La niñera y el papá alfa romance Capítulo 106

Edrick

No pude dormir en toda la noche después de todo lo que pasó, lo que se suponía que iba a ser un típico banquete familiar, una oportunidad para que todos nos relajáramos y disfrutáramos de una fiesta, acabó convirtiéndose en una noche infernal.

Pero al mismo tiempo, el sabor de los labios de Moana en los míos destacaba por encima de todo lo demás, si hacía lo que mi padre quería que hiciera y enviaba a Moana lejos, nunca podría volver a saborear esos labios, pero no.

No podría volver a saborear sus labios, no estaba bien; no podíamos estar juntos, tal vez, si no podía dejar de tener esos pensamientos, habría sido mejor seguir las órdenes de mi padre y acabar de una vez.

Además, ya me había prometido a mí mismo que nunca me casaría ni me pondría en una situación tan vulnerable con otra persona, sólo causaría dolor a Moana cuando por fin se diera cuenta de que nunca estaría con ella de esa manera, ¿pero causaría menos dolor alejarla?, realmente no estaba seguro.

A la mañana siguiente, me levanté de la cama después de una noche en vela y me dirigí al comedor para desayunar, cuando llegué, Moana y Ella ya estaban allí, Moana parecía tan cansada como yo; ¿habrá dormido algo?

-Buenos días, papá-, dijo Ella, un poco melancólica, mientras pinchaba los huevos revueltos con el tenedor.

-Buenos días, princesa-, respondí mientras la besaba en la coronilla, me detuve entonces para mirar a Moana, que sólo miraba su plato.

-Buenos días, Moana-.

-Buenos días-, la voz de Moana sonaba ronca, sin duda no había dormido mucho, a juzgar por eso y por las ojeras.

Ahogué un suspiro y me senté en la silla, los tres comimos bastante tranquilos; incluso Ella, que normalmente era parlanchina en el desayuno, apenas dijo una palabra, tendría que hablar con ella más tarde, debí de asustarla cuando la cogí de repente en el banquete y me la llevé, y lo último que quería era asustar a mi niña.

Sin embargo, mientras comía, el recuerdo de mi beso con Moana en la fuente seguía flotando en mi mente, por mucho que intentara apartarlo, era como si estuviera grabado a fuego en mi memoria, como si la sensación de sus labios sobre los míos aún perdurara, no podía evitar mirar de vez en cuando a Moana; una o dos veces, estaba seguro de que casi la había pillado mirándome a mí también, pero apartó la mirada demasiado deprisa para que me diera cuenta.

Cuando terminamos, Moana se levantó rápidamente y recogió la mesa con Selina a pesar de la insistencia del ama de llaves en que Moana se sentara a descansar, suspiré y me levanté para ir a mi estudio, pero en cuanto empecé a alejarme, sentí que mi teléfono zumbaba en mi bolsillo.

Me quedé helado, ¿era mi padre, que me llamaba para decirme que echara a Moana? o ¿era mi madre, regañándome por pelearme con Ethan?, pero no fue ninguno de ellos, era Kelly.

Fruncí el ceño mientras miraba el teléfono, siguió sonando; por un momento me planteé ignorarlo, pero conocía a Kelly lo suficiente como para saber que probablemente seguiría llamando hasta que por fin contestara, así que pensé que era más fácil contestar ahora; así que, con una última mirada por encima del hombro, entré en mi despacho y contesté al teléfono.

-¿Hola?- dije, cerrando la puerta en silencio detrás de mí.

-Edrick-, dijo Kelly, sonando extrañamente animada, tanto que pude oír la sonrisa en su voz, -¿puedo hablar contigo?, es sobre anoche-.

Fruncí el ceño, seguramente solo estaba fingiendo amabilidad para intentar convencerme de que volviera a tener una falsa relación con ella, pero decidí seguirle la corriente.

-Claro, supongo-, respondí. -¿De qué se trata?-.

-Tendré que preguntarle a Moana a ver qué opina-, respondí finalmente, paseándome un poco por el estudio.

-En última instancia, depende de ella. Seguro que lo entiendes, pero voy a estar ocupado en el trabajo durante su próxima cita prenatal, así que sería de gran ayuda-.

-Bueno, habla con ella-, dijo Kelly, una vez más, pude oír su sonrisa a través del teléfono, y su voz era suave y dulce.

-Dile que lo siento mucho, incluso puedes darle mi número si quiere hablar primero-.

No pude evitar sonreír un poco.

-Gracias, Kelly-, dije. -Te lo haré saber-.

Cuando colgué, dejé escapar un suspiro de Alivio, al menos, si Kelly intentaba de verdad ser más amable, era una persona menos que trabajaba activamente en contra de mi acuerdo con Moana, quizá las cosas no salieran tan mal después de todo.

Pero cuando salí de mi estudio y vi la expresión de Moana, supe que me había oído.

-¿Era Kelly?-, preguntó.

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