La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 24

—Di que necesita un cambio de guardarropa.

—Yo digo que mi hermanita quiere un cambio de guardarropa con todo tipo de prendas incluso lencería de noche... agh..

Se quejó cuando Jacob le dio tremendo codazo en el costado que hizo que se doblara, todos se rieron del sufrimiento de Orlando.

—¿Qué piensas de eso? Nunca es poca ropa.

—Sí, está bien —dijo Sasha que ahora que lo pensaba no tenía mucha ropa, así que sintió que pedir ese premio sería ideal.

—Ok, déjame lo todo a mí, ahora si familia hay que quitarnos la harina —mamá apagó el micrófono, vamos cariño, te enseñaré tu habitación, ahí podrás tomar un baño.

—Pero no traje ropa.

—No te preocupes, cariño, ya hay ropa lista para ti.

Entraron a la casa y subieron las escaleras, mamá guió a Sasha a una puerta con decorado en dorado, abrió la puerta la habitación, era en color violeta y blanco, y había juguetes que eran populares cuando era niña.

—Esta es tu habitación, siempre estuvo esperándote, podemos redecorarla cuando quieras y como quieras.

—Me gusta tan cual —se le quebró la voz a Sasha—. Fue decorada por ti para mí, así que me gusta por eso.

Sasha se limpió las lágrimas antes de que salieran de sus ojos, nunca pensó en que le había falta una mamá hasta que la tuvo.

—No llores cariño, que me harás llorar a mí también —mamá también se limpió las lágrimas, le dejó un beso a Sasha y salió de la habitación, y al voltear, Sasha miró parte del lunar de media luna en el escote del vestido de la espalda, Sasha llevó su mano a su espalda justo en la cintura y recordó lo que nuestro padre le dijo cuando era niña.

"Sasha, ese lunar es muy especial tanto que se escondió para protegerse, un día encontrará a otro que sea como él"

Sasha sonrió y pensó: Papá, encontré a muchos con el mismo lunar especial, y son amables y Sara mi mamá, se nota que me quiere y siempre me buscó, también comprendo que fui afortunada, porque mi lunar estaba escondido.

Sasha miró, sobre la cama estaba un cambio de ropa, pero era ropa deportiva. Sasha se preguntaba si habría otra actividad más en la familia, se metió a bañar y se puso la ropa al bajar, casi la mayoría de los hombres estaban en la sala y vestidos con ropa deportiva, Joel y Orlando jugaban vencidas, el abuelo Luis miró a Sasha y fue donde ella antes de que se la ganaran.

—Caminamos un poco.

—Claro.

Sasha siguió al abuelo en silencio y al salir al jardín el abuelo suspiró:

—Escuche por ahí, que Lola te dijo algo desagradable.

—Supongo que quería mucho a Sam, por eso lo dijo.

El abuelo se rió entre dientes:

—No eran muy cercanas como crees, no sientas pena por ella y recuerda que no a todos les vas a caer bien, pero todos estaban felices cuando escucharon la noticia de que al fin te habían encontrado, pese a la pérdida de Samantha y aunque fue doloroso perderla, teníamos algo bueno a ti de vuelta.

—Yo no conocí mucho tiempo a Sam, pero la quería mucho aún sin saber que era mi hermana —dijo Sasha mirando hacia el cielo.

—Dicen que la sangre se llama, sabes, cuando tu madre rompió toda relación con Carlos, yo pretendía hacerle perder su empresa, pero Sara dijo que no lo hiciera, porque no fue su culpa que esa mujer se obsesionada con Carlos y su dinero, después de todo sólo era una accionista. Carlos pretendía sacar a todo accionista de su empresa hace años, pero lo hizo poco a poco, sólo esa mujer no dejaba sus acciones y mucho menos venderlas por completo, por eso tienes sólo el 90% de la empresa y esa mujer el resto, y ahora sé la razón por la que Carlos te protegía a ti, ella temía que tú tuvieras la mayoría de las acciones.

—¿Por qué no volvieron a contactar a papá?

