El viaje fue tranquilo, no me lo esperaba. Trevor se puso los audífonos y se durmió, Roxanne solo se dedicó a ver su teléfono y el conductor no dijo nada, yo solo me fije en el paisaje, nos detuvimos una vez para ir el baño y comprar insumos. Retomamos el camino y no tardamos en llegar porque la pista estuvo despejada. Llegamos a un hermoso lugar, me encanta la idea de estar aquí.
Todos bajan y toman sus pertenencias y nos reunimos.
—Las cabañas que se rentaron son tres habitaciones, cuádruples, dos dobles y las individuales, una es para Trevor y una para mí. Pueden repartirse las habitaciones como ustedes quieran —comenta el jefe.
Jaxon le entrega unas llaves a Trevor para luego irse. Jaime agarra rápidamente una llave de habitación doble y se acerca a mí.
—Tú y yo estamos juntas —me dice alegre enroscando su brazo con el mío.
Le doy una sonrisa de aprobación y nos vamos a nuestra cabaña. Al entrar me asombro por lo hermosa que es, a lado tiene una silla mecedora para apreciar la vista, realmente es magnífica. Acomodamos nuestras cosas y en eso a Jaime le llega un mensaje.
—Tenemos el día de hoy para descansar, mañana nos quieren temprano para arreglar el set.
—Ok.
A pesar de estar en este hermoso lugar mi humor no tiene ánimo desde que Jaxon no me habla, ni siquiera me manda mensaje, yo si le he mandado mensajes, pero no los lee.
— ¿Por qué te fuiste en la camioneta con Trevor? —la voz de Jaime me hace reaccionar.
—Jaxon está enojado conmigo. Le dije lo del beso, se enojó; por lo visto no le reclamo a Trevor, pero a mí me dejo de hablar.
—Ahora entiendo su humor. ¿Desde cuándo están enojados?
—Desde hace tres días —digo con poco humor. En verdad esto me afecta.
— ¡Ay amiga!, solo deja que se le pase el coraje, hiciste bien en decirle... ¿Estás triste verdad?
—No tienes idea cuánto.
No pude contenerme y me puse a llorar, me hacía falta hablar con una amiga y Jaime es la indicada. Me abraza mientras me consuela con sus palabras de que todo se arreglará. Después de llorar salimos a recorrer el lugar, pero como ha anochecido ya no visitamos el mercado. Regresamos alegres con paquete de cervezas y comida para platicar en nuestra habitación, yo omití beber, solo comí.
El resto de la noche platicamos sobre nuestros secretos, lloramos y reímos como todas unas adolescentes. Realmente me ayudo platicar con ella me desahogue como nunca, ahora me siento más tranquila, pero sigo triste por Jaxon, me sigue ignorando.
Nos levantamos temprano y nos arreglamos para después salir de prisa a arreglar el set. Antes de comenzar con el trabajo nos reunimos para desayunar, al terminar de desayunar nos dividimos el trabajo.
Terminamos de arreglar el set en dos horas, solo esperamos a que terminen de arreglar a Trevor. Yo por ratos vigilo a Clark y como siempre tiene encima a Roxanne a su lado, en este momento ella es lo de menos, sé que Jaxon no la mirará. Recuerdo que en todo el día no me miro, ni siquiera por trabajo.
Trevor sale con bóxer junto con una modelo que llego después, ambos se pusieron frente a la hermosa cascada y empezaron a posar. Me ubico atrás de todos para no ser vista.
Sin poder contenerme contemplo a Jaxon, su vestimenta tan primaveral me encanta, se ve sexy y más con su cabello desarreglado. Lo extraño, realmente estoy mal, me siento culpable, pero yo no quise besar a Trevor no debería estar enojado conmigo.
Nos llevamos todo el día cambiando de lugar y arreglarlos. Regreso a la actualidad cuando Nora la maquilladora me pide ponerle aceite en la espalda de Trevor para que brille con el agua.
Disgustada, acepto tomando la botella de aceite que me extiende la maquilladora, a paso lento me pongo detrás de Trevor quien me da una risa malvada. Abro la botella y vacío un poco en su espalda, pongo mis manos temblorosas en su espalda y comienzo a frotar, después paso a su pecho y toco sus trabajosos pectorales; me pongo nerviosa al sentirme intimidada por su mirada, lo hago lo más rápido posible, no me es grato sentir su desnudo cuerpo.
—Oye linda, tranquila —se queja por mi impudencia.
No le doy importancia a su comentario y sigo con la modelo, terminando salgo del set lo más rápido posible ubicándome en mi mismo lugar, Jaime se acerca y se pone a un lado de mí. Agarro una toallita para quitarme el exceso de aceite.
—Debiste ver su cara —susurra con felicidad.
— ¿De qué hablas? —pregunto, confundida.
—De Jaxon, casi explota porque pusiste tus manos en el musculoso pecho de Trevor —se burla de su amigo.
— ¿En serio?
—Sí… No te preocupes por él ya se le pasara el coraje —me abraza.
Lo que me dijo que relaja un poco, pero aun así lo extraño.
Cae la noche y con ello se termina la primera sesión de fotos, después de levantar el set todos salimos a cenar, más bien ellos yo decidí quedarme, no tengo apetito. Jaime insistió en que fuera, pero yo me negué.
Se fueron mientras yo decidí caminar por el lugar, vi a un grupo de personas alejándose de la cascada, aburrida los sigo. Llegamos a una laguna, ellos felices se ponen a armar sus campañas, yo me alejo más y me siento en la orilla de la laguna para contemplar las hermosas estrellas.
Me quedo observando el oscuro cielo que no medí el tiempo, regreso por donde vine y sin ganas de ir a la cabaña decido ir por al mercado que no fui con Jaime. Camino por unas tres horas, algo realmente genial, compré muchas cosas y probé la comida. Me hizo bien salir, me despejó del trabajo y de Jaxon. En el centro hay personas que bailan al ritmo de unos músicos, intrigada me acerco, un joven hombre me extiende la mano la acepto y bailamos la música tradicional.
Cansada de bailar me siento en una de las bancas del parque, saco mi celular y veo la hora 12 am. «¡Es tarde!», agarro de mis bolsas y de prisa regreso a la cabaña. En el momento que voy llegando a mi cabaña sale Jaime.
— ¿En dónde te has metido? —noto su preocupación.
—Salí a comprar —me justifico.
Su rostro se ve preocupado y angustiado.
— ¿Tan tarde?, nos tienes preocupados —me regaña.
—Estoy bien, tranquila.
Escucho como menciona mi nombre; su voz me eriza los bellos e incluso mi corazón late más rápido. Después de tanto tiempo lo escucho dirigirse a mí.
— ¿En dónde estabas?
Habla a mis espaldas, con nerviosismo me giro para verlo, hace tiempo que no lo tengo tan cerca.
— ¿Ya no me vas a ignorar? —pregunto con la voz entrecortada.
—No, nena.
Con los sentimientos revoltosos me levanto del suelo, solo doy unos pocos pasos para quedar enfrente de él. Las lágrimas salen de mis ojos una por una, él extiende la mano y limpia mis mejillas con sus dedos.
—Nena, no llores. Me lastima verte llorar —dice al acariciar mi mejilla.
—Pensé que realmente no me perdonarías y me dejarías —hablo entre balbuceos.
Me veo tan frágil ante él, pero me es imposible no hacerlo.
—Nena, no pienses eso, yo te sigo queriendo como la primera vez.
Esas palabras me duelen un poco, recuerdo cuando me dijo que le gusto, pero no al grado de amarme.
—Yo no.
Jaxon se sorprende por mi confesión, y me mira confundido.
—Yo no te quiero como la primera vez, yo te quiero más de lo que te había dicho, me enamore de ti. Estoy realmente segura que te amo. Me di cuenta en estos días, te extrañé como no tienes idea. Me hiciste mucha falta —admito.
No dice nada, me agarra el brazo, me jala y me abraza, de inmediato siento la calidez de su presencia. Sin dudarlo lo abrazo y lloro con más fuerza.
—Y tú a mi nena. Te extrañe demasiado.
Después de tanto tiempo siento sus labios sobre los míos. La suavidad de ellos me hipnotiza, la calidez de su cuerpo abrazándome me hacía falta.
—No llores nena —de nuevo limpia mis mejillas.
Asiento y limpio mis ojos, le sonrío para darle a entender que estoy bien. Me siento mejor a su lado.
—Esta noche quiero que duermas conmigo. Vamos a mi cabaña.
— ¿Y Jaime?
—Puede dormir sin ti, yo no.
De nuevo sus manos agarran mi rostro y me besa. Me agarra de la mano y caminamos a su cabaña, primero entra él, después entro yo y a mis espaldas cierra la puerta. De sorpresa me gira, pone sus manos en mi mejilla y me besa con necesidad. Ambos felices nos acostamos en la cama.
Esa parte de la noche no dejamos de besarnos y apapacharnos hasta quedarnos dormidos abrazándonos uno al otro. Me siento a gusto en sus brazos.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: LIBIDO (COMPLETA)