En la oficina de Jacob, Jacob no se concentraba mucho, ya que pensaba en Sasha y también sentía que estaba cansado por dormir mal, se dijo a sí mismo que aunque no le gustara era lo mejor, y que este fin de semana dejaría a Sasha en casa de mis padres, así no podría llevarla a su cama, pero sus pensamientos fueron interrumpidos con una llamada, era de Elisa.
—Jefe, se llevan a Sasha su esposa —dijo cuando apenas contestó Jacob, Elisa estaba jadeando por ir corriendo, al escucharla la sangre se le fue a los pies a Jacob.
—¿Dónde estas? —dijo apresurado mientras salía.
—Cerca de la empresa... Dios mío, no, no, no se la lleven —gritó Elisa y Jacob se asustó.
—Elisa dime la matrícula del auto —dijo Jacob al esperar que contestara seguridad.
—No, no lleva matrícula —y Elisa le describió el auto.
—¡Seguridad!
—Está secuestrando a mi esposa afuera, manda ayuda ahora —Jacob no esperó a que contestara y bajó en su ascensor privado, cuando llegó al lugar, Elisa lloraba tirada en la acera y José estaba recargado en un auto, todos sólo pudieron mirar cuando se llevaron a Sasha y tenían algunos de los secuases amarrados.
Jacob no podía creer que Sasha no estuviera que quizá no volvería a verla, Sánchez no estaba ni Benítez, así que pensó que fueron tras de Sasha, tenía la esperanza de que la trajeran con ellos, se calmó y llevó adentro a todos, los secuases fueron enviados a la policía para interrogarlos, también mandó a más custodios para ayudar a Sánchez y Benítez.
Cuando mamá se enteró, le dio un ataque nervioso, cuando se recuperó, fue directo a la oficina de Jacob y este recibió una bofetada de parte de mi madre.
—Juraste proteger a mi hija.
—Cálmate amor, Jacob hizo lo que pudo —papá abrazó a mamá, también sentía que perdía otra hija. Jacob se sentía abatido porque había hecho sufrir a Sasha estos días y ahora ella no estaba para pedirle perdón.
—Sasha corre mucho peligro —dijo José—, y no sólo por ser secuestrada, es que ella podría estar embarazada y si es así, podría morir desagrada, si la hacen abortar por alguna razón.
Jacob se dejó caer en la silla. Sasha podría llevar un hijo de él, pero algún golpe en el vientre le traería un aborto involuntario y las personas que la tienen no le darán asistencia médica. Jacob apoyó la cabeza en las manos, debía encontrar a Sasha de inmediato, y en cuanto la tuviera en sus brazos, impediría perdón por estos días, el teléfono de Jacob timbró, era Sánchez
—Dime, ¿localizaron a Sasha?
—Lo siento señor, pero usaron otras camionetas de distracción.
Sasha había desaparecido y Jacob se sintió desconsolado, era justo el mismo dolor que sintió cuando yo me fui, en realidad sentía el doble porque también sentía culpa, los demás supieron que no encontraron a Sasha, porque a Jacob se le llenaron los ojos de lágrimas y cayeron.
—Estás a cargo de la investigación —dijo al final cuando pudo hablar.
—Dime que no es verdad lo que pienso —dijo mamá agarrando a Jacob por las solapas, Jacob miró a un lado, lo que soltó el llanto de mamá—, no no no, mi hija mi hija mi pequeña bebé, no pueden tenerla ellos.
José le tuvo que poner un sedante a mamá, la noche llegó y Jacob se fue a casa, la señora Naomi tenía la cena lista, cuando escuchó el auto fue a recibir a los dos, pero sólo estaba un abatido Jacob.
—¿Qué sucedió? ¿la señora se fue de la casa?
—No, la señora fue secuestrada esta tarde y quizá no vuelva —dijo Jacob y se fue al estudio, porque la sala le recordaba a Sasha, ella lo recibía, abrió una botella de whisky y casi escuchaba la voz de Sasha diciéndole que no bebiera, cerró la botella, y empezó a ver las grabaciones tratando de ver algún error que cometieron, pero no servía de nada. Naomi entró después de tocar la puerta y le dejó la cena en el escritorio.
