Jacob iba a decirle algo justo lo que pensó anoche cuando fue por ella, pero al verla, recordó la puerta semi abierta:
—Dejaste la puerta abierta, y no, no estaba borracho, sólo iba por un té para dormir, pero al parecer tú estabas preocupada porque fuera a beber, así que decidí traerte.
Las mejillas de Sasha se ponían rojas mientras lo escuchaba y tenía ganas de darle un buen golpe, pero sólo lo pellizcó:
—No inventes cosas, Sólo di que no querías dormir sólo... y no es correcto.
—¿Pero sí lo es cuando estaba borracho?
Sasha se quedó sin palabras para refutar a Jacob:
—Me voy, no te quites el collarín —se dispuso a marcharse.
Las primeras dos palabras de Sasha inundaron el corazón de Jacob en desesperación:
—No te vayas.
—Jacob, tengo que ducharme y cambiarme de ropa, hacer el desayuno para ambos....
«Está raro está mañana.... quizá tenga fiebre por abstinencia de alcohol»
Pensó Sasha, ya que no encontraba otra conclusión al verlo actuar así sobrio. Jacob la vio salir de la habitación y llamó a Joel.
—Jacob, es muy temprano.... además cerramos por día festivo.
—No te llamo por trabajo...
Joel se terminó de despertar, ya que era raro que Jacob le hablara por asuntos personales:
—¿Qué sucede?
—No lo sé, Joel, creo que le haré daño a Sasha.
—¿Más daño?... ¿Qué hiciste Jacob?
—No le hice nada.... anoche la saqué de su cama y la traje a la mía... no lo sé, Joel, creo que sólo la siento como...
—No lo digas en voz alta... si Sasha te escucha decir que es el reemplazo de Sam, se sentiría herida... en cuanto a lo otro bueno, llevan un mes durmiendo en la misma cama.
—¿Cómo sabes eso?
—Es secreto... según sé, no le has hecho nada borracho o ¿sí?
Jacob se quedó en silencio un segundo al recordar la primera vez que despertó con Sasha en sus brazos.
—No que recuerde.... Joel ¿y si ella... se enamora?
—Si eso sucede, sólo hay dos posibilidades que le corresponda o que le rompas el corazón si te enamoras de alguien más.
—No creo que pueda amar a alguien más.
—No lo puedes saber si no te das la oportunidad... te diré algo, Sam miró que Sasha, aunque no lo diga o aparente, su corazón fue roto, pero se afronta a la vida y cuida o intenta cuidar de ti, y Sam también sabía que tú mi hermano te quedarías con el corazón roto, a diferencia de Sasha, tú lo dejaste ver con todo lo que bebes.
—Creo que Sasha ni siquiera ha llorado a su hermana como debe de ser, creo que siempre la veo como una niña frágil que se podría romper en cualquier momento.
—Debe de ser, porque tanto Sam como Sasha tienen el mismo tipo de sangre que la vez así, pero Sasha sólo se ve frágil, ya te lo hemos dicho, deja de verla como un general protector y mírala como un hombre normal, porque podría alguien más robarse su corazón y alejaría de ti.
Jacob se quedó en silencio más de lo normal, por lo que Joel creyó que le había colgado, revisó el celular, aún estaba en línea la llamada:
—¿Jacob me escuchaste?... si no te gusta la idea de que se aleje, intenta dejarla entrar en tu corazón, no te pedimos que olvides a Sam, sólo déjate cuidar por Sasha, ya que así lo deseaba Sam, y si no, es mejor que la dejes ir y no llevarla en la madrugada a tu cama para que puedas conciliar el sueño.
Joel terminó la llamada y se quedó pensando en las palabras de Joel, no quería dejar ir a Sasha, pero tampoco sabía si podría amarla o tenerle un cariño más que el de una hermana o una amiga, pero también sentía que Sasha era lo único que le dejé para recordarme y también era a quien dejé para que pudiera sanar su corazón, lo que Jacob no sabía es que mi intención era que fueran una pareja que debía estar junta, ya que él no podía ver más allá porque también sentía que me sería infiel, lo peor es que cuando se dé cuenta de que había desperdiciado tiempo de estar con Sasha.
