La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 55

Jacob se fue a la oficina, ya que Sasha le había pedido que deberían de ir ambos a partir de la próxima semana, Sasha estaba aburrida de la casa, y en la sala de descanso había televisión y podía ver ahí su tele-serie o alguna otra cosa, Jacob sólo accedió aunque ahora tenía que ver si había que hacer algún cambio para que Sasha pudiera desplazarse sin problemas.

Sasha esperaba la hora de la comida con ansia, ya que Elisa iría para ayudarla con el vestido y comería con ellos, se escuchó el timbre de la puerta, Sánchez fue a abrir la puerta por órdenes de Jacob y recordarles al personal del contrato de confidencialidad, asintieron y entraron, empezaron a mover la sala y las personas miraban a Sasha sentada, pero ella miraba las diferentes siluetas, hasta que los colgantes de con los vestidos no la dejó ver, se puso de pie llevando consigo el bastón para que supieran que no podía ver, la persona encargada reconoció a Sasha, le sonrió, pero Sasha sólo extendió la mano, llamó a Naomi quien la comenzó a dirigir para que no tropezara, la mujer sintió pena por Sasha, había tantos rumores y ningún llegó a la realidad.

—¿Se siente mal?

—No, es sólo que no me acostumbro a ver tantas sombras moverse jajaja —se rió nerviosa Sasha.

—Le traeré su medicamento para el vértigo.

—Naomi ¿ya se ven los vestidos? —le preguntó entusiasmada Sasha a Naomi.

—No se ven muy bien, pero son muchos y también están poniendo una mesa de accesorios.

—¿Cuáles son los colores que se ven más?

—Todos son blancos.

—¿Blancos?

—Sí, señora, quizá sea una fiesta de blanco.

—Ah entiendo.

Naomi le contaba a Sasha lo que hacían, armaron una mini boutique en la sala en sólo minutos, Jacob y Elisa llegaron.

—Hey! ya me enteré de la buena noticia —dijo Elisa animada aunque estaba un poco triste, porque José no la había llamado desde ayer, pero estaba feliz por saber que Sasha mejoraba.

—Lento pero allí va, ya me enteré de que es de blanco el evento ¿hay algún motivo especial?

—Quise hacerle un homenaje al personal médico —dijo Jacob quien besó a Sasha después—. Te extraño aunque sólo sean unas horas que esté lejos de ti.

Sasha sonrió apenada y se había sonrojada, ya que había gente extraña.

—También te extrañé —dijo tímida, y a Jacob le parecía tan encantadora.

—¿Entonces cómo quieres el vestido? —preguntó Elisa.

—Mmm no lo sé, descríbeme los que te gusten o algo a lo que suelo usar —y la frustración interna de Sasha era no poder mirar y saber cómo es exactamente el vestido o lo que quiera que vaya a comprar.

—Jacob, escoge la ropa interior por mí ¿sí, cariño? —dijo Sasha y la encargada se sonrojó al igual que Elisa, a Jacob, bueno, no le importaba mucho lo que pensaran, para Jacob era algo natural que un esposo hiciera eso por su esposa, y más porque así podría elegir a su gusto, pero lo que llamó la atención de Jacob fue un babydoll.

Sasha encontró muy silencioso a Jacob.

—Jacob, no vas a comprar toda la ropa interior —era una advertencia, Jacob buscó algo que le gustara tanto a él como a Sasha.

—Sasha ¿no te da vergüenza decirlo en voz alta?

—¿Por qué? no puedo ver y Jacob se encarga de sacar mi ropa, saca un vestido, oh y antes que nada, quiero que también recojas uno, y tengo una idea de cómo será el tuyo, un escote no muy extravagante en el pecho, espalda cubierta y una abertura en una pierna —Sasha se acercó a Elisa y le dijo en voz baja—, a José le parece sexy ese tipo de vestido.

—Pero yo...

—Por favor acéptalo, la vez pasada no quisiste —Sasha hizo pucheros, lo que causó la vida de Elisa y terminó aceptando, ahorraría ese dinero para otra ocasión.

Fue toda una odisea encontrar el vestido perfecto, ya que cuando no era Sasha, era Jacob quien se negaba al vestido, demasiado escote y se refería a que tenía un escote muy pronunciado tanto el frente como la espalda, hasta que al final encontraron el indicado, tenía un diseño sencillo, pero a Jacob le gustó que amoldara los senos de Sasha y su cintura, la enmarcaba muy bien nada de velo, ya que Sasha podría pasarlo tela lisa pero con algunos diamantes incrustados.

Después se fueron a comer, Elisa los acompañaba y siempre que veía a Jacob cariñoso y muy cuidadoso con Sasha, parecía otro hombre, porque su apariencia de empresario frío la dejaba de lado, José siempre fue gentil con Elisa y ahora se preguntaba cómo iba a encontrar a otro hombre como José, ya que ella pensaba que terminarían.

Después de que Sasha se despidió de Elisa, se quedó a solas con Jacob sólo un momento, ya que Jacob aún tenía algo de trabajo pendiente, el cual haría en el estudio, Sasha escuchó su tele-serie de la tarde, y luego fue al estudio, Jacob pensó que era Naomi y volteó enojado, pero todo ese enojo se fue cuando miró a Sasha en la puerta.

—¿Aburrida?

—Eh un poco, y ¿qué tal vas con el trabajo?

