Libido +18 romance Capítulo 45

“Esa es solo mi opinión. Lo que Charlie no sabe…”

Ariel quería defenderse por sí misma, pero no esperaba que Charlie hablara primero.

“Estos dos vestidos son iguales, ni siquiera yo puedo distinguir cuál es real.”

“Charlie, ¿necesitas que busques a un experto para que estés convencido? ¿Qué pasaría si los avergonzara en este momento?”

“Entonces busquemos un experto para que le dé un vistazo.”

Lo dijo sin más remedio.

Ariel estaba sorprendida cuando escuchó eso.

¿Pero qué demonios?

También querían buscar a un experto. Se iba a morir de pena si encontraran a uno.

Ella tiró de la manga de Charlie con mucha desesperación.

Pero Charlie no le tomó importancia y simplemente miró hacia atrás, mostrando que no debía preocuparse de nada.

¿Pero cómo iba a estar calmada?

Su corazón estaba acelerado, y ella comenzó a sudar.

Luisa y Sophia la vieron en ese estado, y estaban muy contentas de poder avergonzarla.

A ellas no les importaba que Charlie no tuviera miedo de hacer el ridículo.

Luisa llamó a un diseñador de moda profesional para que le dijera la autenticidad de las dos prendas.

Incluso le pidió a la sirvienta de su casa que le trajera la factura del vestido.

El diseñador tomó una lupa y se puso en cuclillas en el suelo para mirar cuidadosamente sus faldas. Se quedó mirándolas por más de diez minutos.

“¡Diles a todos que tiene puesto una imitación!”

Luisa cruzó sus brazos y quería cantar victoria.

El diseñador le dio una mala cara.

Luisa estaba descontenta cuando lo vio dudando de ella.

¿Acaso ella era la que estaba equivocada?

“Revela la verdad de una vez. A Charlie no le importa, ¿no es así?”

“Señorita Luisa, he confirmado que el vestido que usted lleva puesto es una imitación.”

“¿Qué?”

Luisa gritó al escuchar eso, y miró al diseñador con los ojos bien abiertos.

Ariel se sorprendió muchísimo cuando escuchó eso.

¿El diseñador estaba mal de la cabeza?

¿O Charlie le había pagado para que fingiera todo?

“¿Lo viste bien? ¿Cómo puede ser falso? Míralo bien.

¡Aquí está la factura! ¡Hasta tiene la marca

famosa escrita en ella!”

Sophia le dijo: “Esta factura también es falsa. La he verificado. Los diamantes en la falda de la señorita Ariel son diamantes Cartier, que son de alta calidad. El de la señorita Luisa parece ser genuino, pero la confección del vestido, así como el material y la textura de los diamantes no parecen de buena calidad. Puede deberse a que el costo de la producción era muy bajo. Puedo concluir que el vestido de Luisa es la imitación y el de Ariel, es el original.”

“Eso... ¡Eso es imposible!”

Luisa y Sophia no sabían qué cara poner. ¡Solo tenían cara de vergüenza!

“Señorita Luisa, su novio no es honesto. ¿Por qué le regalo una imitación?”

Charlie le dijo en voz baja.

Luisa no aguantó escuchar esa verdad y cayó sobre una silla.

“Luisa, ¿estás bien?”

Sophia preguntó con preocupación.

“Él me dijo que era un regalo adelantado antes de casarnos. ¿Todavía quiere casarse? ¡Voy a ajustar cuentas con ese bastardo!”

Luisa salió corriendo sin mirar atrás.

El espectáculo había terminado por completo.

Ariel estaba confundida, se acercó a la oreja de

Charlie preguntó en voz baja: “¿Qué ha pasado? ¿No era esto una imitación?”

“Tal vez compré una de mejor calidad. Ella compró una de baja calidad y todos se dieron cuenta.”

“Ya veo. ¡Con que fue así!”

Ariel exhaló un suspiro de alivio. Un vestido tan caro necesita millones de dólares. ¿Cómo podría Charlie pagarlo?

La imitación de alta calidad podía confundir hasta a los expertos. ¡Era algo extraordinario!

Ella ya no tenía miedo, enderezó la espalda y miró el feo rostro de Sophia.

Querían ridiculizar a Ariel, pero les salió el tiro por la culata.

¡Ellas se lo merecían!

Sophia estaba tan enojada que apretó los dientes y los puños.

“Regresaré a mi habitación para cambiarme de ropa. Perdónenme si no los puedo acompañar.”

Sophia suspiró al terminar de hablar, no quiso seguir sintiéndose avergonzada, por lo que se fue de inmediato.

Ariel entró en el área de comida y se comió un pastel de crema con mucha satisfacción. Sentía una felicidad inexplicable.

Charlie la vio así, y comenzó a sonreír.

A él no le gustan los dulces. Pero viendo lo dulce que era ella, sentía que engordaba.

Ariel se atragantaba y él se apresuró para darle un vaso con jugo.

También le dio una suave palmada en la espalda y dijo de mala gana: “Todo eso es tuyo. Nadie te lo va a quitar. Come con calma.”

“¡Estoy muy feliz!”