Sasha entró en la habitación y miraba a Jacob muy distraído dándole vueltas a algo que le robaba toda su atención.
—Todo en esta vida tiene solución, encontrarás sin respuesta cuando menos lo esperes.
La voz de Sasha lo trajo de sus pensamientos, los cuales sólo estaban más enredados.
—Sasha, dime la verdad, ¿te hice algo cuando estaba ebrio?
—No, nada que no pudiera resolver.
—¿Y aquellas marcas? no me ocultes las cosas.
—Eso... bueno me confundiste con Sam —dijo Sasha apartando la mirada—, pero te hice entrar en razón con el cachetadas y un grito, te lo dije nada que no pudiera resolver.
—Y todas las demás veces, hice lo mismo.
—No, sólo fue esa vez.
Jacob miró a Sasha y esta lo miró, sonrió mientras se acercaba a la cama con la charola con el desayuno.
—Debiste regresar a tu habitación, no importa la situación, tu reputación está en juego.
Sasha no pudo evitar reír por lo anticuado que se escuchaba Jacob:
—Vamos hombre, ni que fueras a robarme mi virginidad.... porque si pones en perspectiva, eres un viudo viviendo con una mujer soltera, así durmamos en habitaciones separadas, la gente no creerá eso, por más que expliquemos, hay muchas mentes torcidas y no podemos cambiarlas, a mí no me importa.
—¿Sasha qué sientes por mí?
—¿Qué siento? —Sasha respondió pero se hizo la misma pregunta—, empatía, simpatía, cariño.
—¿Qué clase de cariño?
—¿Sasha, no me tienes confianza?
—Claro que te tengo confianza.
—Entonces deja de esquivar mi mirada de ahora en adelante, o perderé los estribos y te obligaré a mirarme justo como ahora.
—Está bien, está bien, no olvidaré mirarte directo.
Jacob tenía un auto control extraordinario, no se dejaba dominar por los impulsos de su cuerpo, en cambio Sasha tenía vuelto loco el corazón que latía a mil por hora. Jacob soltó sus mejillas y Sasha mantuvo la mirada.
—Buena niña.... —dijo Jacob mientras que le acariciaba la cabeza y luego miró hacia afuera—, parece que habrá viento y polvo.
—Sí, es normal en este día... ¿vas a trabajar desde el estudio?
—No, estos días son libres de trabajo... ¿tienes algo planeado para pasar el día?
—Mirar algunas pelis o quizá una serie.
—Una serie sería mejor.
—Ok, ven, ayúdame a preparar a palomitas.
—Solo es meterlas al micro —dijo Jacob burlándose de Sasha aunque su tono era serio—. Pf no haré de esas, además que se quedan demasiadas sin hacer.
Se llevó a Jacob jalándolo de brazo, en la cocina Sasha sacó todo lo que necesitaba, pero no alcanzaba el maíz Palomero que estaba demasiado alto, así que Jacob lo bajó para ella, cualquiera que los viera diría que eran una pareja armoniosa. Sasha hizo demasiadas palomitas para el gusto de Jacob, pasaron todo en día mirando una serie corta, la pasaron para hacer la comida y siguieron mirándola hasta que terminó al atardecer.
—Estuvo buena —dijo Sasha estirándose, miró hacia afuera dándose cuenta que ya estaba casi oscuro. Jacob la miró que estaba mirando hacia afuera.
—¿Qué piensas?
—Que a esta hora, estaría corriendo con José para tener un lugar muy bueno para poder mirar el pasar el recorrido del pésame a la Virgen.
—Podemos ir si quieres, aún es hora, quizá la alcancemos cerca de la catedral.
Sasha negó con la cabeza:
—No, ellas saben que haría algo así... qué tal y mejor pides comida.
—Bien ¿comida china?
Sasha entre cerró los ojos.
—¿Comida china es lo primero que piensas?
—Es la mas común para pedir... mmm pero mejor salimos a comer algo, conozco un lugar seguro —dijo Jacob con tanta seguridad que parecía una orden y Sasha empezó a preguntarse si más que por ser el presidente de una empresa, él ya daba órdenes y no pedía opinión.
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