«¿Que es lo que me hace falta?»
Su mente reproducía eso una y otra vez, se preguntaba el porqué no podía ser suficiente para un alfa, ¿Era tan insoportable?
—Tal vez solo... No nací para tener un alfa —Su voz salió en un susurro, se miraba a través del espejo de aquella habitación; la cuál se le había sido dada después de llegar a ese lugar.
Extrañaba a Liz, su mejor amiga, solo a ella.
Su madre no era la persona que más deseaba ver en aquel momento dado que por ella no defenderla la leyes su cachorra estaba en aquel lugar. Tampoco deseaba ver a su padre, tampoco a Eda, tampoco a Zeus, tampoco a Hades.
Suspiró. Habían pasado exactamente dos días en los que no sabía de aquella habitación, más que humillada se sentía ignorada e insuficiente.
Ya podía entender a los betas.
—Ónix —Un toque en la puerta y un llamado la hizo sobresaltar, pero no evitó que se levantara inmediatamente.
—¿Qué sucede? —Preguntó abriendo la puerta y viendo a Sky de pie y con sus sorprendentes alas al aire.
—Iremos a dar una vuelta por el bosque, ¿Quieres venir? —Ella negó. —Vamos, no seas aburrida, ¡Eres libre! No hay un alfa tras tu culo.
Un ligero sonrojo tintó sus mejillas. Ya quisiera ella que ese alfa estuviera tras su culo.
—Es enserio no tengo ánimos para eso, quiero solo... —El sonido de una puerta abriéndose cerca de ellos hizo que guardaran silencio.
Los ojos de Percy y Ónix chocaron, ella desviaba la mirada, pero él la buscaba, como si se tratara de su vida, como si se tratara de una última esperanza.
—Hola Sky.
—¿Qué hay de nuevo Percy?
Los pasos de los dos jóvenes se movieron con evidente prisa. Sky le había dicho a ella que Rea los esperaba por algún punto del bosque, a lo que ella simplemente asintió.
Ónix aun se encontraba con dudas con referencia a ese lugar, no estaba del todo confiada dado que ellos habían irrumpido de una mala forma a la manada en la que seria luna, tal vez querían probar su poder, tal vez... solo tal vez ellos querían demostrar que no era débiles solo por el simple hecho de estar fuera de un grupo.
Sus ojos abrazaron la oscuridad del bosque, sintió varias presencias en el lugar, pero las ignoro.
—Aparte de Rea, ¿Quién mas vendrá? —Sky supo en ese momento que la omega se había dado cuenta, por lo que la miro con ojos penosos.
—Lo siento, pero debes pelear.
—¿A que te refieres? —Ónix sintió como su cuerpo fue fuertemente lanzado al aire, al caer se retorció del dolor, sus ojos se cerraron tratando de contener el dolor y las lagrimas que amenazaban con salir.
—Es hora de que sepas como serás una alfa.
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