Tomó un sorbo del jugo y dijo con una sonrisa: “Yo creo firmemente que después de sobrevivir un desastre, tendré buena suerte. Compartiré mi suerte contigo, ¿quieres la mitad de ella?”

“Está bien.”

Charlie le dijo con una voz cálida.

Él no quiso platicar con los demás, solo siguió a Ariel.

Las otras invitadas no querían tocar las comidas altas en calorías, en cambio a Ariel le encantaba comérselos.

¡Charlie tenía miedo de que, si le quitaba el ojo por un segundo, se le escaparía esa cerdita!

Ariel había tomado muchas bebidas y tuvo que ir al baño.

Antes de entrar, escuchó a alguien susurrar en el baño.

La voz no era alta, pero sí pudo escucharla.

“Ese es el famoso Charlie. No parece humano. ¡Y se ve muy aterrador!”

“Yo quise vomitar todo lo que comí cuando lo vi. Si se ve así, ¡mejor que no salga a la calle!”

“¿Viste lo que hizo Ariel? Luisa tuvo mala suerte esta vez. ¡Qué vergüenza llevar un vestido de imitación! ¡Ella no es digna de estar con nosotras!”

“El cabecilla de la familia Santos aún sigue vivo. ¡Esperemos cuando muera para ver si Ariel es tan atrevida! ¡El padre de Piper heredará el negocio familiar y ciertamente no tolerará a ese Charlie! Será mejor que nos ganemos la amistad de Sophia. ¡Ella será la esposa de los Santos en el futuro!”

Ariel se sintió mal cuando escuchó eso. Sentía como si una fina aguja le atravesara el corazón.

Ella supuso que habría chismes en la fiesta.

Respiró hondo y entró al baño.

Y en un instante, todas ellas se quedaron calladas.

Ariel dijo con sarcasmo: “No sabía que había gente en este baño, iré al de arriba. Este baño es muy estrecho, no están muy cerca de la otra, de lo contrario olería mal.”

Luego apretó su nariz y dio media vuelta.

Esas mujeres estaban llenas de ira.

Ariel estaba un poco más calmada cuando salió. Sabía que no podía discutir con ellas, así que al menos tenía que insultarlas de alguna forma.

Ariel subió las escaleras y no encontró el baño. Escuchó unos pasos detrás de ella y sintió que alguien la abrazaba con mucha fuerza.

“Preciosa. ¡Lo que tienes puesto esta noche es tan hermoso que me puso excitado! ¡Te seguí hasta

aquí arriba viéndole el trasero y quise comérmelo!”

El corazón de Ariel se detuvo cuando escuchó su voz.

¡Era Piper!

Ella reconoció su voz.

“¡Suéltame!”

Ella gritó de pánico.

Piper se dio cuenta de que no era la voz de Sophia e hizo que se girara. Después de confirmar quién era, Piper frunció el ceño y dijo: “¿Qué haces aquí?”

En ese momento, Sophia empujó la puerta y los vio muy pegados. Se enojó de inmediato.

“¿Qué estás haciendo? Ariel, ¿todavía quieres seducir a mi novio? ¿No te da vergüenza?”

Sophia corrió hacia donde ella, la agarró del brazo y la empujó al suelo.

Incluso con la suave alfombra en el suelo, sintió mucho dolor por la caída.

“¡No hice nada!”

“¿No? ¿Crees que soy ciega? ¡Te lo advierto, si vuelvo a encontrarte así, te golpearé!”

Sophia le dijo con mucha rabia, y en ese momento, escuchó detrás de ella una voz muy tenebrosa.

“¿Quieres golpear a mi prometida? ¿Te di permiso?”

Sophia saltó del susto y se volteó para ver quién era.

Charlie se acercó. Sus ojos estaban llenos de ira, como si quisiera matar a alguien.

Al verlo, ella sintió escalofríos por todo el cuerpo.

Se acordó de la última vez que Charlie vino a buscarla para tomar venganza por Ariel, esa vez ella fue abofeteada.

Sophia estaba muy asustada. Ella jaló a Piper y dijo: “Dile a Charlie que ella trató de seducirte. ¡Cuando la vi me enojé tanto que la empujé! ¡No la iba a tratar así sin ninguna buena razón!”

Ella esperaba que Piper aclarara las cosas, pero él también estaba asustado de Charlie.

Recién se había recuperado de su lesión y no quería volver a ir al hospital.

“Tío Charlie, fue un malentendido. ¡Todo fue un malentendido!”

Charlie ignoró a esas dos personas que estaban temblando de miedo. Dio un paso adelante y ayudó a Ariel a levantarse. La miró de arriba abajo con cuidado para asegurarse de que ella no estuviera herida.

La agarró de la cintura, la sostuvo con fuerza en sus brazos y le dijo a Sophia: “Te daré una paliza si esto vuelve a pasar. Siempre he tenido una mala reputación. Y no me importa si los medios de comunicación dicen que me gusta golpear a las mujeres.”

“Yo... no lo volveré a hacer…”

Sophia no sabía qué más decir y apretó los dientes.

