Matrimonio de primera romance Capítulo 344

Apolo acababa de aparcar su coche en el aparcamiento del Grupo Dominguez, y antes de subir a la oficina, vio a Delfino y Xulio caminando apresuradamente hacia el aparcamiento.

Ambos tenían caras sombrías.

Apolo adivinó que debía haber pasado algo.

Cerró la puerta del coche y se acercó a ellos, -¿Ha pasado algo?

Sospechaba que si se tratara de Yadira.

Viendo que era Apolo, Delfino no dijo nada y caminó directamente hacia su coche.

Xulio, que iba detrás de Delfino, explicó, -La señora fue capturada por el señor Lobo.

Apolo se palmó el pelo con impaciencia, -¡Di el nombre!

Había tanto tratos de señor y señora en la familia Dominguez, y muchas veces Apolo se sentía molesto al escucharlos.

Xulio se quedó aturdido por un momento y volvió a explicar, -¡Jaime ha capturado a Yadira!

-¿Qué está pasando? ¿Pero por qué?

-No lo sé -al terminar esta frase, volvió la cabeza para buscar a Delfino, pero descubrió que éste ya se había ido.

Al ver esto, Xulio también iba a conducir su propio coche para seguir a aquel hombre.

Apolo lo llevó hacia el coche suyo, -Vamos a buscarlo juntos.

Sin embargo, Delfino conducía demasiado rápido y Apolo no pudo alcanzarlo en absoluto.

Cuando Apolo salió del aparcamiento, ya no veía el coche de Delfino.

***

Jaime llevó a Yadira a un almacén abandonado en las afueras, y ya había muchos personales de parte de él allí.

El almacén estaba muy deteriorado y había algunas marcas de productos que sólo se veían desde hacía muchos años, cuando ella era muy pequeña.

Yadira seguía siendo atada.

Al ver que ella miraba a su alrededor, Jaime se acercó y dijo, -He dedicado mucho esfuerzo para organizar este almacén cuidadosamente para ti.

Yadira no entendió estas palabras, pero sabía que Jaime no tenía buenas intenciones.

Pareció que este estaba muy satisfecho con la reacción de Yadira como un oyente, y hizo un ademán a sus guardaespaldas.

Al momento siguiente, un guardaespaldas trajo dos sillas. Colocó una de ellas detrás de Jaime, y la otra detrás de Yadira.

El guardaespaldas obligó a ella a sentarse en la silla y la ató.

En cambio, Jaime no se sentó.

Dio una vuelta en el almacén, y cuando volvió a mirar a ella, había un brillo de locura en sus ojos, -He recogido mucha información sobre el caso de secuestro de ese año para poder restaurar la escena del almacén donde ocurrió el incidente. Esto me tomó bastante esfuerzo. Más tarde, cuando Delfino encuentre este lugar, debe sentirse muy conmovido, ¿verdad?

Un destello de duda brillaba en los ojos de Yadira, y de repente se quedó con los ojos muy abiertos, revelando una expresión de estupefacción, -¿Estás restaurando la disposición del almacén donde Delfino y su madre fueron secuestrados?

Se notaba un temblor casi imperceptible en su voz.

-Así es. No subestimes un lugar tan merdoso, ¡me costó bastante dinero! Pero lo bueno es que estoy satisfecho con el resultado -Jaime la acercó, sonriendo alegremente.

Yadira sacudió la cabeza repetidamente, -¿Por qué haces esto? Aunque tú y Delfino seáis medio hermanos, fue Horacio Dominguez quien tuvo la culpa, no Delfino.

El caso de secuestro de aquel entonces había dejado una huella imborrable a Delfino.

Llevaba muchos años buscando al asesino. La muerte de su madre, era un dolor inolvidable de su vida.

Yadira sospechaba que Jaime solo quería estimular a Delfino, por lo que organizó este almacén como la escena del crimen de entonces.

