Matrimonio de primera romance Capítulo 365

Cuando Mariano salió del dormitorio, oyó un sonido en la cocina.

Giró la cabeza para mirar la habitación contigua y se dirigió hacia la cocina.

Yadira estaba cortando frutas con un delantal.

Se dio la vuelta por oír pasos y vio a Mariano estar a dos pasos de ella, mirándola con una sonrisa.

Yadira le saludó, -Buenos días.

-¿Qué estás haciendo? -Mariano preguntó, se acercó y se inclinó sobre la mesa, mirando las cosas al lado.

Yadira respondió con alegría, -Me he levantado temprano, así que he venido a la cocina y he descubierto que sé cocinar.

Anoche, ella y Mariano fueron al supermercado y compraron muchas cosas.

Cuando elegía los ingredientes, se recordó de la receta del plato.

Cuando se levantó esta mañana, estaba dispuesta a probarlo y no esperaba que realmente lo supiera.

No era muy diferente de lo que había adivinado antes.

Procedía de una familia normal y el hecho de que supiera cocinar significaba que tal vez hubiera vivido con independencia antes.

La mirada de Mariano se detuvo en su rostro por un momento y dijo, -No hace falta que trabajes tanto como una paciente y luego contrataré a una niñera para cocinar.

-No es difícil. Conozco mi propio cuerpo y me siento bien ahora -Yadira habló y cargó las frutas cortadas-. Bien, es hora de desayunar.

Cuando Yadira puso el desayuno en la mesa, Mariano dijo, -Tengo que ir a trabajar más tarde y volveré a comer contigo al mediodía.

Sin siquiera pensarlo, Yadira se negó, -No hace falta, lo haré yo mismo.

Mariano parecía esperarlo y se quedó aturdido por un momento antes de negar con la cabeza, -Volveré.

Yadira dijo, -Realmente no es necesario. Estás tan cuidadoso, lo que me hará creer que no pierdo la memoria, sino que me convierto en una discapacitada que no puedo cuidar de mí misma.

Mariano sonrió y no dijo nada más.

***

Terminó su desayuno, Mariano se fue a trabajar y Yadira, después de ordenar la cocina, bajó a dejar la basura.

La tiró al basurero. Volviendo la cabeza, a poca distancia vio a dos personas moverse a hurtadillas.

Parecían un hombre y una mujer.

La mujer estaba muy armada, pero el hombre era mucho más normal.

Yadira los miró con desconfianza durante unos segundos, dudando si llamar a los agentes de seguridad.

En ese momento, la mujer vino corriendo hacia ella.

Ella llevaba tacones altos y corría tan rápido que Yadira se preocupaba mucho.

Le dio a Yadira un abrazo de inmediato y dijo, -¡Yadira! ¡Eres tú de verdad! ¡Pensé que Apolo me estaba mintiendo!

Yadira no entendía en absoluto lo que estaba pasando, abrazada por ella durante mucho tiempo antes de preguntar, -Señorita...

-¡Qué señorita! ¡Soy Noela!

Noela soltó a Yadira y la miró detenidamente, -¿Por qué has perdido tanto peso?

Yadira acababa de recuperarse y tenía un aspecto tan pálido como delgado.

Yadira preguntó, -¿Te llamas...Noela?

-Sí -Noela respondió, casi llorando.

Las palabras siguientes se convirtieron en gemidos.

Entonces, se puso en cuclillas y lloró, muy triste.

-Noela.

Apolo, quien no hacía ruido, vio a Noela así y se puso en cuclillas con cara de nerviosismo tratando de consolarla.

Yadira se quedó a un lado, aturdida, -Señorita Noela...

Esta señorita parecía conocerla, pero realmente no tenía ninguna impresión de ella, ni siquiera sabía qué decir.

Cuando Noela la oyó llamarle señorita, se enfadó aún más, -¡No me llames señorita Noela! ¿Por qué no me conoces después de recuperarte?

Noela lloró tanto que se le corrió el maquillaje por toda la cara.

Al final, Yadira tuvo que llevarlos arriba.

Noela fue al cuarto de baño a asearse y volvió al salón tranquilamente.

Yadira les estaba sirviendo agua.

Noela miró fijamente a Yadira sin parpadear.

Antes de venir, Apolo le había hablado de la situación de Yadira.

Ni siquiera pensó nada en ese momento. Mientras Yadira siguiera viva, estaba bien.

Sin embargo, cuando veía a Yadira frente a ella salva y sana, pero había olvidado todo el pasado, Noela se sintió insoportable.

Cuando Yadira se acercó con el agua, vio a Noela mirándola con los ojos rojos.

Yadira le entregó un vaso de agua y le preguntó con preocupación, -¿Estás bien?

Noela se apresuró a asentir con la cabeza y la miró, -¿Y tú?

Yadira se divirtió con su gesto y respondió, -Estoy bien y tengo buena salud. Pero ahora...

-Lo sé todo. No importa si no puedes recordarte. Aún podemos crear más recuerdos en el futuro -el tono de Noela era muy sincero.

Noela ya había aceptado la perdida de memoria de Yadira.

Estaba bien que estuviera viva.

La mirada de Noela hizo que Yadira no pudiera evitar creer que ella debía ser su amiga íntima en el pasado.

Pensó que Noela le hablaría del pasado, pero resultó que no.

Noela solo le preguntó sobre su situación reciente.

De hecho, no llevaba mucho tiempo despierta y, aparte de Mariano, solo conocía a Apolo y a Noela, así que no había nada más que decir.

Noela le dio una sensación muy amistosa.

Charlando, pronto llegó el mediodía.

Al notar que no tenían intención de irse, Yadira dijo, -¿Queríais quedaros a comer?

Noela respondió inmediatamente, -Claro.

Después de responder, se rascó la cabeza con cierta vergüenza porque había respondido demasiado rápido...

De hecho, tardó tanto en charlar porque ella no quería salir.

Apolo le dijo antes que la persona que había salvado a Yadira era un hombre que cuidó de ella durante tres años. Por eso Noela quería conocerlo.

-Entonces voy a preparar la comida -Yadira dijo y se levantó, dirigiéndose a la cocina.

En cuanto se fue, Noela giró la cabeza y preguntó a Apolo, -Dijiste que fuiste a ver a Delfino ayer, ¿cómo reaccionó?

-Lo mismo que antes -Apolo suspiró y respondió sin aliento.

Noela se apretó las sienes con fastidio, -¿Cómo es posible que haya salido así? Se olvidó por completo de Yadira y tiene una prometida...¡Los hombres son despiadados!

Apolo replicó, -Es él en vez de los hombres y no soy como él...

Noela no estaba de humor para discutir con él. Su expresión se puso serio como si se le ocurriera algo y dijo con advertencia, -¡No menciones a Delfino ante Yadira, ni una sola palabra!

Ahora que Delfino no recordó a Yadira. Si ella le recordó mientras él estaba con otra mujer, estaría demasiado triste.

Esto Apolo lo sabía.

Cuando pensó que Delfino dijo que le añadiría a la lista negra, se sintió enfadado. Respondió, -Entendido.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera