(Es soldado rango capitán)
Sasha sonrió y asintió feliz con la cabeza. Jacob miró como le brillaban los ojos y no era para menos, ya que llevaba mucho sin salir de casa, ir con Jacob a la oficina no era diferente a estar en casa. Jacob se puso de pie y tomó el teléfono.
—Ve por un suéter o una chamarra.
—¿Eh?... no creo estar vestida para un restaurante.
—No es uno elegante, date prisa o no salimos.
Al escucharlo, Sasha se puso de pie de inmediato y fue a buscar una sudadera. Jacob marcó a Sánchez y le pidió que preparara el Audi, tomó su chaqueta ligera, esperó a Sasha quien bajó corriendo las escaleras hasta llegar cerca de Jacob, este abrió la puerta y esperó a que Sasha saliera. Sánchez en cuanto vio salir Sasha, abrió la puerta trasera del auto.
—Buenas noches señorita, señor.
—Buenas noches Sánchez —le respondió Sasha. Jacob sólo asintió.
Ambos entraron y al entrar Sánchez le preguntó:
—¿A dónde señor?
—A las siete colinas.
Sánchez condujo al lugar indicado. Sasha que había visto el color del auto tenía una curiosidad:
—¿Todos tus autos son gris y negro?
—Sí, sólo Sam tenía un llamativo BMW rojo —a Jacob se le dibujó una sonrisa sombría al recordar lo que le había hecho a ese auto, a Sasha le recorrió un escalofrío por la columna vertebral al verlo sonreír así.
—¿Qué le sucedió al auto?
—Se lo robaron y desmantelaron.
Sasha frunció las cejas:
—¿Tú lo hiciste?
—Claro que no, pagué para que lo destrozaron.
—¡Qué cruel!
—Los autos no sienten, Sasha.
—¿No te gustan los autos de color que no sean gris o negro?
—No me desagradan.
—¿Entonces?
—Solo me desagradaba ese auto.
Dijo muy casual Jacob, lo cual sorprendió a Sasha, ya que no entendía cómo podía desagradarte un auto.
Sasha se quedó callada y más al ver el espectáculo de agua de una fuente, no había estado en esta parte de la ciudad, así que se grabó los detalles de los edificios, que más bien parecía una zona hotelera, el resto del viaje fue en silencio, ya que Sasha miraba por la ventana dándose cuenta que iban a la orilla de la ciudad, donde los restaurantes no eran de lujo pero eran buenos, el auto se detuvo frente a un pequeño restaurante, con el nombre “Siete Colinas” aunque el restaurante tenía cúpulas como decoración.
Jacob bajó y abrió la puerta de Sasha y esta bajó, al ir entrando Sasha sintió que estaban vestidos demasiado casual, pero al irse acercando a la entrada, se quedó más tranquila al ver que no todos vestían formal.
Al estar adentro, Jacob guió a Sasha hasta una mesa, y en cuanto se sentó escuchó a alguien que se acercaba.
—¿Capitán qué milagro?
Sasha volteó y vio a un hombre de la misma edad que Jacob, cabello castaño oscuro y le palmeó el hombro.
—Es porque eres muy ruidoso —le dijo Jacob.
—Es que se emociona cuando te mira —dijo una mujer pelinegra tes caribeña, no era otra que Natalia quien le dio un beso en la mejilla a Jacob—, nos tienes abandonados capitán, además que estaba preocupado por ti.
Natalia notó a Sasha y aventó a un lado a Jacob:
—¡Mira, qué pequeña criatura tenemos aquí!
Jacob tomó de la cintura a Natalia y la alejó de Sasha quien sólo los miraba y notaba que las tres personas tenían una postura recta, aunque tenían personalidades completamente diferentes a Jacob, se podía sentir un aura de dominio.
—¡Vamos! Capitán déjame conocerla.
—Llama a los demás capitana Natalia.
—Sí señor —dijo sin ganas y haciendo una voz chillona y se marchó, mientras que Josué se sentó dejando un espacio entre Sasha y él. Jacob se sentó a un lado de Sasha, no tardaron en llegar los demás en total, había siete personas en la mesa incluida Sasha.
—Sasha, te presento a los capitanes: Josué, Natalia, Viridiana, Gabriel y Alejandra, capitanes, les presento a Sasha, la hermana pérdida de Sam y Orlando...
—Y prima de Joel —interrumpió Viridiana quien era de tes blanca, cabello rubio natural ondulado era como la contraparte de Natalia, y se le notaba el interés por Joel.
—Mucho gusto de conocerlos.
—¿Y desde cuándo salen? —preguntó Natalia.
—Es demasiado pronto —el tono en que lo dijo Alejandra fue enojado y a la vez despectivo. Alejandra tenía el cabello pelirrojo y su tes era morena por bronceado de sol.
—Capitána menor su comentario no viene al caso —le respondió Natalia.
—¡También el suyo!
Parecía que una pelea iba a empezar entre Natalia y Alejandra:
—Cálmense chicas, le están dando una mala impresión a la futura capitana.
Sasha se puso colorada con el comentario de Viridiana. Jacob frunció el ceño:
—Si van a decir tonterías, regresen a su trabajo y ya que van a regresar a trabajar, levanten nuestra orden.