—Una vez lo hice, pero envió una foto a tu madre de ti dormida con un cuchillo en tu cuello, ese día a Sara casi le da un colapso nervioso, ya que la foto llevaba unas gotas de sangre al reverso, no era tuya la sangre, pero amenazó con tu vida, si volvía la familia a acercarnos a Carlos o a su casa, yo preferí mudarme al extranjero para hacer una locura, con el tiempo volví, ya que mi familia crecía y me estaba perdiendo sus logros.

—Abuelo, lo que no entiendo es cómo Nancy sacó a mamá así de nuestras vidas, ¿por qué papá se lo permitió?

—No lo hizo, él estaba de viaje de negocios, cuando regresó, Sara ya había sido sacada de la casa y estaba en un hospital, esa mujer le dijo que los abandonó aunque Carlos no lo creía, ya sabes cómo sucedió lo demás, la verdad, no sé cómo ni cuándo tu padre empezó a sospechar de esa mujer.

—Abuelo... si nos hubiéramos encontrado, ¿crees que Sam estuviera viva?

—No lo sé, y en la familia nadie lo sabe cien por ciento, sólo es una probabilidad del 50 que sí y 50 que no, así que no pienses en eso, ya que no dejarás descansar a Sam.

—¡Aquí están! La cena ya está lista, abuelo —dijo Joel, los tres entraron a la casa y ya todos los esperaban, en esta ocasión, Sasha se sentó en medio de mamá y Jacob.

«¿Por qué tuve que aceptar quedarme?.... a estas horas ya estaría dormido con Sasha en mis brazos.»

Pensó Jacob y se dio cuenta de que su pensamiento era tener a Sasha en sus brazos más que dormir, lavó el vaso y subió, cuando pasó por la habitación de Sasha, se detuvo frente a su puerta.

—¡Jacob! ¿pretendes robarte a mi prima de su habitación? —dijo Joel al ver que Jacob tenía la mano en la perilla de la puerta.

—¿No deberías de estar ya dormido? —Jacob ignoró lo que dijo Joel y se limitó a cuestionarlo, Joel subió los hombros.

—Quería ver si un general se robaba a una señorita.

—Sigue esperando —Jacob se dio media vuelta y caminó a su habitación, aunque esta vez se reconfortaba a sí mismo, porque no era una habitación que hubiéramos compartido.

«Yo puedo dormir sin depender de nadie, siempre dormí sólo»

se decía solo Jacob tratando de animarse, se acomodó en la cama para dormir. Mientras Joel preparaba una alarma silenciosa para sí mismo, así cuando Jacob fuera por Sasha, él lo sabría y Sasha que estaba cansada se había quedado dormida.

«Eres una molestia, si ni fuera por tu madre, a ver si así aprendes a comportarte»

Aquel hombre comenzó a azotar con un látigo.

Jacob despertó sudando, hacía mucho que no tenía una pesadilla o más bien un recuerdo vivido, estaba sudando, sólo habían pasado unas cuantas horas, no se volvió a quedar dormido y el sueño parecía a verse ido, ya llevaba despierto una hora mirando el techo, a veces recordaba la terrible niñez que tuvo y otros momentos se sentía sólo, se puso de pie y fue a la habitación de Sasha. Joel que había estado en vela esperando al final sólo su alarma, se asomó y con el teléfono en mano grabó como Jacob que entraba a la habitación de Sasha y salía con ella en brazos, se notaba que Sasha estaba dormida.

«Sasha tiene el sueño realmente pesado o será ¿que aun dormida sabe que es Jacob quien la mueve?»

Jacob acomodó a Sasha en la cama que era matrimonial a diferencia de la de su cada que es king, Sasha se estiró como si fuera a despertarse pero, sólo se acomodó, Jacob la miró.

«¿Por qué te metiste así en vida? no deberías convertirte en mi única forma de dormir bien, no es bueno para ti... porque soy demasiado egoísta, no te puedo ofrecer nada que no sea protección, porque mi amor lo tiene Sam.»

Era lo que pensaba Jacob mientras miraba a la pequeña mujer llenando su cama. Sasha volvió a moverse, parecía incomoda como si no encontrara cómo acomodarse, hasta parecía que iba a despertar, pero no fue así en cuanto dejó de moverse. Jacob se metió a la cama, abrazó a Sasha y rápido se quedó dormido.

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