La niñera y el papá alfa romance Capítulo 105

Moana

-Bueno, entonces-, dijo Michael, entrando en la habitación con confianza y pasando a mi lado como si yo ni siquiera estuviera allí, -tal vez es hora de que pienses en lo que dije antes-.

La sala se quedó en silencio, Verona se mantuvo firme entre Ethan y Edrick, pero estaba claro que la furia de Edrick ya no se dirigía hacia su hermano.

Mientras estaba allí de pie, mirándolos a todos y sintiendo la mirada vengativa de Kelly clavándose en un lado de mi cabeza, no pude evitar preguntarme si Ethan, Kelly y Michael estaban trabajando juntos de alguna manera.

Podía ver a Kelly y Michael trabajando juntos, ¿pero Ethan?, no había hecho nada desde que lo conocí que me hiciera pensar que no era más que un buen amigo, aparte de sus recientes intentos de convertirse en algo más que eso, pero, ¿era eso por sí solo razón suficiente para pensar que estaba confabulado con Kelly y Michael para alejarme de Edrick?.

No quería creerlo, pero al pensar en su aspecto antes de verme, en la sonrisa oscura de su cara y en la mirada astuta de sus ojos, me pregunté si debería haber hecho caso a Edrick cuando me dijo que su hermano no tramaba nada bueno.

Pero lo más importante era que Michael quería que me fuera, y estaba segura de que esta noche se saldría con la suya.

Al menos, creía estar segura, pero esa certeza se desvaneció cuando Edrick giró de repente sobre sus talones y caminó hacia mí.

-Vámonos-, dijo, cogiéndome del brazo y lanzando una última mirada furiosa entre Kelly, Ethan y Michael. -Nos vamos-.

-Cariño-, gritó Verona, pero era demasiado tarde, Edrick ya me estaba llevando, y me fui de buena gana, unas lágrimas calientes empezaban a punzarme en el fondo de los ojos, y mientras me llevaba por el pasillo y bajaba las escaleras que conducían a la sala de banquetes, agradecí su fuerza para alejarse de su padre, no podía dejar que ninguno de ellos viera mis lágrimas; especialmente Kelly y Michael.

-¿Qué te dijo?-, pregunté una vez que estuvimos fuera del alcance del oído.

-Antes me sacó a bailar y me dijo que-.

-Lo discutiremos en otro momento-, dijo Edrick, su voz era fría y grave, muy diferente de la forma en que me habló antes en el jardín.

-Sólo quiero llevar a mi hija a casa-.

Decidí no preguntar más, cuando llegamos a la sala de banquetes, Edrick localizó a Ella y la levantó de su asiento sin decir palabra.

-Nos vamos, Princesa-, dijo.

Ella frunció el ceño mientras Edrick se la llevaba y me miró confusa por encima del hombro.

-¿Pero por qué, papá?-, preguntó. -Me estaba divirtiendo-.

Edrick no contest, parecía incapaz de dar una respuesta, así que intervine yo.

-Lo siento, amor, pero no me encuentro bien-, mentí. -Espero que no estés muy molesta conmigo-.

-¿Puedo dormir contigo esta noche?, tengo miedo-.

-Oh, cariño,-

Le pasé un mechón de pelo suelto por detrás de la oreja y suspiré, estrechándola en un abrazo. Había que admitir que la idea de tener a Ella en mis brazos esa noche me reconfortaba un poco, quizá era algo que ambos necesitábamos después de lo ocurrido.

-No tienes nada que temer, pero sí, puedes dormir conmigo esta noche-.

Ella moqueó y esbozó una débil sonrisa cuando nos separamos, la tome de la mano y la llevé a mi habitación, donde terminé de peinarla y prepararla para ir a la cama, luego mientras ella se tumbaba en la cama con su patito de peluche, vio cómo yo me peinaba, me desmaquillaba y me quitaba el vestido, cuando terminé, me metí en la cama con ella y la abracé mientras le leía un cuento.

Por suerte, se durmió antes de que acabara el cuento, no pude evitar sonreírme mientras apagaba la luz y me acostaba, pero aun así no pude dormir.

Había demasiadas cosas dándome vueltas en la cabeza. Pensé en el diente que Sophia me había dado, el único vínculo tangible con mi linaje de hombre lobo, sabía que Mina quería desesperadamente que se lo dijera a Edrick, pero no creía estar preparada todavía, ¿sería prudente después de esta noche decírselo finalmente y ver su reacción?.

No podía evitar preguntarme si eso resolvería algunos de nuestros problemas, pero seguiría sin resolver el evidente problema de la gran brecha que existia en nuestros estatus sociales.

Michael y Kelly me odiaban claramente y Ethan posiblemente también trabajaba con ellos; si me odiaban tanto, mi condición de hombre lobo no cambiaría su opinión sobre mí, para ellos, no sería más que un humilde sirviente y no sólo eso, sino que sería un fenómeno de la naturaleza porque mi lobo no surgiría hasta los veinte años, debido a esto, Mina posiblemente nunca emergería completamente, y yo seguiría siempre presente como un humano.

Pero, incluso entonces, tal vez realmente era hora de mostrar a Edrick la verdad, tal vez haría las cosas más fáciles para todos nosotros que toda la verdad saliera a la luz.

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