Puedo sentir como sus ojos me juzgan, noto su cara de decepción. Enojada, se va sin preguntar o pedir alguna explicación; voy detrás de ella, tengo que darle una explicación, es amiga de mi novio, entiendo su molestia. Tomo de su brazo como puedo y la jalo.
—Jaime, no es como piensas.
— ¿No? ¿Entonces que fue ese beso?... Mallory, sé que Trevor está detrás de ti, pero tienes novio y es mi mejor amigo, no puedo dejar esto de desapercibido.
—Lo sé, pero él me beso, me tomó distraída.
— ¡Por dios Mallory!, si fuera por desapercibida no hubiera metido su lengua en tu boca. No le hubieras permitido el acceso.
—Me mordido. Jaime por favor no le digas nada a Jaxon.
— ¿Qué no le diga nada? Es mi amigo no puedo quedarme cayada.
—Por favor Jaime, se enojará si le digo.
—Y tendrá el motivo para enojarse —insisto en que no le diga y ella cede —Está bien no le diré, pero tú sí. Se lo tienes que decir o de lo contrario yo lo haré.
—Entiendo, pero hoy no. Solo dame hasta mañana.
—De acuerdo. Volveré adentró, deberías hacer lo mismo.
Molesta, se da la vuelta y entra al lugar, voy detrás de ella y me siento en el mismo lugar, bebo un gran trago de soda. Busco a Jaxon con la mirada y lo encuentro mirándome, le sonrió y me devuelve la sonrisa. Deja de verme para volver alejar a Roxanne, a pesar de que ya sabe que Jaxon tiene novia no le cree y sigue insistiendo.
Después de una hora no volví a ver a Trevor, eso me mantuvo relajada. Salimos del local no sin antes pagar, me despedí de todos, caminé dos cuadras y me detuve en una tienda. Anteriormente Jaxon me envió un mensaje diciendo que lo esperará para irnos juntos; lo espero unos segundos más y aparece con su auto, no lo dudo y subo al auto.
Nos dirigimos a mi casa y al llegar ambos bajamos del auto y entramos.
—Estoy algo mareado —dice.
— ¿Quieres un café?
—No gracias, solo dormiré un poco.
—Ve a descansar.
Jaxon se acerca para besarme y al sentir sus labios, el amargo recuerdo de los labios de Trevor me asquea. Trato de no hacer notable que no me agrada, Jaxon no se percata de mi disgusto y contento se adentra la habitación a ducharse. Mientras se baña, lo sé por escuchar el agua de la regadera, me preparo un café, listo con el café entro a mi habitación. Clark me grita desde la puerta que me espera para bañarnos juntos; me termino el café y en segundos me quito la ropa y me meto al baño.
El baño fue tranquilo no hubo nada de morbo solo Jaxon me baño y yo a él. Después nos secamos y nos pusimos el pijama, al acostarnos en la cama caímos rendidos.
Termino de revisar los correos y tomo mi bolsa para salir a comer. En el pasillo me encuentro con Jaime revisando las fotos, ella deja de ponerle atención a los documentos y me mira.
— ¿Ya le dijiste? —me recuerda lo que tengo que hacer.
Sé que tengo que decirle, lo estuve pensando toda la mañana, busque las palabras adecuadas para que no se enoje, pero es imposible, se enojará.
—Aún no —confieso.
—No tardes. Tienes el resto del día —sé que hice mal, pero ella no debe hablarme de esa manera. Parece comprender mi disgusto —Esto lo hago porque conozco a Jaxon, le molesta que no sean sinceros con él, te lo digo por experiencia, no quiero que ambos salgan perjudicados... Además, ante toda pareja deben ser sinceros uno al otro.
—Sé lo diré.
—Ok, ¿Vamos a comer juntas o saldrás con Jaxon?
— ¡Shhh! —con la exclamación le digo que baje la voz. —Te podrían escuchar los trabajadores; además no podemos hacerlo.
—Cierto, entonces vamos juntas.
