La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 47

Jacob seguía sin noticias de Sasha desde que localizaron su celular, la desesperanza llegó hasta que una llamada llegó a su celular.

—Una mujer fue a querer tomar posesión de las acciones de Sasha, estamos siguiendo el auto.

—Que no se les pierda de vista —Jacob colgó, y por medio de la detención del teléfono llamó sargento de policía que investigaba el caso—, mis hombres siguen a una mujer que intentó reclamar las acciones de mi esposa.... ¿cómo van con las órdenes de cateo?

—El juez aún no da un fallo, pero si sabe algo más, por favor manténgame enterado.

—Lo haré sargento y ¿el hombre ya lo liberaron?

—Sí señor, pero fue a su domicilio y nadie llegó, tendrá que hacer una denuncia ciudadana, quizá eso ayude a localizar a su esposa.

—Lo haremos a su manera, pero cuando tenga a los que se llevaron a mi esposa, me encargo yo mismo.

—Sí señor —este sargento había salido de la empresa, y también estaba en deuda con Jacob al salvarlo de una condena en prisión por un delito que no cometió, y ahora él sacaba a los que eran malos servidores públicos, esta vez él se haría de la vista gorda, porque haría lo mismo si fuera su esposa, el sargento envió a investigar el banco y pedir la hoja para saber que notario estaba tras el fraude y así llegar a las personas.

Al medio día se pasó la imagen del secuestrador del único que dejaron que pudieran pagar la fianza, pero ahora dirían que se escapó del pabellón de detención preventiva.

—En otras noticias este hombre se escapó de la cárcel al estar en el área de posición preventiva, se le acusa del delito de secuestro y extorsión de la joven Sasha Herrera de Meier, el esposo denunció el secuestro de su esposa, fíjese usted muy cerca de su empresa, donde varios autos y personas se hicieron cargo de la seguridad de la joven, la sedaron y se la llevaron, este hombre fue el único al que pudieron detener, si usted lo conoce por favor denunciarlo al 911.

En toda la ciudad miraron el rostro de Sasha y uno de sus secuestradores, entre toda la gente había una mujer que llamó al 911 y denunció que el hombre era parte de la seguridad de la casa de los Meier, la policía de inmediato fue a la casa de los Meier, llevaron una orden de cateo para todas las propiedades, Jaime el padre de Jacob sólo pudo asentir y llamó a su hijo, quien ya iba a la casa para tener una charla con su madre, pero cuando vio la policía freno quería huir, pero recibió un mensaje de su padre que fuera a la casa, tenía que actuar bien, al entrar se topó con el sargento.

—Hijo, estos hombres están buscando a Sasha Herrera, ¿si sabes dónde está?.

—¿Yo cómo voy a saber?, quizá dejó al novio y se escondió de él —dijo ofendido.

—La esposa del señor Jacob Meier fue secuestrada y recibimos la denuncia de un anónimo que aquí traba uno de los secuestradores, el sargento sacó la foto del hombre y el padre de Jaime no podía creer que efectivamente ese hombre trabajaba con ellos.

—Sí, él trabaja con nosotros, pero hoy no ha venido, le daré la dirección, sígame.

—Sólo una cosa más, el señor Jacob puso una denuncia en contra del joven Jaime y su novia por amenazas, tenemos un vídeo como evidencia.

El padre de Jaime lo miró como si fuera el hombre más estúpido:

—Haremos lo que nos indique, sólo le pido que no se lleve a mi hijo en una gran escena.

—Siendo pariente del señor Jacob, puede pedir indulgencia a él, pero ahora no está de buen humor, y es un dolor en el culo para mí en estos momentos —el sargento sacó un cigarrillo—, pero quizá su esposa pueda hacer algo, según sé, le tiene afecto ya que lo crió como una madre.

Esas palabras tenían doble sentido para Carolina ya que ella era la única que podía decir si había escuchado algo o no. Carolina tenía la intención de averiguar, pero no creía que su hijo fuera capaz de hacer algo así. Carolina le asintió al sargento quien ya había encendido el cigarrillo y le dio una calada, enseguida siguió al padre de Jaime al estudio, le dio la dirección que era diferente a donde fue el hombre, el sargento salió de la casa con Carolina para ir con su hijo Jaime.

—Tu estúpido esposo hizo que pusieran a Jaime bajo prisión domiciliaria —dijo enojada.

—No tan estúpido, porque supo que él las ayudó, agh —se quejó Sasha cuando Berenice le dio una patada en la espalda.

—Él nunca nos ayudó, estás alucinando —y le dio otra patada, Sasha se hizo bolita y no dijo nada, ella sabía que si decía que escuchó a Jaime, la matarían antes.

Pero el calvario de Sasha apenas empezaba, porque cada hora cada una de ellas iba y le daba una paliza, Sasha sólo se hacía bolita intentando proteger a su hijo. Nancy le había roto la nariz de una patada en las últimas tres horas, a Sasha le dolía mucho el cuerpo, pero jamás pidió piedad, porque sabía que ellas sólo querían deshacerse de ella pero de la forma más dolorosa posible, la única fuente de líquido que tuvo fue su propia sangre.

Sasha tuvo todo un día de tortura en golpes, por la noche ni Nancy ni Berenice fueron, así que la volvieron a dejar sola, Sasha tenía miedo de morir en ese lugar y que nunca encontraran su cuerpo, habían pasado más de dos días y Jacob aún no la encontraba, pero por lo menos había detenido a Jaime.

—Bebé, tu papá nos está buscando, debemos resistir hasta que él llegue —decía Sasha en susurro mientras mantenía sus manos en su vientre, en algún momento de la madrugada se desmayó, el sufrimiento de Sasha hacía que mi alma sintiera dolor, no quería ver sufrir a mi hermana pero tampoco podía ayudarla, porque yo ya no pertenecía al mundo de los vivos.

El ir a casa era una tortura para Jacob, ya que siempre se imaginaba ver a Sasha mirando hacia el jardín muy pensativa, o decorando el jardín con flores, después pensó que quizá Sasha había dicho “te amo” porque no la volvería a ver, y se culpaba por no saber en ese momento que él también la amaba, que sus sentimientos eran correspondidos, y ahora que ella no estaba él se había dado cuenta de eso, y que pudo hacer más por la felicidad de Sasha, quizá ya la habían matado y él no pudo encontrarla, no pudo cumplir sus promesas.

Eran las cinco de la mañana y Jacob no había podido dormir, salió al jardín y notó que la decoración sólo estaba al frente y lo demás seguía igual, pensó en que quizás Sasha no sentía que está era su casa, luego se culpó porque si ella no sentía esta casa como suya era por su culpa, por lo egoísta que es, jamás vio eso, incluso cuando dijo “te amo” ella, estaba asustada, y no lo notó.

—Sasha mi amor, ¿qué hice contigo?... Sam, ayuda a Sasha.... yo merezco este sufrimiento por no apreciar el amor incondicional de Sasha, merezco que ella me deje, pero no así.

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