Antes de la llegada de Sasha y Jacob, llegaron José y Elisa quienes saludaron a unas personas, pero había un hombre que llamó la atención de Elisa, era joven y guapo.
—Es guapo ¿verdad? —pregunto José a Elisa y esta se sonrojó.
—Sí, lo es.
—Es un médico nuevo y es hetero —le dijo lo último al oído y la hizo caminar hacia el joven de nombre Kevin, José dio una excusa para dejarlos, aunque no era mala la compañía del joven Elisa, sintió que José la arrojaba a los abrazos de otro hombre, y pensó que quizá esa era la forma de decirle que terminaban, cuando Jacob y Sasha llegaron, fue toda una conmoción.
—¿Son alguna pareja de actores famosos?
Elisa se rió un poco, al parecer el chico no veía noticias:
—No, él es el dueño y ella su esposa que fue secuestrada, la conmoción es porque había rumores que había muerto Sasha después del coma.
—Increíble, la mujer es muy hermosa y joven, es bueno que despertara.
—Pronto sabrás más de ella, entre los médicos la llamaron un milagro, y los medios la llamaron la bella durmiente moderna.
Así siguieron hablando, hasta que Elisa miró a Jacob rodeado de hombres y uno le tapó la visión hacia Sasha que también estaba rodeada de mujeres, de las cuales conoció a Marcela que fue la última en acercarse.
—Kevin me disculpas, tengo que atender algo.
—Claro y felicita a tu amigo por mí.
—Claro, lo haré.
Elisa se apresuró a llegar a la mesa, pero cuando llegó, Sasha ya tenía el vestido teñido de rojo y Marcela alzó la mano, Elisa sabía que Sasha jamás podría esquivarla, llegó antes y el brazo de Marcela chocó con la mano de Elisa.
—Ni se le ocurra tocarla, mucho menos en la cara —Elisa le aventó el brazo.
—¿Estás bien?¿te hicieron daño? —le preguntó preocupada Elisa.
—No, estoy bien, gracias a ti, ¿podrías ayudarme a ir al baño?
—Por supuesto —Elisa miró que Sasha sacó el bastón de la bolsa extendiéndolo y le extendió la mano.
—Como ves, yo perdí más que esas dos mujeres que se merecen pudrirse en prisión —Sasha había sacado el bastón, porque sabía que Elisa no podría guiarla y cuidar lo que sus pies fueran a pisar.
Elisa ayudó a Sasha a ponerse de pie y la guió al baño, un segundo después Jacob escuchó un murmullo y caminó para ver a Sasha, pero no estaba, sólo unas mujeres, y al voltear miró a Elisa llevando a Sasha al baño, ya que el vestido de Sasha estaba rojo, Jacob empujó al hombre y llamó a Sánchez.
—Quiero saber quién molestó a mi esposa —colgó, no prestó atención a los murmullos, ya que Sasha llevaba el bastón para su guía aparte de Elisa.
Elisa y Sasha llegaban al baño cuando Elisa miró a José con otro hombre entrar al baño, no pensaría nada mal si ese hombre no fuera uno de los meseros, el corazón de Elisa se rompió en pedazos, pero trató de actuar normal por Sasha, pero en el baño cuando Elisa limpiaba el vestido, no podía evitar sollozar.
—No llores, Elisa, es sólo un vestido y antes no me trataban mejor —aunque Sasha se preguntaba porque Jacob no llegó antes que Elisa.
—Lo siento... —la puerta se abrió y entró un preocupado Jacob—, ¡jefe!
No dijo nada sólo inspeccionó a Sasha:
—¿Te lastimaron?
—No, Elisa llegó antes, pero el vestido está... ¿manchado?
—Menos mal —dijo Jacob en su suspiro, miró a Elisa que tenía los ojos rojos y parecía que estaba llorando—, ¿te hicieron algo?
—¿Eh? No, jefe.... es por otra cosa, llamaré al hermano de Sasha para que manden otro cambio de ropa —dijo y fue afuera para darles privacidad y tratar de calmarse.
—Nunca te dejaré sola, sólo unos minutos y sucede esto.
—Cálmate amor, lo bueno que Elisa estaba aquí, además alguien vino con parientes por parte de papá.... me preocupa Elisa, ¡Dios! como quisiera ver para saber porqué llora.
Jacob se sentía afortunado de tener a esta mujer que se preocupaba por los demás y además era fuerte, su fortaleza en contra de sus familiares aún está, pese a que había tenido trauma, el defenderse aún estaba ahí dentro de ella, no estaba rota como él pensaba que podría estar, era demasiado sobre-protector, pero Sasha lo valía para que él fuera así, porque casi la pierde una vez y no permitirá una segunda.
—Tranquila, iré a ver y la traeré para que hables con ella —dijo Jacob y salió del baño. Elisa aún lloraba afuera—. Sasha quiere hablar contigo.
—Sí, señor.
Jacob y Elisa entraron al baño y fueron a una área donde se podían sentar, esta estaba antes de entrar al área de inodoros.
—Ven aquí, Elisa, y dime ¿por qué lloras? no es normal.... bueno, nunca te he visto llorar, sólo te escuché cuando pudiste verme despierta.
Elisa agachó la cabeza:
—Jose terminó conmigo.
—¿Cómo que terminó? si empezaste a llorar cuando veníamos al baño.
—Es porque lo vi entrar con un camarero al baño.... yo debí entender el silencio y que me empujara hacia otro hombre... pero ¿por qué no me lo dijo de frente?.... sólo vino conmigo por compromiso, debió decirme.
Elisa se soltó llorando y a Sasha se le apachurraba el corazón al escucharla, y no comprendía porqué José actuó así, si algo le daba orgullo, era que era directo cuando terminaba o decía las cosas de frente, pero José no tuvo nada que ver con el camarero cuando él miró sólo a Elisa dirigirse al baño, le hizo una propuesta a un camarero de ir con él al baño a cambio de algo de dinero, José le dijo que sólo quería que lo dejara en paz una mujer, él no miró a Sasha porque la ocultó un hombre.
—No seas necio con la dama —dijo Orlando en la puerta y llevó a Elisa a su lado y cerró la puerta.
—Está bien —Elisa sólo asintió y se quedó a su lado.
Mientras Sasha llegó donde José y buscó su rostro.
—Eres mi amigo y te quiero mucho, estoy bien, así que no te preocupes —dijo Sasha tan tranquila con una sonrisa tan gentil cuando se escuchó el estruendo de una cachetada, y José volteó la cara a un lado.
—Eso jamás se le hace a una mujer, si la quieres dejar, no sólo la dejas, se lo dices de frente —dijo y le dio un rodillazo, ya que más o menos tenía noción de donde pegarle para darle en sus partes nobles—, nos vemos el domingo o lunes, o mejor me llamas el domingo para ver si aún sigo enojada.
Se notaba que Sasha estaba enojada con sólo hablar aunque su cara se mantenía seria, quizá era porque no lo podía ver, Jacob la tomó del brazo para que supiera donde estaba y se aferró así brazo, todos en el evento sabían de la ceguera de Sasha y se sorprendieron verla caminar tan segura del brazo de Jacob, Jacob era los ojos de Sasha y confiaba en él.
Un hombre de mediana edad se acercó a Jacob:
—Señor Meier, mi esposa ella no sabía....
—No sabía ¿qué?.... ¿no sabía que mi esposa estuvo al borde de la muerte o no sabía que su cuñada y su sobrina fueron las causantes de dejar al borde de la muerte a mi esposa? —la voz de Jacob era fría—, agradezcas a su esposa que pierda un buen negocio, ahora apártese de mi camino.
El hombre se puso pálido al escucharlo que sin alzar la voz Jacob tenía una voz demandante y más por lo frío que era, Sasha recordó cuando lo conoció y más aún cuando fue por ella para que cuidara de mí, el señor Ojeda se hizo a un lado, Jacob y Sasha continuaron su camino, la vista era espléndida al verlos caminar juntos, porque Jacob caminaba lento para que Sasha caminara como si realmente viera más que sombras, para los demás entendieron porque no se percataron de la discapacidad de Sasha. Al estar bajando las escaleras Orlando también llevaba del brazo a Elisa.
—¿Elisa vienes con nosotros? o ¿prefieres ir con Orlando? —preguntó Sasha.
—Yo no tengo inconveniente si vienes conmigo —dijo Orlando cuando Elisa volteó a mirarlo.
—Iré con Orlando —Elisa no quería interrumpir a la pareja, pero Jacob miró que Sasha volteó a donde él.
—Orlando, cuídala bien o Sasha te hará lo mismo que a José.
—¿Eh? pero soy tan caballeroso como tú con mi hermana.... cuidaré bien de ella, no te preocupes Sashis.
Las dos parejas entraron en sus respectivos autos, Jacob miraba la cara de preocupación de Sasha y pensó en todas las noches que ella estaba así por él, y más aún cuando chocó, le acarició la mejilla con gentileza:
—Estará bien con el tiempo.
—Lo sé, pero no entiendo a José ¿Por qué fue así de cruel con ella? —Sasha se recargó del hombro de Jacob.
—Tendrá sus razones, aunque hizo las cosas equivocadas.
Jacob no sabía que más decirle a Sasha, ya que fue despreciable lo que hizo José, no le haría nada porque tarde que temprano Sasha lo perdonaría, aunque pensó en una cosa de llenarla de trabajo, en cuanto a Ofelia, para ella tenía otra idea en mente, ya que ella está comprometida con el hijo de un senador, buscaría la forma de sacar los trapos sucios de esa mujer, no sólo arruinados su compromiso sino su reputación a mano en nacional.
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