La secretaria Indomable romance Capítulo 73

Llegamos, a la villa Bill, Papa entra con ella cargado en sus brazos, aunque la quise llevar yo él, insistía. Pues es un hombre fuerte, lo dejo llevarla. La gente de servicio, una vez visto a papa, se inclinan en saludo. 

La dejamos en su recámara, aunque hace mucho, que nos es usada. Pero papa siempre decía, este será su lugar hasta que ella, nunca más quiera volver en ella. Siempre será hija de esta casa.

Él pide, un paño húmedo y lo deja en su frente, prende el aire y habla en tono rudo y con frialdad. Todo salimos y la dejo sola. Lo miro y me quedo un poco quieto. Este hombre tiene mucho que contarme. Y ella, ahora siento una punzada de curiosidad, esta mujer es mucho más de lo que yo creía. Claro mucho más.

_ ¡Ven al estudio!

Nos dirigimos al estudio. Él se sienta y seca el sudor en su frente. Le entregó un vaso de whisky y él, retira su corbata y se relaja más.

_ ¡Papa, con la de hoy son tres ataques!

_ ¿Qué piensas hacer?

_ ¡Lo de siempre, hacerle pagar!

_ ¿Sabes, quienes son?

_ ¡Sí!

_ ¡Porque no mandas a realizar este trabajo, te quedas aquí! ¡Será mucho más conveniente, este ataque es la provocación para que los enfrentes! No son idiotas

Hablo la voz, de la sabiduría. Este viejo sabe de estrategia más que nadie. Con esta razón se ha mantenido en pie, en esta jungla, de leones y lobos. «Si quieres sobrevivir, tienes que arrancarle el coronillo, al lobo, y el pelaje del león. Domarás el mundo, cuando todo ven que eres más foros que ellos»

Estas palabras, me la dijo cuando apena tenía dieciocho años. Lo miro y siento, que estoy volviendo los viejos tiempos. Y mirándome seriamente, con sus ojos carmesí. «El león, no te invita a un valle para dejarte sin vida, te invita a la provocación, y una vez provocado lo suficiente, como hombre de poca madurez, contracaras con tu presencia» 

Sus palabras eran como daga clavada en mis pechos. Solo tenía que decirme, y ya no había necesidad de decirme todo este sermón. Lo miro y clavo mi mirada con la suya. Un padre que te instruye de manera severa. No es que no te ame, sino que no permite a un hijo blando,al mando de su poder, construido por generaciones.

_ ¡Escucha mis palabras, Jack, y sabrás qué hacer! ¡Dicho esto se marchó, pero yo lo frené, aún faltaba cosas que decirme! Sobre ella.

_ ¡Patrón, Katty…?!

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La secretaria Indomable