—Nos comportaremos capitán —dijo Natalia—, yo iré por el pedido, ¿que va a ser?
Sasha miró la carta del menú que estaba variada y no sabía qué ordenar, al final dijo:
—Una orden de tacos al pastor.
—Yo quiero una hamburguesa con papás —dijo Jacob.
—Mi vida para mí sólo un refresco y supongo que lo mismo para los demás —dijo Josué y le tiró un beso a Natalia y esta se lo devolvió.
—Ok y también refresco para el capitán y la cabo —le guiñó un ojo a Sasha—, ya vuelvo.
Se puso de pie y le hizo señas a Alejandra con los dedos llevándoselos a los ojos y señalándola, diciendo “te estaré observando”.
—Entonces vives con la familia Martínez —aseguró Josué al tratar de entablar conversación.
—No, vive conmigo —dijo Jacob y Alejandra golpeó la mesa.
—Capitana menor, le habla Natalia en la cocina —ordenó Jacob y Alejandra se puso de pie de inmediato y se marchó.
—No le prestes atención, Gabriel no la sabe reprender.
Jacob estaba recostado en la cama sin poder dormir aún ni con el medicamento para ayudarle a dormir, se puso de pie y de nuevo fue a la habitación de Sasha, al entrar miró que sólo estaba el celular, pero escuchó ruido en el baño, por lo que se quedó tranquilo y se sentó en la cama a esperar a que saliera Sasha. Al salir Sasha, Jacob le dio un susto de muerte cuando lo miró sentado en la cama con la pijama puesta. Sasha había retrocedido del susto.
—¡Santo Dios! Jacob me diste tremendo susto.
—No tanto como el de esta mañana, ya que no gritaste —dijo en tono serio, pero Sasha miró que se estaba burlando de ella.
Sasha dio un suspiro.
«Un día me va a matar de un susto»
Pensó Sasha y luego recordó que cuando estaba borracho decía que la cama se sentía vacía al dormir sólo:
—¿No puedes dormir?
—No.
—¿Quieres hablar sobre eso?
Jacob no dijo nada y Sasha dio otro suspiro porque adivinar no era su fuerte con Jacob.
—Si no quieres hablar, ¿necesitas otra inyección?
—No, esa toca hasta mañana —a Jacob le costaba trabajo decir lo que quería, ya que jamás había tenido que hacerlo, ni cuando era niño buscó a alguien para que le ayudará a conciliar el sueño.
—Entonces ¿quieres pedirme algo?
Jacob asintió levemente y Sasha se sentó a su lado.
—¿Quieres que durmamos juntos?
Jacob no admitió lo que quería, pero Sasha sabía que era eso.
—Ya veo, no me dirás, pero creo que si hubiera estado durmiendo, me abrías llevado contigo de nuevo aún, y si eso te lastimaré —le tocó el hombro—, en menos de cinco minutos voy.
Jacob miró a Sasha y esta le sonrió, por los que Jacob se dispuso a irse, en cuanto salió, la sonrisa de Sasha se desvaneció, ya que había estado fingiendo seguridad para no hacer sentir mal a Jacob.
—Sam, no soy tan buena persona... tengo miedo... no debería pero así es... pero iré... ¡Sasha tu puedes! no eres cobarde, además ya dormimos juntos y sólo es dormir, piensa que es como José... pero cuando haga calor ¿cómo le haré?... quizá para entonces ya duerma sola.
Se dio ánimos sola y salió de la habitación. Jacob la esperaba recostado boca arriba, sin decir nada. Sasha se costó en la orilla de la cama, pero Jacob se dio vuelta y la atrajo hacia él. El corazón de Sasha latía a mil por hora y ella aseguraba que Jacob podía sentir su latido en la mano que tenía sobre su estómago o quizá en su pecho que estaba pegado a su espalda, así estuvieron. Sasha no podía dormir y Jacob se estaba quedando dormido cuando Sasha se movió.
—¿No puedes dormir?
—Lo siento, si te desperté, estoy nerviosa —se sinceró Sasha.
—No te haré nada, te lo prometo, y aunque quisiera un movimiento mal, mi cuello dolerá mucho.
—Confío en tu palabra, soldado.
—¡¿Cómo?! —Jacob abrió los ojos con sorpresa.
—Eras soldado, rango capitán de tropa, supongo, tu porte lo dice, bueno aparte de que te llamaron capitán —realmente sólo eso la hizo llegar a tal conclusión.
—Me atrapaste y ¿que más descubriste? —aunque Jacob había sido solado, no sólo fue capitán, llegó a general siendo bastante joven, pero aún no se lo diría a Sasha, aparte que le gustaba que Sasha descubriera por sí sola con tan sólo pistas muy obvias.
—Que eres la séptima colina, si séptima fuera el rango más alto, pero si fueran enumeración de como ascendieron, seguro que fuiste el primero.
—Listilla ¿y cómo llegaste a tales conclusiones?
—Porque ustedes son siete, y creo que no usaron siete capitanes por algo o porque no se escucha muy bien, y dudo que sean fanáticos del libro de las siete colinas.
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