Aparentemente, Delfino Dominguez no oía nada de Xulio Ruiz.
Delfino se movió atrás, y dijo despacio, -Entonces dime con qué intención cuidó a Yadira Jimenez por tres años y se proclamó el prometido de Yadira, incluso cuando estábamos en el pueblo, encontró a Yadira y yo a la primera hora. Y la otra intención…
Delfino se quedó silencioso por un rato y rio sarcásticamente, -¡Bah!
Sólo la intención excesiva por Yadira haría a Delfino arreglarle, sin hablar de otras intenciones.
Xulio exhaló un suspiro ligero, y no sabía qué decir.
Parecía que Delfino había recordado algo, lanzó la mirada a Xulio y dijo, -¿Alguien más seguía a Yadira estos días?
-No -Xulio negó con la cabeza.
Delfino pensaba en algo con los ojos entrecerrados, y dijo después de un buen rato, -Mantén la vigilancia severa a Mariano.
Antes, lo que Mariano había encontrado a Yadira y Delfino a primera hora indicó que Mariano había vigilado todos los actos de Yadira, y que sabía claramente el paradero de ella.
Después de regresar a la Ciudad Mar, Delfino había mandado seguir y proteger en secreto a Yadira, pero no se produjo nada desde Mariano.
Mariano había sido el rival más perspicaz que encontró durante los años. Delfino todavía no tenía claros la identidad y el propósito de Mariano, quien parecía muy interesado por Yadira. Y Yadira también…
Delfino presionó el entrecejo de fastidio, y dijo con la voz un poco agotada, -Vuélvete.
Xulio quería regresar, pero le dio pena el aspecto de Delfino, -Señor, mejor te acompañe a cenar.
-¡Basta ya!
Xulio no dijo más, y se levantó para irse. Al salir, volvió la cabeza de rato en rato a Delfino mientras se marchó, preocupado.
***
Cayó el viernes pronto.
Estos días, Yadira casi quedaba en casa, envía el borrador escrito a Fatima Núñez o hablaban del asunto por la llamada de vídeo.
Pues gracias a la era de tecnología.
-¿De veras, no asistes al banquete? Que puedo llevarte -Fatima le decía así últimamente después de terminar el asunto.
-Sí, en serio -Yadira no entendía por qué Fatima insistió tanto en este.
-Vale. Llámame si cambias de idea -Fatima no insistió más al ver que seguía negativa.
-Bueno.
Colgó la llamada de vídeo, Yadira tomó el móvil, ninguna llamada perdida ni mensaje.
"Delfino ha sido tan calmado que no contactó conmigo por tres días enteros. En aquel entonces estaba un poco enfadada de la discusión, pero ahora, después de tres días, me he enojado de verdad. Ya que Delfino no me envió el mensaje primero, vamos a ver quién será el vencedor."
Mientras que Yadira pensaba absorta con su móvil en la mano, vibró el móvil.
Se quedó sorprendida que creía que era de Delfino. Bajó la mirada y resultó que era de Noela García. Al ponerse, Noela le preguntó, -Vamos a hacernos el peinado, ¿has elegido el vestido para el banquete?
Lo que Delfino iba a organizar el banquete se había extendido por la Ciudad Mar.
Pues Delfino había preparado este banquete en nombre de complacer a Horacio Dominguez, el cual no tenía el umbral especial. Todas las figuras de fama en la Ciudad Mar se presentarán al banquete, y se verán varias personas del mundillo de entendimiento como Noela.
Yadira no planteaba participar en el banquete, pero Noela había gastado tanta energía y le llevó los vestidos bonitos.
Las mujeres eran por naturaleza incapaces de decir "no" a ropas bonitas, y con el maquillaje y el peinado saldrían a callejear para exhibirse.
Yadira no salió a la calle durante los días, y vestida muy sencilla en casa. La modista y el maquillador eran miembros del grupo de Noela y que les tenía la confianza.
-Primero, el vestido -Noela eligió el vestido con Yadira mientras que miró por todas las partes-. ¿Dónde está Raquel?
-Está dormido, duerme la siesta por mucho tiempo recién.
Ahora eran las cuatros por la tarde, a veces Raquel Dominguez dormía la tarde entera.
Hablaba de Raquel, Yadira enarcó el entrecejo ligeramente, -No puedo llevar a Raquel a asistir al banquete, todavía no ha estado expuesta al público.
Noela se quedó atónita por un momento y dijo, -¿Y qué hacer? Eh, podemos llevarla al jefazo, hay tantos criados allí.
-No, nos estamos peleando ahora, y creerá que me he rendido a él si le envío a Raquel.
El banquete no era algo de necesidad. Siempre que Yadira pudiera cuidar bien a Raquel, no la llevaría a Delfino. Aprender abandonar algo para los niños era una lección imprescindible para los padres.
Noela creyó que Yadira tenía la razón y no sabía qué hacer por un instante.
De golpe, algo se le ocurrió a Noela, -Ya lo veo, llamo a Apolo a cuidar a Raquel y tú y yo participamos en el banquete.
-¿Apolo? -Yadira se quedó callada unos segundos-. ¿Puede hacerlo?
Aunque Apolo Tapia sabía divertir a los niños, era un hombre, Yadira se olió que él no podía cuidar bien a una niña.
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