Si su propósito era ese, entonces si viera que Delfino se sintiera doloroso, entonces ya había tenido un éxito a medias.

-¿Eh? ¿Incluso tú sabes de ese asunto? Parece que Delfino te cuenta todo -Jaime miró a otro lado. Su mirada era sombría, pero su tono era tan excitado como si fuera un niño que ha encontrado con algo interesante-. ¿Entonces dime, ¿quién es mi madre?

El Jaime que tenía delante era completamente desconocido para Yadira.

Era como si se hubiera vuelto loco.

Al ver que Yadira dudaba en contestar, Jaime enganchó los labios y sonrió, -Parece que Delfino también se sentía avergonzado por eso no te contó la verdad.

Finalmente caminó hacia el lado opuesto de Yadira y se sentó. Su mirada se veía extraña, -Entonces tengo que contarte yo mismo. Mi madre es Sonia Dominguez.

Las dos últimas palabras las dijo Jaime en voz muy baja.

Pero para Yadira, eran como un trueno sorprendente.

Las pupilas de Yadira se encogieron y su semblante cambió drásticamente, -¿Qué has dicho?

-El nombre de mi madre es Sonia, ¿la conoces? -Jaime se inclinó ligeramente y se acercó a ella-. Es la tía de Delfino, la madre de Fidelio, o sea, la hermana propia de Horacio.

Yadira se quedó en blanco durante mucho tiempo, y sentía que zumbaba la cabeza. No podía seguir escuchando las palabras de ese hombre delante.

Sonia y Horacio ...

“¿Cómo es posible?”, se decía ella.

-Debe haber algún malentendido… -murmuró ella mientras tardaba a recuperar la voz normal.

Jaime soltó una carcajada. Pareció que estaba disfrutando con ver esa mirada incrédula y el rostro pánico de la chica.

Después de unos segundos, dijo riendo, -Pues ese malentendido era demasiado grande, por lo que se asociaron para planear un caso sensacional que no se ha olvidado hasta hoy, un caso de secuestro.

Las últimas cuatro palabras, Jaime las dijo una por una y de manera contundente.

Yadira se mordió con fuerza los labios, -¿Me has secuestrado sólo para decirme estas cosas?

Todavía se sentía increíble.

No podía creer que el caso de secuestro que experimentaron Delfino y su madre se debiera a un secreto absurdo y vergonzoso.

Si lo que dijo Jaime era cierto, con lo que pasó entre Sonia y Horacio, era muy probable que la madre de Delfino se enterara el secreto de los dos y por eso fue asesinado por ellos.

-Es increíble, ¿verdad? ¿Qué te parece? -tras decir esto, levantó la cabeza y se rio a carcajadas-. ¡Jajajaja! ¡Sabía que los dos tenían un adulterio cuando era pequeño! Lo sé todo, jajaja ......

Una vez se había topado con los dos desnudos cuando era un niño, pero no se atrevió a decir nada ni a contárselo a nadie.

Hasta que el año anterior, descubrió que su grupo sanguíneo era igual que el de Horacio, y por eso fue a hacer un análisis de ADN ...

El destino le deparó un nacimiento que le hizo sentirse vergonzoso.

La risa de Jaime pareció de los locos, y era obvio que se había quebrado desde hacía mucho tiempo.

En un principio, a Yadira le gustó el papel que mostró a todo el mundo como un actor consagrado al arte.

Más tarde, después de tener contacto con Jaime en persona, empezó a sentir que este actuaba de forma perfecta, tan perfecta que no parecía verdadera.

Cuanto más perfecto luciera algo, más sospechoso se sentiría la gente.

Esta frase también era apropiada cuando se aplicaba a Jaime.

Había recibido demasiada información en ese momento, por lo que Yadira se sentía confundida.

Mirando la cara de locura de aquel hombre, recordó repentinamente que él había mencionado a su hija y se levantó la guardia en el corazón.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera