Matrimonio de primera romance Capítulo 595

Delfino no solía sonreír, especialmente cuando era para expresar su emoción real.

Para Yadira, la figura de Delfino que llevaba una sonrisa fingida resultó bastante terrible.

Ella también no dijo nada, simplemente lo miraba.

Delfino le acarició la cabeza. Se trató de una acción muy íntima, de la cual Yadira sintió su ternura.

-Me voy. Regresaré esta noche.

Dicho esto, retiró la mano y parecía que estaba esperando la reacción de Yadira.

Yadira quedó sin movimiento durante unos diez segundos, luego le preguntó desconcertada, -¿Cómo vuelves?

Delfino contestó con voz suave, -Claro que entraré andando.

-Tú... -Yadira se confundió por lo que hizo Delfino.

Apareció en la casa de Mariano de repente, habló con él en el estudio un rato, y ahora incluso dijo que volvería esta noche.

¿Acaso no vino a llevar a ella y Raquel para regresar?

Delfino sabía claramente su duda.

-He comunicado a la media antes de llegar aquí.

Con su explicación, Yadira entendió en seguida todo.

Como una estrella en el ámbito comercial, también gracias a la presencia mundial y la amplia gama de empresa de la Familia Dominguez, Delfino gozaba de una influencia relevante. El accidente de tráfico fue publicado en primera plana, entonces ahora apareció de nuevo sin ninguna herida llamaría la atención de la media social.

Vieron a él venir aquí, los periodistas, nacionales o extranjeros, lo seguirían para conseguir la noticia de primera mano.

Mariano también era bien conocido en la profesión de la psicología de País M. Si Delfino no saliera de aquí, sería un escándalo.

Por eso Delfino se atrevió a entrar sin ninguna preocupación y salir tranquilamente, diciendo que volvería por la noche.

Al enterarse de eso, Yadira se quedó muda por un rato.

Solo Delfino fue capaz de imaginar semejante medida que beneficiaría a ambos, pero no traería nada perjuicio.

Sin embargo, esta medida magnífica para Delfino resultó fastidia para Mariano.

Unos días antes, Mariano le había dicho que Delfino y él eran personas del mismo especie. Creía que él mismo era mejor que Delfino, e incluso tenía cierta aversión compleja hacia Delfino.

Ahora el propio Delfino vino aquí, pero Mariano no pudo hacer nada. Entonces para Yadira, era difícil imaginar el sentimiento actual de Mariano.

Ella aún tenía otra duda, pero Delfino le dio un gesto de tranquilidad, luego se dio la vuelta y salió.

Inconscientemente, Yadira iba a acompañarlo afuera, pero fue detenida por el guardaespaldas sin dar unos pasos.

Delfino volvió la cabeza al oír el movimiento, miró unos segundos al guardaespaldas, pero no dijo nado y se marchó.

El breve vistazo de Delfino le dio al guardaespaldas un hormigueo hasta el cuero cabelludo.

Yadira había tenido mucho más que decir a Delfino, pero sabía que la condición no era oportuna de hacerlo.

Se dio media vuelta y encontró que Raquel estaba detrás de ella y miraba en la puesta. Eso la dejó un poco triste.

Se acercó a Raquel y se acuclilló para levantarla en el brazo.

Raquel abrazó su cuello mirando hacia fuera.

Yadira sabía que ella vio a Delfino. Posiblemente ella no podía entender por qué su papá vino y salió inmediatamente sin llevarla de regreso.

Eso se trataba de una cosa inexplicable.

Sin duda, Yadira no era una madre perfecta, e incluso no pudo encontrar una explicación adecuada para Raquel.

-No hace falta.

Mariano rechazó y vertió unas pastillas.

Iba a tomar la medicina, se le ocurrió algo de repente y se emocionó mucho. Volvió a sacar algunas pastillas más y las echó directamente en la boca.

Josefa se cambió la cara y se apresuró a acercarse, agarró su brazo para impedir su acción.

-Estas medicinas dañarán tu cuerpo, no puedes comer tantas.

Josefa movió la cabeza para expresar su ruega, -Por favor, deja de comerla.

Todas las medicinas tenían perjuicio, qué daño tan grande daría al cuerpo por tantas pastillas.

Mariano no le hizo caso, y solo dijo indiferentemente, -Suéltame.

-¡No!

Josefa siempre era la más leal a Mariano, pero en este momento, tenía que rechazar su capricho.

Mariano no dijo nada más, golpeó directamente la muñeca de Josefa con la mano, que hizo a ella soltar la mano por el dolor.

Josefa tuvo que ver a Mariano comer todas las pastillas.

Afuera, Yadira se sintió extraña cuando vio a través del resquicio de la puerta que Mariano tomó tantas pastillas.

¿Qué enfermedad tenía Mariano?

Acabó de llevar a Raquel a su habitación, reflexionó un buen rato y decidió venir al estudio para ver qué situación era en el estudio. Aún no entró, había escuchado el grito furioso de Mariano.

Intentó a abrir un poco la puerta. Mariano y Josefa no se le dieron cuenta, mientras que ella pudo ver todo con claridad.

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