—Bastante bien, por ahora no he tenido que ir a distraerme.

Sasha sonrió y luego:

—¿Con qué te distraes?

Jacob sonrió y miró a Sasha:

—Hay una niña que a veces está muy entretenida en la sala, al verla tan frágil y a la vez tan fuerte, mis ideas se renuevan.

—No es tan fuerte, sólo se hace la fuerte, pero es bueno que te ayude a fluir las ideas.

Jacob se puso de pie y fue donde Sasha:

—Eres fuerte y una sobreviviente, verte triste no me gusta, pero eso no quiere decir que no debes estarlo, si no me doliera sería porque no te tengo amor o cariño.

—General, tienes una apariencia ruda, pero eres muy dulce conmigo... no será porque ¿no compraste preservativos?

Jacob se rió por el cambio en la conversación.

—No los olvidé, señora Meier... los tengo en el portafolio —le dijo al oído a Sasha y luego mordió su lóbulo, lo cual erizó la piel de Sasha—, me encanta tu apetito sexual.

Y la besó apasionadamente y sin compasión lo que dejó a Sasha sin aliento, Jacob sonrió al ver lo sonrojada que estaba Sasha:

—Sólo déjame terminar lo que estaba haciendo y podremos estrenar el estudios —Jacob llevó a Sasha en brazos, la sentó en el escritorio y comenzó a trabajar.

—Deberían hacer un calzado especial como para Elisa que es tu asistente, y debe de saber defensa personal, me refiero a algo más con glamour y femenino.

—Quizá sea porque José ahora será el director del hospital.

—¡QUÉEEE! —gritó con asombro Sasha—, no es que no crea que es un excelente médico, pero que pensarán los que tienen más experiencia.

—Que lo obtuvo por salvar la vida de la esposa del dueño, la verdad hizo un excelente trabajo dirigiendo al equipo médico que te atendió y lo elogiaron sus superiores.

—Si crees que lo merece, te apoyo —dijo Sasha y le dio un beso en la mejilla.

—Lo merece... hora de irnos, ¿llevas tu bastón?

—Sip, lo llevo en la bolsa, estaremos bien.

Jacob guió a Sasha y la ayudó a bajar con cuidado las escaleras, pues llevaba un vestido largo, la ayudó también a subir al auto, Sasha se puso nerviosa ya cuando estaban de camino, pero Jacob le tomaba la mano para que se relajara, cuando llegaron, Sánchez fue quien abrió la puerta de Jacob, este bajó y fue fotografiado por todos los medios que estaban esperando la llegada de Jacob y por supuesto Sasha su acompañante, aunque muchos especulaban que iría con otra mujer, pero los que estaban en el evento se sorprendieron al ver a Sasha, era inconfundible por el color de ojos y cabello aunque ya lo tenía más largo, todos buscaron la foto para asegurarse de inmediato y al saber que sí era, quisieron hacer entrevista, pero los de seguridad no los dejaron acercarse, Jacob se acercó al oído de Sasha para decirle que subirían un escalón, ningún reportero se dio cuenta de que Sasha no tenía visión.

—Al fin llegamos —dijo Sasha dando un gran respiro.

—Son unos pesados, pero gracias a ellos pudimos encontrar a las fugitivas.

—¿No darás alguna conferencia?

—No, ahora vamos a nuestra mesa.

Pero no les fue posible, porque no faltaba quien los saludara, y Jacob presentaba a Sasha su esposa, también les decía que aún estaba abrumada por los reporteros afuera, así fue hasta que llegaron a la mesa que fue asignada para Jacob el dueño, el anterior director del hospital y José el nuevo director, pero en cuanto Jacob fue por algunos postres para Sasha, la mesa fue llenada de algunas mujeres, una de ellas era Ofelia nuestra prima de sangre.

—Vaya, al fin te dejas ver en la sociedad, debes de estar muy feliz a diferencia de mi tía y prima.

—Ellas se merecen el castigo dado por la ley —dijo Sasha, Jacob fue emboscado por unos funcionarios, y al ver que Sasha no hacía ningún movimiento, les contestó lo que le preguntaban.

—Perra, sólo eres la mujer de un hombre poderoso ni a esposa llegas.

—Bueno, puedes comprobarlo en el registro Civil o ¿quieres que te muestre mi acta de matrimonio?

—Ofelia, déjala, lo siento, Sasha, Ofelia al parecer no tiene sentido del bien y del mal, brinda con nosotros —Marcela hizo a un lado a Ofelia cuando llegó, esta mujer de cabello rizado también es parte de la familia Herrera.

—Está bien, pero yo no bebo, aún estoy en tratamiento médico —dijo Sasha amable.

—Ok, linda, te pediré un vaso de agua —hizo una seña y un mesero llegó con vasos con agua—, aquí tienes.

Sasha extendió la mano aunque apenas vio su mano, y apenas pudo tomarlo, hizo el movimiento de brindis y bebió un poco de agua al igual que las demás, cuando Sasha iba a poner el vaso en la mesa, Marcela hizo lo mismo pero tirando la copa de vino, Sasha no supo qué cayó, pero sí que su vestido se mojó.

—Siempre tan descuidada, mira cómo te pusiste el vestido, es una vergüenza.

—Más vergüenza es que tires las cosas a propósito —dijo Sasha y Marcela decidió que era la excusa perfecta para abofetearla.

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