La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 37

Sasha había sido emboscada por Dante y Daniel por lo que perdió, pero no lo hizo sola sino que también se llevó a Dante, y ahora esperaban a que Alicia y Daniel se matarán entre sí en el juego.

—¿Sasha?

—¿Qué sucede Dante?

—¿Por qué vives con el tío Jacob y no aquí? ya que no están casados.

La curiosidad infantil de Dante puso en aprietos a Sasha, aunque enseguida encontró una respuesta:

—Es porque debo de cuidar al tío Jacob, además de que le hago compañía para que no se sienta sólo.

—¡Oh! ¿y por qué no se viene a vivir aquí? Aquí no estaría sólo y tú vivirías con mis tíos.

—Es porque me gusta mi casa —dijo Jacob quien caminaba hacia ellos—, además de que me casara con Sasha.

—¡¿Qué?! tío Jacob, eres muy ambicioso llevándote a nuestra prima sólo para ti —se quejó Daniel a quien había matado Alicia en el juego.

—Yo creo que sí, tío Jacob no se casa con la tía rápido, podrían ganársela, yo apoyo al tío Jacob, porque así no entra algún vividor a la familia.

—¿Alicia quién te enseñó esas cosas? —regañó la abuela a Alicia y esta se quedó callada.

Jacob y Sasha llegaron al jardín a los niños y jugaron con ellos, mis padres los observaban, ya que Jacob rara vez jugaba con los niños, pero por alguna razón estaba de ánimo para jugar con ellos, mamá tenía miedo de que Sasha saliera herida en esa relación con Jacob, pero al verlos jugar con los niños, sus miedos se calmaban un poco.

—No creo que le haga daño —le dijo papá a mamá mientras le besaba la cabeza.

—No creo que lo haga consciente.... ¿pero si lo hace sin él saberlo? —le preguntó mamá preocupada.

—Si es así, estaremos para ella y darle nuestro apoyo... mírala, está feliz, ambos lo están, si vemos que va mal algo, intervenimos ¿sí?

—Bueno —dijo mamá no muy conforme, pero debía de aceptar la decisión de Sasha, después de todo ella aún era como una extraña para su propia hija.

Después de que jugaron casi toda la tarde, entraron a la casa, vieron películas al ser infantiles, Jacob salió y fue a trabajar un poco en el estudio de papá. Para la hora de la cena casi todos estaban en la mesa, Lola había llegado de imprevisto, aunque parecía que estaba tranquila era sólo porque estaba callada, hizo todo lo posible por no opinar sobre nada, no le pasó desapercibido el anillo en la mano izquierda de Sasha y al estar en el dedo anular sabía que era de compromiso, pero tuvo que reprimir su opinión y evitar hacer enojar de nuevo a la familia. Al terminar la cena todos fueron a ver una película, pero Jacob se llevó a Sasha al verla aburrida con la película.

—Vamos a bañarnos y después nos acostamos, debes de estar cansada.

—Aun puedo permanecer despierta —dijo Sasha y Jacob supo a qué se refería.

—Sasha no quiero dañarte más.

—¿No me volverás a tocar? —le preguntó Sasha y Jacob la besó en los labios.

—Claro que lo haré, sólo no quiero causarte dolor, mañana si amaneces mejor, cumpliré tus deseos —la voz de Jacob se tornó un poco ronca al pensar en lo que le haría a Sasha por la mañana, Sasha se mordió el labio inferior.

Ambos se bañaron juntos, Jacob tuvo que usar toda su fuerza de voluntad para no dejarse llevar por el deseo que despertaba el cuerpo de Sasha en el suyo, nunca había tenido problemas para auto controlarse, pero lo hizo y al estar acostados Sasha quería saber sobre las cicatrices de Jacob.

—Jacob ¿cómo te hiciste las cicatrices en la espalda?

—Me las hizo el hombre con el que me vi ayer.

Sasha miró a Jacob a los ojos y no podía creer que su propio padre le hiciera algo así:

—¿Te golpeó de niño?

Jacob pasó su mano por la espalda de Sasha, ya que podía sentir que Sasha era muy sensible al imaginar tal escena.

—Sí lo hizo, con una fusta me hizo cada una de esas cicatrices.

A Sasha le dolía imaginar cómo una persona podía golpear a un niño de tal manera que dejara cicatrices, quería consolar a Jacob, pero no sabía si era correcto o no, ya que Jacob lo dijo sin ninguna emoción.

—Qué cruel —dijo Sasha de un hilo de voz.

—Ok, creo que es mejor hablar en otra posición —dijo Jacob y se sentó en la cama recargando su espalda en la cabecera de la cama para enseguida tomar en brazos a Sasha y colocarla sobre sus piernas.

—La verdad no es como si me doliera aún, mi madre envió a mamá Lourdes por mí y pude sanar con su ayuda y la de la familia —dijo mientras acariciaba la mejilla de Sasha.

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