se detuvo en la planta baja, y Oliver la llevó con cuidado, colocándola en el asiento del copiloto, inclinándose para abrocharle el cinturón de seguridad.

Ariana, con dolor, inclinaba la cabeza hacia atrás y con una mano cubría su estómago, esperando que eso aliviara un poco el dolor.

Después de abrocharle el cinturón de seguridad, Oliver se dirigió al asiento del conductor y le preguntó: "¿Por qué te duele el estómago?"

Ariana, por supuesto, no quería decir que había sido por la bronca con Bruno. Pensando en lo que acababa de pasar, se sentía irritada y preocupada por si esas fotos se difundían.

"Olvidé comer."

"El salario que te doy, ¿vale la pena que te esfuerces tanto, directora?"

No era la primera vez que Oliver era sarcástico con ella. Ariana apretó los labios, sintiendo una opresión en el pecho y sus ojos se humedecieron, con la mano colgando a su lado, apretándose lentamente.

Oliver frunció el ceño, al ver que ya habían llegado al hospital, se detuvo para bajarla.

Ella levantó el pie para continuar, pero Oliver la recogió de un brazo y subió dos pisos con ella en brazos.

El corazón de Ariana latía fuerte, y finalmente, superada por el cansancio de su cuerpo, dejó de hablar.

Cuando el médico la examinó, Oliver se paró junto a la ventana.

Ariana no lo miró, hasta que la aguja del suero se clavó en el dorso de su mano y se encogió de dolor.

El médico se secó el sudor de la frente, sintiendo la presión de la mirada de Oliver.

"Señor Borges, después de terminar el suero debería estar mejor. La señorita Moore tiene una constitución débil, sería mejor que comiera regularmente y evitara los alimentos picantes y fuertes."

Oliver levantó la mirada y sus ojos se posaron en Ariana diciendo: "¿Escuchaste? Ariana."

De alguna manera, Ariana, con vergüenza, bajó la cabeza, sintiéndose como si estuviera siendo reprendida por el director del orfanato cuando era niña.

Ella apretó los dientes, y con voz apagada, dijo: "Lo sé."

"¿Lo sabes y todavía terminas en un hospital?"

Ariana de repente se quedó sin palabras, sintiendo que su corazón estaba oprimido por la irritación.

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