Inés llegó rapidísimo en su Maserati.
Ariana, intentando ocultar lo obvio, ajustó la bufanda alrededor de su cuello y se deslizó en el asiento del copiloto.
Al sentarse, sintió una rigidez en su espalda, algo no estaba bien y la temperatura que había bajado volvió a subir.
"Ariana, ¿te enteraste del escándalo que Ruth le armó a los Moore?"
Ariana se enderezó, tratando de sacudirse de la mente a Oliver.
"Sí, no contesté sus llamadas. ¿Qué pasó al final?"
Inés, con una satisfacción palpable, aceleró el Maserati mientras decía: "Tus padres fueron a disculparse, pero Ruth es terca y no deja pasar una, por lo que se puso a decir que le debías una a su hijo y que eras una coqueta, amenazó con disolver el compromiso y al final parece que Diego intervino."
"¿Diego?"
"Sí, Diego detuvo a Ruth, por lo tanto el compromiso sigue en pie."
Ariana apretó los labios. Diego acababa de ser despedido del Grupo de Inversión Borges y no quería romper el compromiso para no llamar la atención del patriarca.
Aunque Santiago había anunciado su retiro, en los Borges seguía teniendo la última palabra y Ariana no quería llamar su atención.
"Ariana, si Santiago se mete, me preocupa que quedes en una posición muy incómoda. Al viejo no le importa que los otros hombres de los Borges anden de fiesta, pero con Oliver, su hijo estrella, no se puede manchar el nombre. ¿Entiendes?"
Mientras lo de Oliver y ella no llegara a oídos del patriarca, todo estaría bien, pero si había otros sentimientos de por medio, sería su ruina, pues nadie en los Borges la apoyaría, ni siquiera Oliver.
Ariana lo entendía perfectamente, por eso siempre controlaba sus emociones.
Si se enamoraba de Oliver, no se levantaría nunca.
Se recostó en el asiento, cerrando los ojos para descansar un momento, pero de repente el auto se lanzó hacia adelante y el impacto sorprendió a ambas.
El frenazo dejó una huella negra en el asfalto.
La multitud alrededor se agitó y la parte trasera del Maserati quedó levemente abollada.
El vehículo que las había golpeado se detuvo y de él bajaron Aarón y Verónica, esta se veía visiblemente sacudida, agarrándose del brazo de Aarón por el susto.
Aarón la consolaba con un secretario a su lado.
Levantó la vista hacia Ariana y por un instante, un destello de desdén cruzó su mirada.
"Inés, conozco a Vero desde hace años y sé perfectamente cómo es ella. En cambio, tus asuntillos con tu hermanito Ángel, no creas que nadie los sabe."
El rostro de Inés se tensó por un instante y frunció el ceño, ¿cómo se había enterado?
Mientras tanto, al oír esas palabras, los ojos de Verónica se iluminaron maliciosamente por un breve momento.
¿Qué historias podría haber entre Inés y Ángel?
¿No se suponía que eran hermanos?
Ariana, preocupada porque Verónica pudiera estar tramando algo entre ellos, se apresuró a interrumpir la conversación.
"Por favor, dile a papá y mamá que estoy muy ocupada con el trabajo, no tengo tiempo por ahora."
"El abuelo dijo que quiere verte, no querrás que pase sus últimos años inquieto por tus asuntos, ¿verdad?"
El pecho de Ariana se apretó dolorosamente, quedándose inmóvil y sin saber cómo reaccionar.
Inés estaba tan enfadada que le hormigueaba el cuero cabelludo. Hacía dos años que el señor mayor de la familia Moore, Alfredo Moore padecía de demencia senil y aparte de las frecuentes visitas de Ariana al asilo para cuidarlo, los demás Moore apenas se preocupaban por él, por lo que en ese momento, utilizar a un anciano para amenazar a Ariana era realmente despreciable.
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