Matrimonio de primera romance Capítulo 361

Al notar el cambio de las emociones de Yadira, Mariano dijo de forma reconfortante, -Poco a poco, lo recordarás.

Yadira sintió consuelo por sus palabras.

De repente, le preguntó como si recordara algo, -¿Dónde están mis amigos del pasado?

Hacía mucho tiempo cuando se despertó pero no había visto a ningún amigo visitarla.

¿No tenía ningún amigo?

Mariano se permaneció tranquilo, sin sorprenderse de su pregunta, -Como antes no vivíamos juntos, no conozco a ninguno de tus amigos.

Yadira siempre no parecía que la relación con Mariano era tan estrecha, por eso no sospechó nada al oírle decir eso.

Mariano le dijo que ella había tenido un accidente en el extranjero.

Cuando el médico informó a Mariano, ella fue la única que vio.

El móvil de Yadira también se perdió y no podía recordar las cuentas ni las contraseñas de las cuentas sociales.

Después de pensarlo, el ánimo de Yadira volvió a decaer.

-Para de pensar y deja que los asuntos se desarrollen de forma natural -Mariano le dio una palmadita en el hombro y preguntó, -¿Tienes hambre? Te llevaré a comer.

-Sí -Yadira levantó la cabeza y le sonrió.

Podía sentir que ella y Mariano no tenían amor cálido, pero este realmente quería cuidar bien de ella.

En su situación actual, solo podía llevarse con Mariano como los amigos en vez de como una pareja normal.

Esto era un acuerdo que había llegado con Mariano antes de abandonar el hospital.

***

Mariano la llevó conduciendo a un restaurante vegetariano no muy lejano.

Yadira había guardado cama durante tres años, así que sus intestinos y su estómago estaban débiles, sus funciones corporales aún se estaban recuperando y su apetito no era demasiado bueno, por lo que tenía que comer lo más vegetariano posible.

Después de sentarse, Mariano le dijo, -Ya he comido en este restaurante una vez y sabe bien. Creo que deberías quererlo.

Terminó y le entregó el menú, -Pide primero y voy al baño.

-Vale -Yadira tomó el menú para verlo.

No sabiendo qué iba a comer, Yadira navegaba por el menú donde había muchos platos que le parecían un poco caros.

En ese momento, un grupo de personas entró del restaurante.

-¿Nos sentamos en una sala privada o en el vestíbulo?

-En el vestíbulo, la cabina es un poco sofocador...

-De todos modos, no hay mucha gente en este momento, así que nos sentaremos en el vestíbulo.

Hablando, ellos se dirigieron a la mesa junto a Yadira y se sentaron.

Yadira giró la cabeza hacia ellos y justo chocó con la mirada de un hombre, quien se vio muy joven, de piel blanca y cejas bonitas. Parecía que era atractivo y hablador para las mujeres.

Desde la ropa sencilla pero de buena calidad que llevaba, se puede inferir que era rico.

Cuando se encontraron las miradas, los ojos del hombre se abrieron de par en par y la señaló con el dedo, sin poder hablar durante mucho tiempo. Luego se levantó y corrió hacia ella.

Se excitó tanto que estuvo a punto de volcar la mesa del comedor y las esquinas de la mesa emitieron un sonido ensordecedor al rasparse contra el suelo.

-Ya... ¿por qué estás aquí? -Apolo tartamudeó durante un rato antes de que le llamara el nombre, -¡Yadira! ¿Por qué estás aquí? ¿Cuándo volviste a la Ciudad Mar?

Hacía una semana, la madre de Apolo había dicho que había encontrado un restaurante vegetariano muy delicioso y que lo traería a comer en el tiempo libre.

No tenía nada que hacer hoy, así que vino.

Se había resistido a venir aquí, después de todo, llevaba dos años destrozado por instarse a casarse. Toda su familia quería que buscara una novia e incluso que tuviera una cita a ciegas.

Pero ahora, gracias a haber venido hoy.

Cuando se sentó y vio a Yadira, se dudó si estaba alucinando.

Al fin y al cabo, cuando se produjo el accidente de entonces, la habían buscado por toda la isla durante mucho tiempo.

Al principio llevó un mes buscándola. Luego este asunto fue conocido por Noela, quien gastó todos sus ahorros y buscó durante seis meses enteros, pero aún no lo logró.

Corriendo toda la parte de la pequeña isla, no pudieron encontrar a Yadira.

-¿Me conoces? -Yadira miró sorprendida a Apolo.

¿Cómo podía conocer a alguien como Apolo?

Él se vio rico.

Aunque había olvidado todo el pasado, cuando acababa de navegar el menú, pensó que los platos eran muy caros, lo que demostraba que su familia era muy ordinaria y que no tenía una buena posición económica.

Por no hablar del hombre llamado Delfino que vio ayer en la televisión, aunque fuera el hombre rico que tenía delante, se sintió una distancia entre ellos.

-¿Qué? -notando la extraña mirada de Yadira, Apolo preguntó con el ceño fruncido-. ¡Soy Apolo! ¿Qué está pasando? ¿No me reconoces?

Solo entonces Apolo se dio cuenta de que Yadira estaba demasiado delgada, con aspecto de haberse recuperado de una grave enfermedad, y parecía muy débil.

Yadira murmuró su nombre, -Apolo...

En ese momento, Mariano regresó.

Se puso detrás de Apolo y dijo con tono poco amable, -Señor, estás demasiado cerca de ella.

Cuando Apolo vino antes, se inclinó para hablar con Yadira con una mano apoyada en la mesa del comedor por estar demasiado excitado, acercándose tanto que, desde la perspectiva de los demás, parecía que buscaba problemas con Yadira.

Apolo giró la cabeza para mirar a Mariano y dijo de mal humor, -¿Quién eres?

El desconocimiento de Yadira ya le deprimía mucho y ahora apareció otro entrometido, por eso Apolo naturalmente no tenía un tono amistoso.

Mariano miró en dirección a Yadira y respondió, -Soy su amigo, ¿y tú?

-¿Eres su amigo? ¿Por qué no te conozco? -Apolo se enderezó y le rodeó con sus brazos, mirando a Mariano con una expresión provocativa.

Mariano sonrió, mostrando despectivo a Apolo, -¡Qué casualidad! Yo tampoco te conozco.

-Tú... -dijo Apolo, con la cara dura mientras giraba la cabeza para mirar a Yadira-. Yadira, ¿dónde has estado estos últimos años?

-Yo... -Yadira iba a hablar cuando fue interrumpida por Mariano.

Mariano miró a Apolo con indiferencia, -Ya es la hora de comer para ella, ella todavía está muy débil. Habla más tarde, ¿vale?

Apolo no dijo nada, con los ceños fruncidos.

Los dos hombres se miraron, aflorando en sus ojos un significado que solo podía entenderse.

-De acuerdo -Apolo giró la cabeza hacia Yadira y dijo-. Yadira, busquemos un lugar para hablar después de la cena.

Cuando Apolo volvió a su mesa, Melissa le preguntó, -Hijo, ¿quién es esa chica?

-Una amiga que no he visto desde hace mucho tiempo -Apolo interrumpió a Melissa-. Retira lo que ibas a decir. Es imposible que nos convirtamos en novios ella y yo.

Para los demás, era un soltero rico, pero para su familia, era un solterón que nadie quisiera.

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