Jacob llegó al cuartel, todo estaba muy serio, aunque las luces estaban encendidas, lo que dejaba pensar que al parecer los medios de comunicación no se habían enterado, entró y llegó hasta la parte trasera de entrenamiento, hoy tenían entrenamiento nocturno, los daños materiales no eran tantos, ya que usualmente sólo usaban material de resina para evitar que alguna bala rebotara, al ver que sólo había un ollo se metió al cuartel y fue a enfermería, había varios en camillas con heridas no tan graves.
—Fue una suerte que ninguno tuvo fractura o pérdida de extremidad —dijo el médico a Jacob en cuanto se puso a su lado.
—Por lo menos no hubo pérdidas humanas... —dijo Jacob y fue a la oficina principal, Joel estaba con tres hombres.
—¿Ya encontraron las causas de la falla o si fue falla humana? —preguntó de inmediato Jacob.
—Aún no encuentran el detonador, podría estar en cualquier sitio, pero aún así se mandaran revisar todos los explosivos con detonador.
—Bien ¿y la grabación?
—Ya está lista la acaban de traer para poder mirarla.
Jacob asintió y Joel puso el vídeo que se miraba en una pantalla de unas cien pulgadas, el vídeo se veía muy bien a pesar de ser de noche, se veía el grupo de personas que iban agachadas con armas listas para disparar, el audio no se escuchaba, sólo era vídeo y se miró cómo el capitán del pequeño escuadrón movió la mano una vez, y luego una segunda para decir que avancen y cuando hicieron el movimiento para moverse, llegó la explosión.
—Regrésalo al momento que se mueven antes de la explosión —dijo Jacob. Joel lo hizo en cámara lenta devolviendo una y otra vez la escena en cámara muy lenta, esto se hacía para observar cada detalle y ver lo que el ojo humano no puede a una velocidad normal, había tres ángulos diferentes para mirar, de frente, a un lado y atrás, ninguno mostraba nada inusual.
—Por ahora parece como si hubieran olvidado algunas minas del ejercicio anterior —dijo Jacob, ya que las minas que usaban se activaban al hacerse una diferencia en el cambio de peso después de ser activada, al principio se había pensado que se activó algún explosivo que se les da en algunos ejercicios, pero ahora quedó descartado—, por la mañana revisaremos minuciosamente y también hay que interrogarlos, por lo pronto empezaremos a llenar papeleo.
Sasha se despertó y buscó con la mano a Jacob para acurrucarse con él por un momento, pero al no encontrarlo recordó que había surgido una emergencia en el cuartel, dio un suspiro al saber que hoy no lo vería temprano o quizá llegaría cuando ella ya estuviera dormida, se levantó y fue al armario, buscó ropa, hoy se puso unos jeans y una blusa de algodón blanca, se fue al baño, después de una larga ducha bajó a la cocina donde Naomi ya tenía el desayuno listo.
—¿Naomi sabes dónde está Sánchez? —preguntó Sasha, ya que había pensado en salir con José a algún lado.
—A esta hora debe de estar dando un rondín ¿lo necesitas?
—Sólo quería decirle que voy a salir... Jacob me dio permiso, ya que ya están listos los guardaespaldas —dijo Sasha en cuanto miró la cara de pánico de Naomi, y entendió que todos sabían su situación.
Después de desayunar fue a la sala y le llamó a José, aún no le reclamaba y lo quería hacer en persona tenerlo frente a frente, al estar esperando a que Sánchez termine su rondín para decirle sus planes, al mirar aquel jardín faltante de vida, Sasha miró a Sánchez y le habló mientras salía de la casa. Sánchez se detuvo y se acercó a ella.
—¿Sucede algo, señora? —le preguntó como un profesional.
—No, bueno, sólo quería avisarte que saldremos al centro comercial después de que llegue José.
—Bien, estaremos listos para salir —Sánchez se retiró y Sasha se quedó mirando los alrededores del jardín, era enorme, pero para su gusto le hacía falta tener alguna flor, aunque ya era la esposa de Jacob, aún sentía que era incorrecto personalizar el jardín. Sasha se dio media vuelta, entró a la casa sólo para preparar su bolsa, y recibió una llamada de Jacob.
—Buenos días ¿ya desayunaste? —dijo Jacob y a Sasha le brincaba el corazón de alegría al escuchar la voz de Jacob.
