LA ESTRELLA DE MI VIDA romance Capítulo 11

Al principio Isabella no sabía exactamente por qué Cristina quería romper con ella, pero ahora por fin lo entendió todo.

«Todo el pueblo sabe qué clase de persona es mi madre.»

—¿No entiendes lo que estoy diciendo? Es simple. Ya no pagaré tu educación universitaria. Si quieres continuar tus estudios, entonces busca tu propia manera de ganar la matrícula y los gastos de manutención. No creas que no sé que tenías un trabajo a tiempo parcial cuando estudiabas en la escuela. ¿Qué pasa con el dinero que ganaste entonces? ¿A dónde fue? —preguntó la madre de Isabella con enfado.

Isabella guardó silencio.

La madre de Isabella continuó:

—¡Debes haberle dado tu dinero a ese pobre chico, Emanuel! ¡Toma una lección de Cristina y pon tus estándares para los hombres más altos! Como no tienes una buena educación de nivel más alto, no tienes habilidades para ganar mucho dinero, tampoco tienes un buen futuro, ¡puedes ir a por un pez gordo! Pero, ¿y tú? ¿Para qué sirve tener una cara bonita? No haces nada.

Isabella se quedó sin palabras. No estaba de acuerdo con su madre, así que era inútil decir más.

El padre de Isabella estaba al lado escuchando, pero no podía intervenir.

Isabella guardó silencio por un momento, y sus ojos, aunque llenos de pena y rabia, permanecieron firmes.

—No voy a ser como Cristina, que busca exclusivamente hombres ricos, tampoco si se trata de un hombre resentido con los pobres pero adulado a los ricos como Emanuel. ¿Y qué pasa si tengo poca educación? Que no sea capaz ahora, no significa que no lo sea más adelante. Me ganaré mi propio dinero, al menos así tendré más tranquilidad a la hora de usarlo que si me lo regala otra persona.

—¡Isabella, te apoyo! Mi hija lo va a conseguir en el futuro —El padre de Isabella le dio inmediatamente un pulgar hacia arriba.

«En esta familia, papá es el único que comparte mi ambición.»

La madre de Isabella terminó y fue a la farmacia de abajo.

Isabella empezó a recoger la mesa con la cabeza baja cuando vio que su padre también había terminado de comer.

El padre de Isabella, al ver que Isabella era infeliz en casa, pensó un momento y dijo:

—Isabella, ¿por qué no te vas a trabajar a la ciudad de tu hermano este verano? Con tu hermano cerca, al menos me sentiré más tranquilo.

—Papá, ¿realmente soy tan mala como dice mamá? —Isabella preguntó con tristeza— ¿Por qué mamá siempre tiene tanto en contra mía?