Charlie miró a Piper, y él asintió con la cabeza antes de decir algo: “Yo tampoco lo volveré a hacer, tío Charlie.”

“Bueno, aunque no sé si me gusta golpear a las mujeres o no, si me gusta educar a mi sobrino. Después de todo, mi hermano y mi cuñada siempre están ocupados y se olvidan de disciplinarte. Me alegra saber que puedo ayudar a mi hermano y mi cuñada en eso.”

“No... No es necesario, tío. Yo mismo lo haré.”

“Eso suena mejor.”

Este Charlie solo tiene la protección del cabecilla. Cuando el cabecilla muera, ¡quiero ver cuánto tiempo pasará para que vengas a pedir misericordia!

Ariel bajó las escaleras y se apresuró para ir al baño.

Casi se le explotaba.

Después de salir del baño, no pudo evitar comenzar a regañar a Charlie.

Un hombre debe ser discreto. Si tiene un perfil tan alto, es fácil meterse en problemas.

Ya era difícil convivir con toda la familia Santos, y ahora no quería dejar de tener problemas con Piper.

“¡Charlie, no deberías meterte en los asuntos de la generación más joven!”

“Sí, ya sé.”

“Charlie, no deberías ser tan despiadado. Pareces aterrador. Si siempre estás tan serio, ¿cómo la gente quiere socializar contigo?”

“Entiendo.”

“¿Puedes tratar mejor a Piper?”

“Claro que no."

“Este…”

Ariel notó que estaba enojada y le dijo: “Charlie,¿puedes mejorar tu temperamento?”

“He mejorado mucho. ¿No ves que soy muy cordial?”

“Cordial, ¿tú?”

Ella no supo qué más decirle.

La fiesta aún no había terminado y ella no quería irse temprano por respeto.

Se llevó a Charlie a una esquina, y se quedaron ahí comiendo y bebiendo.

Estos dulces que eligieron para la fiesta estaban exquisitos.

A Ariel le gustaba demasiado.

Desde pequeña no pudo saborear los dulces de la casa porque Sophia siempre se los comía primero y no dejaba nada para Ariel.

Ahora no iba a perder la oportunidad de comer hasta llenarse por completo.

Tomó todos los pasteles deliciosos y los puso en frente de Charlie. Había escogido los mejores para compartirlos con él.

Ella no aguantó y tomó el primer bocado, también le insistió en que probara.

Charlie notó su alegría en los ojos, vio que se le iluminaron de felicidad.

No quiso rechazarla y dio un mordisco.

Estaba muy dulce…

“¿Está delicioso?”

“Muy delicioso.”

“Claro que sí. Estos son todos los pasteles favoritos del chef. Pruébalos. ¡Buscaré más si no son suficientes!”

“Está bien.”

Él le dijo sonriendo.

Ariel era una comelona. Se había comido dos platos en menos de diez minutos.

Después de terminar de comer, se fue muy contenta para buscar más comida.

Algunas invitadas la vieron y no pudieron evitar reírse.

“¿Acaso Charlie no le da de comer? Parece una muerta de hambre.”

“Tienes razón. ¡Qué vergüenza! ¡Parece una puerca comiendo!”

Ariel acababa de tomar una galleta con crema. Pero cuando escuchó eso, sus dedos temblaron un poco y lo dejó.

Ella solo se preocupaba por sí misma y olvidó que podía dañar la reputación de Charlie.

Quería seguir comiendo, pero no se atrevía a agarrar los dulces.

Estaba a punto de darse la vuelta y marcharse, pero se chocó con alguien.

Charlie estaba parado detrás de ella y le bloqueó el camino.

“¿Qué estás haciendo?”

Ella no sabía qué decir.

“¿Qué te gustaría comer?”

Charlie preguntó.

“No quiero comer. ¡Ya estoy llena!”

“No importa cuánto comas, nunca engordaras. ¿De qué tienes miedo? Mira a tu alrededor, ¿qué mujer en esta fiesta se atreve a comer tanto como tú?”

“Tú...”

Varias mujeres que estaban cerca se enojaron.

Ellas cuidaban mucho de sus cuerpos. No comían estos alimentos con mucha azúcar, sólo comían frutas y prestaban atención a las calorías que consumían.

Ariel estaba ofendida cuando escuchó eso. Ella no había entendido lo que él estaba haciendo.

Charlie debió haber escuchado a esas mujeres hablar de Ariel, por lo que salió a ayudarla.

Lo que le dijo la había hecho enojar muchísimo. “¡Como demasiado, parezco una puerca!”

“¿En dónde te pareces a una puerca? Tu cuerpo se ve muy bien y tu cara es hermosa. Incluso si fueras una puerca, serías muy encantadora, te verías mejor que las personas a tu alrededor.”

Ariel quería reírse cuando escuchó eso.

Charlie no solo la estaba halagando, ¡sino también insinuaba que las otras mujeres se veían peor que las puercas!

Hace poco le dijo que mantuviera un perfil bajo. ¡Y ahora quería provocar un escándalo!

No sabía si estaba actuando o no le importaba un bledo lo que decía.

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