—Sí ¿y tú?
—También ¿ya le avisaste a Sánchez sobre la salida? —aunque Jacob la extrañaba, por ahora no le diría eso, ya que él quería ver las expresiones del rostro de Sasha cuando lo dijera, a él le parecían las más hermosas expresiones.
—Sí, ya le dije.... es extraño salir sin ti.
—¿Acaso me estás diciendo que me extrañas? —Jacob no desperdició esta oportunidad para poner en aprietos a Sasha
—Sólo dije que es extraño, no pongas palabras en mi boca —le dijo nerviosa pero intentado parecer ofendida.
—Jajajaja está bien, cuídate y cualquier cosa Sánchez te protegerá como si fuera yo mismo.
—Lo haré, tú también cuídate y nos vemos más tarde.
—Hasta más tarde.
Y ambos colgaron, Sasha sí extrañaba a Jacob, pero no quería que él malinterpretara y no quería escuchar un "solo te puedo ofrecer cariño no amor", aunque en realidad Jacob la amaba en el fondo de su corazón y él aún no quería admitirlo. Sasha se quedó mirando el jardín cuando escuchó el timbre, ella misma fue a abrir y al ver a José lo metió de prisa.
—¿Por qué no me dijiste la verdad? —le reclamó Sasha enojada a José.
—Explícate a qué te refieres —dijo mientras caminaba hacia la sala.
—Tú bien sabes, José.... no me dijiste que aún era virgen.
José miró a Sasha y sonrió:
—Porque estabas muy ilusionada y en muchas religiones la ruptura del himen...
Sasha le golpeó el hombro para que supiera que estaba enojada.
—No te sientas culpable, creo que esto habría salido a flote tarde o temprano aunque no hubieras desaparecido.
Sasha le insistió para que se diera una oportunidad con Elisa, y también entraron a todas las tiendas aunque sólo compraron cosas pequeñas que necesitaba José. Sasha le compró una corbata a Jacob en color azul zafiro.
Pero se topó con Berenice y Jaime de frente.
—Sasha hermana, ¿hace cuánto que no nos veíamos? —Berenice dijo para que la gente a su alrededor pensara que se preocupaba por Sasha—, ni una sola llamada.
—Creo que la última vez que te vi fue cuando te vi en la cama con quien era mi novio en ese entonces, y si mal no recuerdo hasta pretendían que me uniera a ustedes.
Berenice se puso roja por la furia que sentía al escuchar que las empleadas y personas cercanas se rieron de ella diciendo que era una desvergonzada, alzó la mano para abofetear a Sasha, pero esta vio su intención y tenía la intervención de detenerle la mano, pero Sánchez le detuvo la mano a Berenice a medio camino.
—No puede tocarla, y si lo hace, me veré forzado a usar la fuerza bruta —dijo Sánchez y le aventó la mano a Berenice.
—Es una dama, ten más cuidado.
—Y hablar de una mujer a sus espaldas es de caballeros, ¿no? —le dijo Sasha a Jaime mirándolo con desdén, lo que provocó la ira de Jaime, quien pensaba en como podía una mujer como Sasha mirarlo así de esa manera, sólo dio un paso y Benítez se interpus:
—Si da un paso más, usaré la fuerza bruta.
—Jajajaja oh, Sasha ahora que no tienes la protección de Jacob, contrataste a unos matones para intimidar a la gente —dijo Jaime con ironía y Sasha sonrió, lo que enojó a ambos.
—Jamás he dejado de tener la protección de Jacob mi prometido y estos hombres fueron puestos por él, por si me encontraba con seres despreciables por el camino.
Jaime se ofendió y quiso darle una bofetada a Sasha, por lo que Benítez lo tomó del brazo y lo tiró al piso.
—Ya se lo había advertido, señor.
—Levantarnos cargos —amenazó Berenice.
—Hazlo y así vemos quién le pone cargos a quién.... Después de todo Jaime intentó golpear a Sasha, y sabes que eso se puede poner como violencia de géneros —dijo José callando a Berenice—, vamos, Sasha.
Las cuatro personas salieron del establecimiento. José llevó a Sasha a un restaurante dentro del centro comercial, hablando sobre las caras de Jaime y Berenice.
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