Matrimonio de primera romance Capítulo 1101

Yadira levantó la vista y miró fríamente a Emilia.

Yadira tenía razón. Después de tantos años, a Emilia le seguía gustando gastar bromas a los demás como antes.

Sin saber lo que le había pasado a Yadira, Emilia no quería que ésta consiguiera lo que quería.

Algunas personas disfrutaban creando problemas a los demás, y Emilia era esa clase de persona.

Yadira cerró la puerta. La gente de Miguel había venido antes a revisar la habitación. Si volvían y encontraban a Yadira aquí, el resultado podría ser peor.

Al no poder salir de aquí, Yadira aprovechó la oportunidad. Quería tener una conversación con Emilia. Tal vez después de que esa gente se fuera, Yadira lograría escapar por los pelos.

—Siéntate. Podemos tomarnos un tiempo para hablar de las cosas —Después de que Yadira terminara, levantó la vista para comprobar la situación dentro de la habitación—. Que el encargado de la habitación salga primero, y entonces podremos empezar.

Yadira se dirigió al sofá junto a la ventana y se sentó, como si estuviera dispuesta a mantener una larga conversación con Emilia.

Emilia ya había impedido que Yadira se fuera. De hecho, quería que Yadira le pidiera ayuda.

Sin embargo, Yadira parecía estar relajada y querer tener una larga charla con ella, lo que molestó mucho a Emilia.

No era el resultado que Emilia quería. Sin embargo, Emilia no tuvo más remedio que acceder a su idea, porque no quería perder la cara.

En ese momento, salió el encargado de la limpieza de la habitación.

Al ver a Emilia y a Yadira, se quedó atónita:

—Señorita...

Emilia sacó la tarjeta de socio del Club Dorado y se la lanzó a la empleada:

—Salga. Quiero una ampliación de mi habitación.

—Pero... —Quiso decir algo más, pero Emilia gritó—. ¡Haga lo que le he dicho!.

Tras coger la tarjeta, salió rápidamente de la habitación.

Pronto el encargado de la habitación se encontró con Apolo, que se dirigía a la habitación.

Le saludó con la cabeza:

—La familia Domínguez.

—Vete a hacer tu trabajo —Apolo le hizo un gesto—. Déjeme esto a mí.

Sintiéndose aliviada, se marchó a toda prisa.

—Emilia —Apolo se golpeó la frente con la tarjeta de socio. Frunciendo el ceño, murmuró para sí mismo —Parece que la conozco.

La familia Domínguez se mantenía sólo con Delfino. Aparte del padre y el abuelo de Delfino, Apolo no estaba muy familiarizado con otros miembros de la familia Domínguez.

Sin embargo, conocía un poco a Emilia. Parecía ser una presentadora en la industria del entretenimiento.

Después de averiguarlo, Apolo llamó a la puerta.

Normalmente no le importaría. Sin embargo, Apolo estaba en el hotel cuando sucedió. Y quería saber qué pasaba en la habitación.

Llamando a la puerta, Apolo esperó a que la gente de dentro le abriera.

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