Matrimonio de primera romance Capítulo 493

Antes de que Delfino Dominguez pudiera contestarla, Apolo Tapia medió sonriendo en la disputa, -Soy yo, quien fui allá para obrar en algo y coincidí con Delfino. Luego supe que Noela y tú estáis aquí, así que lo obligué a venir aquí juntos.

-Es así -estuvo Delfino de acuerdo de manera completamente tranquila con la declaración de Apolo.

Yadira Jimenez lo miró a Apolo con una sonrisa leve.

Este también le respondió una mirada, indicándola que no le revelara.

¿Cómo sería posible que tuviera tiempo libre para ir al lugar donde estaba el Grupo Dominguez? Era porque Delfino lo había llamado, diciendo que saldrían juntos a comer. Pero al final, lo llevó hasta aquí.

En cuanto a cómo sabía que ellas se quedaban aquí…

Apolo no intentó preguntarlo. Ya estaba bastante satisfecho que pudiera comer con Noela García.

Raquel Dominguez, sentada a un lado y alegre, le entregó a Delfino una muñeca en su mano para que la mirara, -Papá, mírala, es una muñeca.

Esta era la que Noela acababa de regalarla, hecha de madera y con una artesanía muy sencilla, que podía cantar y en que los mayores quizás no mostraron mucho interés, pero para los niños, que resultó muy extraña.

Le preguntó Delfino, -¿Quién te dio?

Raquel indicó a Noela con los dedos, dijo sonriendo, -La tía Noela me dio.

La mujer mencionada le acarició la cabeza, con una sonrisa en la cara.

El camarero les preguntó tras servir los vasos de agua, -¿Permítanme preguntar que ahora ustedes necesitan pedir platos?

Yadira dijo, -Sí.

Era un poco temprano cuando salió con Raquel y llevó mucho tiempo en charlar con Noela, así que no prestó demasiada atención en la hora.

Ahora ya llegó la hora de almorzar, también habían venido los dos, naturalmente debían tomar el almuerzo primero.

El camarero llevó un menú, Delfino lo puso directamente frente a ella.

Pero ella rechazó y lo deparó a Delfino, -Ve a pedir.

Noela, quien se sentaba frente a ella, observó todo lo que pasó. Un poco antes ellas dos solo había hablado sobre deslizamientos de tierra que sucedió en la montaña, y no había mencionado a Delfino.

Sin embargo, las interacciones actuales entre los dos representaron que su relación era un poco complicada.

Pateó en silencio a Apolo debajo de la mesa.

Volvió la cabeza y la miró con una cara llena de dudas. Ella levantó la barbilla, señalándolo que mirara a Delfino.

Pero él negó con la cabeza, no conocía muy claramente lo que pasó entre los dos.

Delfino le dio una mirada, no puso otra vez el menú a ella, sino que directamente lo abrió y comenzó a pedir platos.

Tras pedir unos, lo entregó a Apolo.

Cuando las comidas se sirvieron a la mesa, Yadira se dio cuenta de que la mitad de ellas correspondía a su gusto de comer.

Sin duda, eran las que pidió Delfino para ella.

Ahora le vinieron más recuerdos a la memoria. No era nada especial que pudiera acordarse de sus platos favoritos.

Mientras comían, la vista de Noela pasaba por ella y Delfino de vez en cuando.

Ella descubrió que, ellos dos se veían más íntimos que antes, pero al mismo tiempo, apareció un ambiente raro entre los dos.

Después de comer, Delfino se prestó a acompañarlas a ir a casa.

-Os acompañaré a regresar a casa.

-Hoy vine aquí en coche.

No la obligó, solo le avisó que tuviera más cuidado al conducir y luego regresó a la empresa.

Naturalmente, Apolo se fue con él.

-Tú y el jefe, después de experimentar tal accidente, ¿no habéis cambiado nada? -diciendo así, Noela parpadeó y le dio una mirada con el significado de “ya lo entiendes”.

Yadira estaba en duda, -¿Qué?

La gente siempre aspirar a obtener más cuando ya contaba con muchas cosas.

Al principio, en el tiempo que Delfino la trataba como si fuera una ajena, Yadira solo quiso volver al pasado.

Sin embargo, cuando su situación iba mejorando, ella pensaba más.

Raquel, de pie junto a ella, siempre las escuchaba, de repente dijo, -Artificial.

Las dos se volvieron al mismo tiempo para mirarla.

La niña curvó sus dedos blancas y suaves, en cuyo rostro se mostró una expresión confusa.

Solo imitó lo que hablaba Noela, no sabía nada el significado de la palabra artificial.

La divirtió Noela, -¿Quién es artificial?

Raquel la miró y luego a Yadira, dijo en voz alta, -¡Papá!

-¡Jajaja!

Noela se rio a carcajadas sin ceremonias, tan fuertemente que no pudo erguir la cintura y siempre golpeaba sobre la mesa, hasta que las lágrimas casi iban a caerse por la risa, -Yadira, su carácter se parece mucho a ti, tan miedosa. Tiene el deseo fuerte de sobrevivir, ¡jajaja!

Yadira se sintió un poco embarazosa e impotente, -Noelita, ¿dónde está tu carga de tener que mantener como ídolo pop? ¿No tienes miedo de que el paparazzi tome las fotos de ti?

-No me temo… ¡jajaja! -solo dijo unas palabras y luego siguió riendo.

Tuvo que volverse a mirar a Raquel, -¿Sabes lo que significa la palabra artificial?

Negó con la cabeza de manera honesta, -No.

Por supuesto no lo sabía.

Le tocó la cabeza Yadira, -No hables así de papá.

Los niños disponían de tan fuerte habilidad de imitar a otros que cuando los mayores hablaban de algo, siempre podían recordarlo todo. Realmente se temía que ella fuera a decir así frente a Delfino al regresar a casa esa noche…

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