—Yo sé que podrás encontrarla —dijo Naomi limpiándose las lágrimas—, ella es buena y Dios no la dejará morir en manos de esos delincuentes.
—A veces Dios prefiere tener a las personas buenas con... pero haré todo para localizarla, porque ella podría llevar a mi hijo, debo de esforzarme lo doble, Naomi.
—¿Un niño?... eso explica sus cambios de humor y las náuseas de estos días —Naomi al no poder seguir llorando tuvo que salir del estudio de Jacob. Jacob cenó pensando que si Sasha sabría que no comía, lo regañaría...
Al día siguiente Jacob fue a la empresa como cada día, y se notaba que no había dormido al igual que Elisa quien aún se le salían las lágrimas. Jacob entró a la oficina vacía, Sasha llenaba sus días, apenas había pasado un día y sentía que había pasado más tiempo, incluso su corazón se sentía vacío, fue cuando comprendió que se había enamorado de Sasha y que no lo veía porque ella estaba con él siempre, con ella así sus días más agradables y sus noches las mejores porque sólo ella podían hacer que durmiera bien, incluso hacía que su corazón latiera, pero ahora sólo podía sentir desesperanza por saber de Sasha.
Sasha había despertado, pero sus ojos estaban vendados, no podía saber si era día o de noche, pero la verdad es que el sedante la dejó dormida hasta el día siguiente, sabía que alguien la vigilaba pero no dijo nada hasta que escuchó el eco de voces hablar y tacones que se escuchaban al caminar, y Sasha reconoció las voces de las mujeres, ya que sólo hacían quejarse.
—No pudieron encontrar algo mejor y no lo digo por esa estúpida, si no por nosotras....
Se escuchó que se abrió la puerta, entraron y vieron a Sasha tirada en el piso como un tapete.
—Claro que no, ¿verdad? Nancy....
Nancy le puso tape en la boca temiendo que Sasha supiera la verdad:
—Te traerán tu desayuno, pero si tratas de engañarme, lo lamentarás.
—Madre ¿pero por qué?
—Cállate, se atraen más moscas con miel que con hiel.
Sasha sólo hacía tiempo para que Jacob la encontrara, confiaba en Jacob y en Dios que le indicaría el camino hacia ella. Sasha escuchó la voz de un hombre en el pasillo cuando las dos salieron y reconoció esa voz, por lo que sonrió, tenía una idea más en mente. Pasó casi una hora para que le trajeran lo que pidió, le pusieron una esposa con cadena en las manos, así tenía más movimiento, Sasha pensaba en la seguridad del bebé por si realmente estaba embarazada, quería cubrir su vientre de alguna patada, en cuanto Sasha firmó el papel de sucesión de derechos sobre sus acciones, se marcharon, Sasha comió su comida en paz pues sabía el tiempo que tardarían en volver, después de unos diez minutos de que comió, la puerta se abrió.
—Tú perra desgraciada nos engañaste —gritó Nancy.
—No lo hice, yo firmé los papeles, más no es mi culpa que no los pudieran usar —dijo en queja Sasha, ya que Nancy la había abofeteado y lo hizo de nuevo.
—Cállate, eres tan inservible —dijo Berenice.
—No tanto como tú, ya que tu madre nunca quiso una mujer como hija sino un varón, por eso mandó secuestrar a mi hermano.... —otra bofetada—, ser hijo no deseado, lo compartes con Jaime, ya que él fue producto de una violación de su padre con su madre después de golpearla.
—No es verdad, eres una mentirosa.
—Lo soy, claro que no es fácil saber en el hospital si mi madre tuvo mellizos o no, también me pregunto si ¿serás mi hermana? o quizá eres la hija de un cualquiera.
Nancy la abofeteó. Sasha dejó de hablar al sentir el sabor a sangre al caerse la silla.
—Es hija de Carlos aunque no lo creas.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA)