Matrimonio de primera romance Capítulo 565

-Yadira.

Llamó su nombre acentuando, obviamente insatisfecho con lo que ella persistía en preguntar en este momento.

Yadira le presionó la mano para que no pudiera mover, así él dejó de intentar soltarse de ella, directamente bajando la cabeza y besándole los labios, luego dijo vagamente, -Ahora también estoy haciendo algo importante.

Inmediatamente ella lo soltó y lo empujó a un lado. Luego tomó la manta y se cubrió la cabeza, dejándolo aislarse de ella.

Originalmente a Delfino le vino a la mente el deseo temporal, ya que ella no quería hacer, no la forzaría.

Se quitó de ropa y se acostó en la cama, abrazándola a través de la colcha.

En la habitación aun habiendo la calefacción, también hacía un poco frío.

Claro que ella no quería que Delfino se resfriara, por lo que levantó la manta y lo cubrió.

Y él no mostró ninguna cortesía, y tendiendo la mano la puso en sus brazos.

Todo el cuarto se quedó en total silencio, pero a Yadira le pasó insomnio.

Quería dar la vuelta, pero descubrió que Delfino le abrazaba la cintura tan estrechamente que no podía mover.

-¿No tienes ni pizca de sueño? -sonó la voz baja y profunda a su oído.

Ella no dijo nada, sino que tendió la mano para cubrir el dorso de mano de Delfino.

-Como no quieres dormir, vamos a discutir algo.

-¿Qué?

-Los días en el País M son de tanta felicidad que ¿has olvidado cómo saliste? -el acento con el que dijo Delfino aun era lo mismo como siempre, pero por el que también podía sentirse una frialdad.

Con tal dicho, a pesar de no querer recordarlo, ahora tuvo que enfrentarse.

Antes ella aprovechó el tiempo en que Delfino estaba fuera de casa, comprando a escondidos el pasaje, y antes de un poquito de embarcar al avión, le dijo que iba al País M.

Cuando se le ocurrió esta cosa, Yadira se sentía inquieta y culpable.

Le sostuvo la mano, teniendo miedo de que él estuviera tan enojado que la obligaría a hacer amor.

Pero, al siguiente momento, Delfino dijo, -Por ti, la boda también se ha retrasado. Yadira, ¿dime cómo vas a compensarme?

Ella se quedó culpable al principio, ahora con lo que dijo, más sintió lo que había hecho era demasiado.

Así le preguntó simplemente, -¿Pues qué quieres?

Delfino llevó un rato en silencio, luego dijo, -Diviértete conmigo por un tiempo aquí.

Al oírlo, Yadira se sorprendió, no esperando que la petición que formuló Delfino resultara ser tan sencilla.

Viendo la demora de ella en responderlo, estrechó los brazos que le abrazaron la cintura, en cuyo tono añadió un significado de amenaza, -¿Qué pasa? ¿No lo aceptas?

-No, estoy de acuerdo -aun extrañando mucho a Raquel, lo más importante que tuvo que hacer en este momento era que lo hacía feliz.

***

Después de que Yadira aceptó acompañarlo aquí por un tiempo, Delfino le dio dos días para relajarse y luego la llevó paseando por todo el país.

Y durante este período, todos los días ella casi salía a divertirse con él por la mañana y no regresaban hasta la noche.

Además, esta vez cuando estaban fuera de la villa, no solo sin la compañía de guardaespaldas, sino también sin Xulio.

Xulio parecía muy ocupado, que siempre llegaba más tarde que ellos, quien regresaban a casa después de haber comido afuera.

Con el largo tiempo, Yadira comenzó a sospechar.

Ese día, al tomar el desayuno con Delfino, le preguntó aparentando que no le importaba, -¿En qué está ocupado Xulio? Todos los días sale temprano y regresa muy tarde. Si no confiera en su cualidad, sospecharía que tuviera otra mujer aquí.

La segunda mitad de lo que dijo fue puramente en broma, pero inesperadamente, Xulio regresó de afuera y, justamente la oyó.

Con más posibilidad Xulio estaba ayudando a hacer algo por Delfino con la excusa de comprar ellos para su esposa; Delfino todos los días la llevaba saliendo para divertirse, solo porque no quería que ella supiera lo que hacía Xulio.

Ellos dos tenían algo que ocultarle, y eso debía ser algo muy importante.

Algo de que Delfino le ocultara a propósito definitivamente no era bueno.

Pero si no la contó, ella tampoco podía preguntarlo directamente. Si lo hiciera, Delfino estaría alerta y encontraría cualquiera razón para engañarla.

Frente a él, no era suficiente para mentirlo con solo su inteligencia.

De repente recordó que aquel día ella bajaba las escaleras siguiéndolo, y veía que Delfino fue al sótano a buscar a Perla con expresión enojada después de oír lo que dijo Xulio.

Estos días, nunca preguntó ni una vez sobre lo que pasó a Perla, porque Delfino le había dicho que él mismo iba a arreglarlo.

Esta vez fue encerrada por Perla, y Delfino tenía el derecho a evitar que ella insistiera en preguntarlo por haber venido a rescatarla.

Pero con respecto a lo que sucedió ahora, eso podría tener que ver con Perla.

Tras desembrollar sobre tales asuntos en el corazón, decidió esperar una oportunidad con calma.

***

Por la mañana del día siguiente.

Al igual que los días anteriores, Delfino intentó llevarla a salir.

Después de salir de la villa y meterse en el coche, Yadira rebuscaba en su bolsa y dijo ceñuda, -Quizás se me olvida el lápiz labial.

Habiendo buscado toda parte de la bolsa, luego le dijo, -Espérame un ratito, voy a casa a buscarlo.

Delfino no la sospechó, -Vale.

Yadira le concedió una sonrisa, curvando los labios, -Volveré pronto.

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