Matrimonio de primera romance Capítulo 503

Raquel mostró gran interés en las palabras de Yadira. Dijo, -¿Está lleno de tabaco?

Sabía tabaco pero no entendía cómo se podía llenarse de tabaco.

Yadira le dijo sonriendo, -Es una capacidad especial de tu padre. Solo necesitas saber que está lleno.

Raquel asintió con la cabeza inocente.

***

Reinaba un silencio extraño en casa cuando Yadira y Raquel regresaron.

Yadira encendió la luz, miró a su alrededor y se fijó en la habitación de Delfino.

Sabía que Delfino no estaba allí antes de que entrara.

No había el aliento de Delfino en la habitación.

No podía explicar el sentimiento, pero sí pudo sentir que no estaba aquí al entrar en casa.

Cuando acababa de regresar a casa, notó que el suelo era limpio.

Las cenizas y las colillas desaparecieron. Yadira nunca había pensado que Delfino hiciera limpieza.

Imaginó el aspecto de que Delfino barría el suelo, doblando el cuerpo, con escoba en la mano.

No lo vio, así que solo podía imaginarlo.

Raquel llamó a la puerta de la habitación de Delfino al volver.

La batía, pero nadie le respondió. Miró a su madre y dijo con dudas, -Mamá, papá no abre la puerta.

Pensaba que Delfino todavía estaba aquí.

Yadira la cogió de la mano y la llevó al baño. Dijo, -Tal vez esté dormido. También debes dormir temprano.

Era muy tarde. Raquel ya tenía sueño en la cena.

Raquel dio cabezadas durante el baño.

Yadira salió de la habitación de Raquel después de que se acostó. Encontró el número de teléfono de Delfino en el móvil, y dudaba si lo llamara, pero no lo hizo al final.

“Es su culpa, ¿por qué soy la persona que cede? Y si lo hago, también no se pueden resolver los problemas entre nosotros. Nadie sabe el pensamiento de Delfino...”, -pensó.

***

Por la mañana, Xulio Ruiz recibió la llamada de Delfino. Este le mandó llevar unos artículos de hogar y ropas a la empresa.

“¡Qué raro! Delfino ahora vive con Yadira, ¿por qué necesita que lleve ropas para él? ¿Ellos discutieron?”.

Cuando llegó a la empresa, Xulio supo que su conjetura era cierta.

Todo el día, reinaba un ambiente serio en Grupo Dominguez.

Delfino no tenía buen humor, por eso sus palabras eran más implacables.

De noche, a la hora de terminar el trabajo, Xulio ya había recibido el tercer mensaje de su esposa para apresurarlo a regresar a casa a cenar. Fue al despacho de Delfino con excusa de entregar el archivo.

-Señor, ¿todavía necesitas que te lleve a casa?

-No -Delfino le contestó sin levantar la mirada.

-¿Entonces puedo irme? -Xulio preguntó tentativamente.

Al oír esto, Delfino lo miró y le dijo, -¿Quieres irte?

-Sí, ya casi son las nueves -lo contestó respetuoso.

-Antes no te ibas tan temprano -Delfino dijo con la cara de póquer.

-Mi mujer me está esperando para cenar -Xulio lo respondió con sonrisa al mencionar a su esposa.

Delfino estaba cogiendo la comida. Al oír esto, se quedó quieto.

Dejó su mano, puso los palillos en la mesa y se fijo en Xulio.

-Se lo pregunté sin mucho interés, pero si me lo cuentas, a lo mejor puedo analizarlo para ti -dijo Xulio sincero.

Conocía mucho tanto Delfino como Yadira. Sabía que si los dos discutieron, en la mayoría de casos era culpa de Delfino.

Delfino no lo contestó. Xulio inclinó la cabeza esperándolo.

Luego, Delfino dijo en voz baja, -¿Crees si Mariano tiene malas intenciones a Yadira?

-Sin duda, Mariano es de origen borroso, por eso yo también lo creo.

-¡Hasta tú lo crees! ¿Cómo puede Yadira decir que no hay nada entre ellos? -Delfino exclamó con tono de burla.

Xulio dijo frunciendo el ceño, -No creo que son las intenciones de amor, son de otros.

“Delfino todavía tiene el vicio de sospechar de todos los hombre alrededor de Yadira.”, pensó.

Era inseguro, dudoso y fanático.

Ya lo había dado cuenta cuando Delfino tenía unos veinte.

Delfino no confió en él al principio.

Pero con el tiempo, Delfino se maduraba. Casi no hacía cosas irrazonables en el trabajo, pero lo hacía en Yadira.

En el fondo, todas eran relacionadas con sus experiencias de juventud.

Tenía trastorno mental después de los sufrimientos.

En algunas ocasiones, eran comprensibles sus comportamientos irracionales, pero si continuaba así, no resultaría bueno.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera