La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 36

Jacob despertó con Sasha entre sus brazos, podía sentir la desnudez de Sasha y se dio cuenta que no había soñado anoche, había hecho suya a Sasha, y también se había robado su primera vez.

«Sasha ¿quién te engañó? o más bien cómo es que te engañaron...»

Mientras pensaba en las posibilidades de un engaño tan cruel, Sasha despertó, se sentía feliz, no se arrepentía de nada de lo sucedido la noche anterior, cuando subió la miraba, se topó con los ojos verdes de Jacob. Jacob miró esos dos zafiros que lo miraban con cariño o quizá amor.

—Buenos días, futura señora Meier.

—Muy buenos días Jacob.

«Por lo menos ella es feliz... creo que es mejor no decirle la verdad por ahora»

Pensó Jacob, ya que no quería verla llorar después de verla tan feliz esta mañana.

—¿Y cómo te sientes?

—Muy bien... quiero hacerlo de nuevo.

Jacob se rió un poco:

—Ok lo haremos de nuevo si después de moverte me miras que no te duele nada.

—No creo que haya diferencia si me muevo, pero está bien —dijo Sasha, se movió sólo un poco porque sintió dolor en su parte íntima y cadera. Jacob miró cada gesto y más como cerró los ojos.

—Iré a llenar la tina para darnos una ducha —dijo Jacob y le dio un beso en los labios a Sasha, se bajó de la cama, Sasha miró el cuerpo desnudo de Jacob, y miró cómo se metió al baño, después de unos minutos salió con una bata puesta.

—Muy bien cariño, hora de llevarte al baño —Jacob se acercó a Sasha y se llevó a Sasha con todo y sabana. Sasha lo abrazó del cuello ignorando lo demás, pero Jacob miró una mancha de sangre en el cubre colchón.

—¿Jacob?

—¿Sí?

—¿Es en serio lo de ser la señora Meier?

—¿Acaso hice tan mal trabajo anoche que no quieres ser la señora Meier?

—No, no es eso, me gustó mucho lo de anoche.

—Entonces ¿cuál es el problema?

—Ninguno, sólo quería estar segura de lo que dijiste.

—Serás la esposa de un ex general, así que te doy mi palabra de que nos casaremos cuando tú quieras.

Sasha se sintió que Jacob era sincero y que nunca la defraudaría:

—¿Y si digo que el lunes?

—El lunes nos casamos por el civil, aunque la boda por la Iglesia aún tiene que esperar.

—Lo sé, y está bien para mí, pero hay que esperar un poco más, además de que debemos decirle a la familia.

—Muy bien, será como tu digas —dijo Jacob y la puso de pie junto a la tina, le quitó la sabana, la tomó de nuevo en brazos y la metió a la tina con agua—, ya vuelvo, voy por tu toalla

Al salir Jacob miró a Naomi que entraba.

—Buenos días señor, pensé que quizá necesitaba algo.

—Buen día Naomi, no... sí, necesito que cambies, que retires el cubre colchón y pongas nuevas sábanas.

Naomi miró la mancha de sangre, aunque al principio pensó que quizá Sasha había tenido su periodo en la madrugada, aunque no dijo nada, sólo asintió y empezó con su trabajo. Jacob regresó al baño y se metió a la tina dejando a Sasha frente a él.

—Se siente bien ser atendida por alguien más —dijo Sasha al sentir cómo Jacob limpiaba su cuerpo sin ningún tipo de insinuación sexual, era un simple baño.

—Eres como una niña, casi siento que robo tu inocencia —dijo Jacob mientras le ponía shampoo y Sasha se recargó en su fuerte pecho.

—Es porque eres mayor que yo... ¿entonces si me dirás tu edad?

Jacob se rió porque pensaba que le diría otra cosa:

—Soy casi diez años mayor que tú...

—No es justo, eso ya lo sabía... siempre que ibas borracho, lo decías...

—Bueno...

Dante regresó con los demás y Sasha fue con ellos, mientras que mis padres, los abuelos y Jacob fueron al estudio de papá, mamá había visto el anillo que Sasha llevaba, pero no quería decir nada, pero como los abuelos querían hablar con Jacob, ella quería estar presente.

—Jacob, ¿qué pretendes con mi nieta? —el abuelo no pudo aguantar y soltó la pregunta.

—Señor Luis Ferrero, no pretendo hacerle daño si es lo que piensa, yo sé que por el momento no puedo ofrecerle amor a Sasha, pero tampoco quiero perderla, ella se convirtió en mi pilar.

—¿Acaso pretendes tenerla como tu amante hasta que te canses de ella? —preguntó enojado el abuelo, él realmente no quería esta situación para Sasha y menos verla llorar por los rincones de la casa por su causa.

—Claro que no... nunca podría hacerle eso, ella se merece su lugar como mi esposa....

—Tú...

Mamá se interpuso entre el abuelo y Jacob:

—Detente, papá, no vayas a decir algo de lo que puedas arrepentirte.... Jacob es el hijo adoptivo de mi suegra, aunque no pudo hacerlo legal, siempre ha sido miembro de esta familia —mi madre miró a la abuela y luego a Jacob—, Jacob, sé que tomaste el apellido Martínez por mi hija, sin embargo...

—Lo sé Sara.... pero esto y decidido a darle su lugar a tu hija, no como la señora Martínez sino la señora Meier... —Jacob miró a la abuela—, mamá Lourdes, te juro...

La abuela no deja que siga hablando Jacob:

—Eres mi hijo aunque mi sangre ni mi apellido lleves, pero me preocupa Sasha y también tú mismo, no quiero que ninguno salga lastimado, si estás seguro cien por ciento de esta relación, adelante pero...

—No tengo dudas, mamá —dijo Jacob seguro de lo que decía, pero lo que no esperó fue que mi padre le diera un golpe en el estómago sacándole el aire a Jacob.

—Hermano, esto es por meterla en tu cama y asustar a mi esposa.

—Sí, lo merecía... me preguntaba cuándo me harías pagar por eso.

—¡Ricardo! ¿estás bien Jacob?

Jacob asintió para decir que sí estaba bien:

—Mañana que estén todos, haremos oficial su compromiso ante la familia.

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