La Reina Top tras su Renacimiento romance Capítulo 1

"¡Ay!".

El agua hirviendo cayó directamente sobre ella y el grito desgarrador y agudo de la mujer resonó en el sótano oscuro, parecía el aullido de un fantasma vengativo.

"La gran Sra. Santos, ¿quién iba a saber que tendrías un final así? Vanessa Santos, mira cómo estás ahora, peor que un fantasma". Lorena Joya estaba apoyada en los brazos de un hombre y mirando desde arriba a la mujer que estaba en el suelo con una sonrisa burlona. Su rostro hermoso y arrogante mostraba una satisfacción mezquina que daba asco.

El hombre rodeó su brazo por la cintura de ella y acarició suavemente su piel con las yemas de los dedos: "Lorena, ¿para qué perder el tiempo con esta perra? Mejor aprovechemos para darnos amor".

Con un torrente de obscenidades en sus oídos, Vanessa levantó la cabeza con dificultad. Su rostro estaba irreconocible por las quemaduras del agua caliente y sus ojos hinchados y rojos la miraron fijamente a ella y al hombre que tenía delante.

Lorena e Iván Lagos.

La hermanastra en quien confiaba y su prometido.

Los había ayudado con su influencia a entrar en Montebello y ascender rápidamente, pero ellos la habían drogado y encerrado en un sótano, la dejaron en un estado menos que humano.

¡Cuánto odiaba!

¡Realmente los odiaba!

Con una sonrisa satisfecha, Lorena observó su agonía y su voz dulce era venenosa: "Por cierto, Vanessa, todavía no sabes, ¿verdad? Al saber que quedaste paralizada, tu abuelo sufrió un derrame cerebral y murió. Tu tío y su familia ahora están enfrentando la cárcel, están demasiado ocupados como para salvarte".

Vanessa se estremeció violentamente. Su abuelo siempre había sido saludable, ¿cómo pudo haber tenido un derrame...?

Y su tío, ¿qué pasó con él?

¡Seguramente fue una trampa de Lorena e Iván!

"¡Perra!". Vanessa sollozó en la desesperación.

La sonrisa de Lorena se hizo más amplia, aunque en su rostro había una expresión de falsa tristeza: "Cuñado, mira, mi hermana me llamó perra... me duele mucho...".

Lorena agarró la muñeca de Vanessa e inyectó todo el contenido de la jeringa en su cuerpo.

El dolor se extendió por todo el cuerpo de Vanessa, era como si miles de hormigas la mordieran y un martillo golpeara su cerebro una y otra vez. La medicina tenía un efecto estimulante, lo que le impidió desmayarse, solamente le quedaba soportar el dolor hasta la muerte...

Cuando la conciencia de Vanessa estaba a punto de desaparecer, se escuchó el ruido de un auto desde abajo, y al mismo tiempo, la puerta fue derribada con fuerza, y una sombra alta y apresurada corrió hacia arriba.

¿Era... Armando?

Le había hecho mucho daño, ¿cómo podría ser él?

Vanessa no veía nada claro y sentía sus párpados pesados, ella se sentía resignada, realmente resignada...

"Lorena, Iván, la próxima vez... la próxima vez...".

¡Ella juró que no les iba a dejar descansar en paz!