Salimos del edificio y caminamos para buscar un local de comida. Jaime no es mala persona; tiene razón, entre parejas debe haber confianza, de todos modos, le tengo que decir, pero me aterra la idea que Jaxon explote y la campaña se venga abajo, eso es lo que me da miedo que por mi culpa se cancele el proyecto.
Regresamos a la empresa, cada quien siguió con su trabajo. Después de pensar mucho por fin me armo de valor y camino decidida a la oficina de Clark. Toco la puerta y de inmediato me permite la entrada, al entrar lo veo trabajando en su computadora, se ve tan tranquilo.
— ¿Qué sucede?
Siento los pies pesados y no me permiten avanzar, él lo nota.
—Pasa, no te quedes en la puerta.
Demonios, se me fue la seguridad, de tan solo verlo me puso muy nerviosa. Entro con timidez y me quedo enfrente de su escritorio. Aún con nervios, paso mis manos por la falda para limpiarme el sudor.
—Tengo que hablarte de hablo serio —mi voz sale entre cortada.
—Dime. Te escucho —deja de trabajar y concentra su atención en mí.
—Primero, lo que sea que te diga lo tomarás con calma.
—No. ¡No me digas que estás embarazada! —se asusta.
— ¿Qué?, no, no es eso.
—Por dios, ya me estaba pensando el sermón de tu padre —se relaja.
—No es eso, es otra cosa...
No termino de habla, el nudo en mi garganta no me lo permite. Su mirada grisácea me hace sentirme pequeña. Sé mi error y tengo que afrontarlo.
—Ayer en la noche Trevor y yo nos besamos —escupo las palabras.
Su mira me perfora el alma al comprender mis palabras. Se pone tenso, bruscamente se levanta de la silla, sus penetrantes ojos no dejan de verme, ni siquiera parpadea. Tengo miedo.
—Fue un accidente. Él me tomo desapercibida. Yo no quise hacerlo, perdóname —ni yo sé cómo explicarle, trato de hacerlo para que entienda mejor la situación, pero solo lo empeoro.
— ¡Si! —todo el personal asiente.
Jaxon es el primero en salir y después los demás, por último, me quedo yo, al salir Trevor me mete de nuevo a la sala.
— ¿Qué es lo que quieres? —con fuerza alejo mi brazo de su mano.
—Entiendo tu molestia.
—No quiero volver a hablar contigo al menos que sea trabajo… y una cosa más, no te quiero cerca de mí al menos tres metros de distancia —escupo mis palabras con rabia.
—Te lo dije ayer, el beso es lo único que te pedí ya no te molestaré más. Pero no quiero que estés enojada conmigo.
—Cómo quieres que no me moleste contigo si por tu culpa mi novio se enojó conmigo.
Las lágrimas se me acumulan en los ojos la fría indiferencia de Jaxon.
— ¿En verdad tienes novio o solo estas fingiendo?
—Te dije que tengo novio.
—Te creeré. Entonces somos amigos.
—No, la única relación que tenemos es de trabajo nada más.
Realmente estoy enojada con él. Salgo de la sala molesta, lo bueno es que sé que Clark no lo golpeo, le reclamo o lo más importante eliminar el proyecto.
***
El día del viaje inesperado llego. Todo el personal está en las camionetas en mi espera, soy la última en llegar. Solo hay cuatro camionetas dos para los empleados el cual ya no hay lugar, otra de Trevor junto a Roxanne y otra para Jaxon con Jaime.
—Mallory, ven con nosotros —dice Jaime al verme quedarme de pie pensando en donde me iré.
La idea de viajar con Clark durante tres horas y enojado no me hace tan grata la idea, pero no me quiero ir con la odiosa de Roxanne y con Trevor.
—Jaime, vámonos, es tarde —habla Jaxon.
Se da la vuelta y se sube a la camioneta. Con ese comentario entendí todo.
—Tranquila Jaime. Iré en la camioneta con Trevor.
— ¿Segura? —no está conforme con mi decisión.
Asiento, sin protestar se va con Jaxon quien ni siquiera me volteo a ver, con una gran incomodidad en mi pecho me subo en la otra camioneta y partimos a Triberg.
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