La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 98

El día de año nuevo las parejas en la casa Martínez Ferrero eran más, mamá estaba feliz, porque ese año Joel y Orlando tenían pareja oficial, y más porque su hija pequeña al fin estaba con ella, aunque está casada con Jacob, mamá podía ir a visitarla y saber cómo estaba, aunque Sasha no parecía la misma de siempre, pero no importaba, ya que festejaban esperando el año nuevo.

A las doce en punto tuvo fuegos artificiales en el cielo de la ciudad para darle la bienvenida al nuevo año, en casa comieron las 12 uvas pidiendo los deseos o bendiciones a la familia, todo fue muy agradable, pero Sasha tenía aún en mente el primer día más triste en su vida.

El día dos de enero fueron al cementerio, ya que era el aniversario luctuoso de papá, aún había un poco de nieve en algunos sectores de la ciudad, cuando llegaron al cementerio se encontraron con algunos miembros de la familia Herrera, Jacob pudo ver cómo miraban con desprecio a Sasha, pero esta no los miró, sólo dio un simple saludo como cuando te topas a una persona extraña, fue directo a la tumba y colocó las flores, tocó el nombre de papá en la lápida cuando se quitó los guantes.

—Papá te extraño mucho, no sabes la falta que me haces, espero que el lugar donde estés no sufras, fuiste un buen padre y una buena persona, yo estoy bien al lado de Jacob, por favor si puedes cuidarme desde ese lugar, gracias por darme la vida junto con mamá, y perdóname por meter a la cárcel a tu hija Berenice, pero ya sabes lo que querían hacer, papá, gracias por tus historias que ahora eran acerca de la familia Ferrero y este lunar tan peculiar, vendré a visitarte después, papá.

Para todos Sasha sólo estaba ahí sentada tocando la lápida, no hizo más, ya que a ella le gustaba hablar con él a solas sin la familia Herrera, Jacob la acompañó, pero cuando les dio la espalda alguien habló.

—Se nota la culpa que tienes, después de todo eres igual a tu madre, sólo que tú lo dejaste cuando enfermó.

Sasha se dio la media vuelta y sonrió de lado con ironía:

—Creo que sólo ustedes son los que tienen remordimiento, porque yo lo cuidé hasta el último minuto, y ustedes, cada uno de ustedes ni siquiera quería visitarlo, ya que papá tenía que llamarles para que fueran a verlo —Sasha miró en dirección de la abuela Socorro, la madre de nuestro padre—, incluso su propia madre lo trató como si tuviera la peste...

—Cómo te atreves —dijo enojada Marcela, pero la abuela subió la mano para que deje de hablar.

—Suficiente, Marcela... —dijo un suspiro la mujer de la tercera edad.

—No has tenido suficiente con lo que le sucedió a tu esposo, ahora quieres mandarnos a todos a la ruina, toda la sociedad sabe cómo Sasha cuidó de mi hijo y como él la amaba tanto... lo siento Sasha, gracias por venir en el aniversario de tu padre —dijo lo último con sinceridad y Sasha sólo asintió y se dio media vuelta.

Después de ese día, la llegada del día de Reyes llegó muy rápido y Jacob le dio a Sasha un obsequio que era una bolsa de un diseñador mexicano, Sasha adoró la bolsa y luego Jacob le dio una gorra y una bufanda blancas por ser el día de la enfermera, aunque Sasha no sabía qué regalarle a Jacob, tuvo una idea y le obsequió un traje de enfermera sexy que ella usaría para él, esa noche Sasha se lo puso e hicieron el amor.

Después de Sasha poco a poco se apodera de la cocina, ya que no le gustaba el frío, prefería ya quedarse en casa, cada que Jacob llegaba a la casa, Sasha lo recibía con algún postre nuevo, para Jacob con que ella estuviera feliz era suficiente.

Los días fueron pasando sin alguna novedad, tanto que en un abrir y cerrar de ojos llegó el 14 de febrero, Sasha y las chicas fueron a hacer compras el día 13, ya que comprarían todo para esa noche especial llena de romance.

—Azul ¿no vas a comprar nada? —preguntó Natalia a quien ya se le veía abultado el vientre, Azul se sonrojó.

—Sí... pero no creo que mi sueldo alcance.

—Te cooperamos —dijo Elisa quien se media por encima un disfraz sexy de una diablita.

—Di que sí —dijo Viridiana dando vueltas a unas esposas con peluche.

Sasha llegó corriendo y le puso en las manos un traje a Elisa, después una mujer llegó:

—Ese traje es mío....

Miró a Elisa que lo llevaba en las manos.

—¿Se va a poner con una embarazada? —dijo Viridiana con tono incrédulo y la mujer miró a Elisa y a Natalia, Viridiana alzó una ceja.

—Somos un grupo de embarazadas, ¿algún problema? ¿O es que no podemos disfrutar del sexo sólo por estar embarazadas? —lo dijo tan fuerte que las pocas personas que estaban en la tienda voltearon a verlas.

—Como sea, hay mejores trajes —no le quedó más a la pobre mujer.

—¿De qué es el traje? —preguntó Natalia.

Sasha se sonrojó un poco:

—Es de un Cupido sexi... y era el último, lo siento Elisa.

—No importa para eso, somos amigas... estábamos hablando con Azul sobre que cooperamos para comprar lo que quisiera.

Sasha miró a Azul y luego a las chicas, y toció un poco para aclarar su garganta.

—Ella y Orlando aun no hacen nada —dijo bajito y Azul se puso roja cuando se escuchó un ¿¡qué!?

—Bueno, si es así... podemos recrear como te gustaría tu primera vez con Orlando —dijo Natalia.

—Un hotel —dijo Viridiana.

Al día siguiente Sasha se despertó temprano por la alarma programada, olvidando que Jacob se despertaba con cualquier cosa y más si ella se movía.

—¿Por qué mi esposa tiene la alarma tan temprano? —preguntó Jacob abrazando hacia él a Sasha.

—Voy al mercado de flores con las chicas —dijo Sasha.

—Ok, pero voy contigo, y te dejo donde quieras.

—No, tengo que hacer cosas con las chicas y necesito un auto —dijo Sasha nerviosa.

—Te llevo, Sánchez y Benítez llevarán otro auto.

A Sasha no le quedó más que aceptar, después se dieron un baño y salieron de la casa, Jacob iba conduciendo, era raro que condujera cuando iba con Sasha, pero a ella le gustaba verlo conducir, cuando Jacob se detuvo en un semáforo rojo miró a Sasha.

—¿Por qué me miras tanto, amor?

—Es que te ves más guapo conduciendo —dijo Sasha sin dejar de mirarlo—, me voy a poner celosa de las mujeres que te ven conducir.

Jacob se rio y llevó una mano de Sasha a sus labios:

—Si te molesta, sólo conduciré cuando salgamos juntos ¿te parece?

Sasha asintió, Jacob miró al frente justo cuando cambió a verde el semáforo, fueron por las chicas que se llevaron una sorpresa al ver a Jacob, pero lo que les llamó la atención fue las Jeep que ese día usaban, las dos tenían tres filas de asientos, por lo cual todas cabían en un solo auto.

Jacob las llevó al mejor mercado de flores, las mujeres compraron tres metros cuadrados de rosas, el hombre al que se lo compraron quedó encantado con la compra tanto que les llevó las flores a domicilio, cuando llegaron al departamento de Orlando, esperaron hasta que se fue para entrar, aunque tuvieron que dejar las rosa en recepción, subieron las rosas y Sasha abrió la puerta del departamento y puso la clave de la alarma.

Cuando Jacob se fue, comenzaron con los preparativos, dieron una trapeada al piso para reutilizar los pétalos después de dejarlos secar, después cortaron los pétalos a las rosas, los cuales pusieron en bolsas ecológicas hechas de tul, tardaron bastante en quitar los pétalos.

Hicieron el camino con las velas y pétalos hacia la habitación principal donde pusieron una mesa de jardín, también pusieron pétalos en la cama en donde se formaba un corazón dejando sin pétalos las iniciales “A Y O”, en la tina también dejaron pétalos para cuando la llenaran, así lo hicieron en cada casa, después cada una regresó a su casa, aunque Elisa vivía con sus suegros, estos se fueron de viaje para pasar San Valentín en una playa.

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