Matrimonio de primera romance Capítulo 362

Cuando Apolo volvió a la mesa y se sentó, Mariano preguntó a Yadira con preocupación, -¿Está todo bien?

-Está bien, Sr. Apolo no tenía ninguna intención de hacerme daño -Yadira giró la cabeza y miró hacia la dirección de Apolo.

¡Qué casualidad! Apolo también estaba mirándola, con muchas dudas.

-Está bien. Ahora pide la comida -Mariano no continuó con este tema.

Apolo en el otro lado, mientras comía, miró hacia Yadira.

Melissa, a su lado, preguntó de repente, -Hijo, ¿sabes qué aspecto tienes ahora?

-¿Qué? -preguntó distraído Apolo.

Ella echó una mirada a Yadira y, misteriosamente, le dijo al oído a Apolo, -Ahora eres como un marido que ha pillado a su mujer infiel.

Apolo torció la cabeza y la vio durante unos segundos antes de decir muy seriamente, -No, soy el amigo de ese marido.

-¿Qué? -Melissa se quedó paralizada durante un momento antes de preguntar tentativamente-. ¿Es la esposa de tu amigo?

-Sí -Apolo respondió, suspiró y sacudió la cabeza por pensar en Delfino.

Después por un rato, sacó su teléfono y llamó a Noela para decirle que había visto a Yadira.

Sin embargo, ni siquiera sabía qué pasaba con Yadira, así que Noela se limitaría a tener prisa al saberlo.

Es mejor averiguar la situación de Yadira antes de que le dijera.

***

Cuando Yadira y Mariano terminaron su comida, los demás de la otra mesa seguían comiendo.

Llegando al aparcamiento, los dos entraron en el coche y Mariano dijo, -Parece que me he dejado el teléfono en el restaurante. Voy a buscarlo y espérame aquí.

-Vale -Yadira no lo dudó en absoluto y respondió-. Te esperaré.

Mariano salió del coche, dobló una esquina y llegó a la puerta trasera del restaurante.

Apolo estaba encendiendo un cigarrillo y cuando vio a Mariano acercándose, preguntó, -¿Querías fumar?

-Gracias -Mariano cogió el cigarrillo que le entregó.

Apolo exhaló un anillo de humo y preguntó directamente, con una cara indiferente, -¿Quién eres? ¿Cómo encontraste a Yadira? ¿Dónde la has escondido durante los últimos tres años?

Mariano entregó una tarjeta suya y respondió, -Me llamo Mariano.

Apolo la cogió para echar un vistazo y su mirada pasó apresuradamente por encima de las palabras -Clínica Psicológica- antes de meterse en el bolsillo de pantalones.

-No has respondido a mi pregunta -dijo Apolo, quien no le interesaba qué era Mariano, sino que quería saber sobre Yadira.

Para Delfino y Noela, tenía la responsabilidad y la obligación de saberlo.

-No la escondí. Estaba demasiado malherida en aquel accidente de entonces, así que tuvo docenas de cirugías y guardó en coma durante tres años. Acaba de despertarse. Ha olvidado muchas cosas, por eso espero que los llamados amigos del pasado no vengan a molestarla. Su cuerpo aún no se ha recuperado.

La expresión de Mariano era seria y su tono era firme.

Después de lo ocurrido entonces, cuando Delfino regresó al país, casi se había recuperado.

Por lo tanto, Apolo no esperaba que Yadira estuviera tan malherida que había guardado en coma durante tres años antes de despertarse.

-Yadira creció en la Ciudad Mar y no tiene muchos amigos. ¿Cuándo te conoció? -Apolo preguntó. Como Mariano no dijo nada, él tuvo que saberlo de otra manera.

-Esto tiene poco que ver contigo. Ella fue salvada por mí, por eso tengo que ser responsable de su salud. Podéis visitarla, pero por favor no la molestad ni afectad su salud. Si no hay nada más, me despido.

Mariano lo dijo amablemente, pero su tono era muy fuerte.

Su significado era claro que Yadira fue salvada por él. No impidió que Apolo y los demás se pusieran en contacto con Yadira, pero no les permitió hablar con Yadira sobre sus asuntos anteriores.

¡Esta persona era tan irracional!

Pero...

A Apolo se le ocurrió la situación actual de Delfino, agarrándose el pelo con fastidio y levantando el pie contra la pared.

Al momento siguiente, daba vueltas de dolor, saltando con un pie solo en el sitio.

***

Cuando Mariano regresó al coche, Yadira ya estaba medio dormida.

Al oír el sonido de la puerta, Yadira abrió los ojos.

Así que Mariano le preguntó, -¿Tienes mucho sueño?

-Un poco -Yadira miró el teléfono tirado a un lado y preguntó-. ¿Por qué has tardado tanto?

Mariano respondió tranquilamente, -He ido al lavabo.

Yadira asintió y parecía querer decir algo.

-Solo dime si hay algo -le dijo Mariano con una sonrisa cuando vio su mirada de duda.

Al oír sus palabras, Yadira dejó de dudar y preguntó, -¿Realmente lo conozco al señor Apolo?  

-Tal vez. ¿Y cómo te sientes? -le preguntó Mariano mientras arrancaba el coche.

-¿No lo conoces? -Yadira se sorprendió un poco, creyendo que Mariano conocería a Apolo.

Mariano sonrió y respondió, -No lo conozco ni estoy seguro si lo reconozcas. Como crees, tampoco estábamos cercanos antes.

Yadira siempre había sentido que su relación con Mariano podría no ser tan estrecha como la de una pareja normal, pero no esperaba que Mariano ya hubiera percibido los pensamientos de su mente.

Dijo con cierta incomodidad, -¿Cómo has sabido...?

-Porque estoy usando este lugar para conocerte, así puedo saber lo que estás pensando -Mariano respondió, señalando el punto de su pecho.

Aunque sus palabras le iban dirigidas a ella, no la miraba.

Yadira giró la cabeza para mirar, pero solo pudo ver su perfil.

En ese momento, Mariano la miró repentinamente y dijo, -Si te sientes muy conmovida, puedes decírmelo.

Yadira no pudo evitar reírse a carcajadas al oírlo, -Sí, estoy muy conmovida.

Mariano se alegró.

***

Después de que Apolo regresó, todavía se molestó mucho.

Así que se dirigió al grupo Dominguez a buscar a Delfino.

Delfino, ese adicto al trabajo, se quedaba en la empresa todos los días, así que se podía encontrarlo en la entrada del grupo Dominguez.

Eran cerca de las ocho de la tarde cuando Apolo vio a Delfino saliendo de la puerta del grupo Dominguez.

-¡Delfino!

Apolo le llamó y corrió hacia él.

Cuando Delfino vio a Apolo, dijo con impaciencia, -¿Por qué vuelves a buscarme? ¿Quieres que yo invierta por ti? He dicho que no me interesa Grupo Auge.

Apolo se quedó sin palabra.

Hacía tres años, después de que Delfino se despertara, al igual que Yadira, se olvidó de todos, incluyendo a Yadira.

Por no hablar de él, el llamado Señor Apolo, que había sido oprimido por Delfino en el trabajo durante mucho tiempo.

-¡Cuántas veces he dicho que el jefe del Grupo Auge eres tú! -Apolo ya no recordaba cuántas veces le había explicado este asunto a Delfino en los últimos tres años.

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