La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 91

Azul estaba ordenando su escritorio, e intentó trabajar en algo como archivar o eliminar correo basura, quería llamar a Sasha y hablar con ella, pero no quería abrumarla y hacerla salir de casa deprisa, también se sentía muy desanimada, ya que sentía que no podría hacer su trabajo en otro Buffet, ya que este de Orlando tenía como meta no sólo tener más clientes y ganancias, sino el bienestar laboral de los empleados, por eso no había una guerra por clientes entre los colegas del edificio, pero sí con la competencia.

Orlando entró en la oficina de Azul, y al verla pensativa, este suspiró y habló con calma, fue un gran esfuerzo para él, ya que aún estaba enojado, pero no quería que Azul lo supiera.

—¿Por qué no me lo dijiste? —interrogó Orlando a Azul y esta se asustó al escuchar la voz de Orlando.

—Qué susto.... ¿de qué hablas?

—Azul, usualmente tengo mucha paciencia, pero estoy enojado y no la tengo justo ahora, ¿no me tienes confianza?

—Claro que te tengo confianza —dijo apresurada Azul.

—Entonces ¿por qué?

—Yo.... yo.... —Azul no sabía qué decirle y parecía sólo tartamudear.

—Azul, soy tu amigo más que tu jefe —dijo Orlando, y escuchar la palabra amigo el corazón de Azul se comprimía y no pudo articular palabra, y Orlando terminó suspirando.

—Parece que no me tienes la confianza suficiente —dijo Orlando y salió de la oficina, Azul quiso ir tras de él, pero sus pies no se movieron, su cuerpo tampoco la obedeció, le quería explicar, pero sólo quedó mirando la puerta cuando Orlando se fue.

Orlando parecía enojado al mirarlo, pero estaba dolido y sentía que su corazón estaba por romperse, cuando llegó al ascenso, se escuchó la voz de Jazmín que lo llamaba y Orlando volteó a verla con el ceño fruncido.

—Tomemos un café.

—Lo siento, pero estoy muy ocupado.

Jazmín frunció el ceño y con palpables celos dijo:

—Es porque tienes planes con Azul ¿verdad? Estoy al tanto de tu relación con ella, Orlando ¿por qué no me das una sola oportunidad contigo?

—Jazmín, sólo tengo una amistad con Azul, y no tengo porqué darte explicaciones de lo que hago, sólo eres una ex compañera de clase y nada más, en cuanto a darte una oportunidad, laboralmente te la di y sólo la desperdiciaste.

Orlando se dio la vuelta cuando se escuchó la campanilla de ascensor y se abrieron las puertas, Orlando no quería seguir hablando con Jazmín, cuando entró al ascensor puso el primer piso, al cerrarse las puertas se vio que bajaba. Jazmín sólo pudo mirar tal escena al igual que algunos que no pudieron evitar chismosear, después de todo hablaron en voz alta.

Azul por su parte quiso seguir trabajando, pero sólo miraba el monitor de la computadora, pero en su mente estaba Orlando en cómo se fue hace un momento, lamentándose por no ir tras él por cobarde, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por el timbre de su teléfono, sabía que era Sasha, ya que le puso un tono especial.

—Hola.....

Aún a través de la línea telefónica Sasha escuchó la voz de Azul triste:

—¿Por qué estás triste? ¿Qué te hicieron?

—No me hicieron nada.... más bien fui yo...

—¿Quieres hablar de eso?

—Sí, pero no por teléfono —dijo Azul y Sasha entendió que era algo muy personal.

—Estoy en casa, enviaré a alguien por ti, así comemos y me cuentas lo que pasó ¿sí?

—Sí —Azul no supo porqué en ese momento se soltó llorando, no sabía si era por lo de Orlando o porque Sasha era muy considerada.

—Azul, no llores, ya verás que podremos resolverlo, tranquila.

Sasha intentó que Azul dejara de llorar, pero cada que hablaba, Azul lloraba un poco más, después de unos minutos de que Sasha le hablaba, Azul se tranquilizó y ambas colgaron. Azul salió de la oficina y fue al baño donde se enjuagó el rostro, cuando iba a su oficina de regreso, se topó con Arturo.

—¡Hey! ¿No has visto a Orlando?

—Estuvo aquí hace bastante tiempo.

Arturo miró los ojos hinchados y aún un poco rojos de Azul:

—Entiendo, bueno, tendré que seguir intentando localizarlo por teléfono.

—¿Me ayudarías?

—Por supuesto que sí —dijo muy animada Sasha.

—Qué tal y se la preparan para Navidad, dejan todo listo el 24 y será un magnífico regalo de parte de Azul —dijo Jacob y Sasha le besó la mejilla.

Entre la comida planearon lo que harían para la sorpresa, Sasha se encargaría de llevar todo y Azul lo dejaría todo listo en la habitación de Sasha, y cuando le fueran a dar la sorpresa, Sasha se encargaría de llevar todo a la habitación de Orlando, Jacob sólo las escuchaba y veía sonreír a ambas aunque Azul estaba nerviosa por la sorpresa para Orlando, Azul se tuvo que ir, ya que aún estaba en horario de trabajo. Sasha y Jacob fueron al estudio, ya que Jacob trabajaría un poco desde este.

—Sasha, ¿qué pensaste de mí cuando sospecharon de un embarazo?

Sasha miró a Jacob y luego supo que sí había escuchado algo:

—Que me matarías.... No estábamos bien y nunca hablamos de tener hijos y supuse que no querías.

Sasha miró a Jacob y se acercó a él, y Jacob le tomó la mano y subió a sus piernas dejándola sentada de lado.

—Habría preferido que me abandonaras a lo que sucedió —Jacob le tocó el vientre a Sasha y pensó en que en estos momentos ella tendría 7 meses de embarazo, y Sasha tragó saliva antes de hablar.

—Quizá tendría 7 meses ahora pero.... ¿sería feliz? Yo soy feliz ahora por saber que me amas.

—¿Realmente eres feliz?

Sasha besó los labios de Jacob:

—Lo soy mi amor, perdimos un bebé, pero aún nos tenemos el uno al otro y sólo quizá podríamos tener más hijos, con tus ojos verdes o los míos azules o quizá una combinación de ambos.

Jacob acarició la nariz de Sasha con la suya:

—¿Qué hice para merecerte?

—Soy el obsequio de Sam para ti, mi amor —dijo Sasha y ambos se besaron con ternura y amor, Sasha pensaba que era yo quien los mantenía unidos y quien unió sus destinos, pero yo sólo fui una pieza para que sus destinos terminaran uniéndose, ellos estaban destinados desde hace mucho tiempo a estar juntos, yo sólo uní su camino y estoy feliz de que ambos estén tan enamorados el uno del otro.