Matrimonio de primera romance Capítulo 596

Con un rostro sombrío, Mariano devoró directamente el resto de medicina.

Josefa se situó detrás de él angustiada, -¡No pasa nada aunque no tomas medicina! A pesar de que seas Mariano o Alfonso, no voy a...

Mariano lo interrumpió con la voz ronca y fría, -¡Cállate!

Josefa dejó de hablar, solo lo miraba.

-Yo soy yo, Alfonso es Alfonso -diciendo, Mariano se apretó inconscientemente la mano.

Josefa dijo de nuevo, -Si esta vez no fuera por enfermedad, habrías seguido el plan y atraído a Yadira a País M?

Mariano giró la cabeza hacia ella, aunque Yadira solo pudo ver el perfil de este, resultó bastante cruel.

Sin duda, la expresión de Mariano era muy horrible, que hizo que la voz de Josefa se volviera un poco temblorosa, -¿Acaso realmente te enamoras de Yadira? ¿Has olvidado tu finalidad original? Luciana todavía está en el hospital y vive dependiendo de la máquina de oxígeno...

Sus palabras fueron interrumpidos por una bofetada de Mariano.

Yadira también quedó suspensa por esta bofetada abrupta.

Aunque había sido consciente de que Mariano no era una buena persona, nunca había pensado que golpearía a una mujer, sobre todo, a Josefa, que siempre era tan leal para él.

La bofetada era tan fuerte que Josefa tuvo que dar unos pasos para mantener la estabilidad. No se tocó la cara con la mano, simplemente mantenía la cabeza ligeramente inclinada y no dijo nada.

Una mujer terca y orgullosa.

Mariano se levantó, como estaba de espaldas a la puerta, Yadira solo podía oír sus palabras sin saber su expresión.

-¡No hace falta que me recuerde qué debo hacer!

Sonó la voz baja de Josefa un rato después, -Lo siento, es mi culpa.

Mariano se dio la vuelta, con una cara sombría y voz bastante horrible, -¡Fuera!

-Sí.

Josefa siguió manteniendo la cabeza inclinada, que se veía muy respetuosa.

Viendo que Josefa iba a salir, Yadira se apresuró a cerrar la puerta y se dirigió a la habitación de Raquel con rapidez.

Yadira iba pensando en la conversación entre Mariano y Josefa que había escuchado.

No sabía si Mariano la quería o no, y lo que ella quería saber fue su finalidad real.

Josefa no había terminado sus palabras, y tampoco había dicho con claridad qué fue el propósito de Mariano para acercarse a ella.

Además, ¿quién era Luciana? Parecía que era nombre de chica.

“Luciana todavía está en el hospital y vive dependiendo de la máquina de oxígeno.”

Eso era lo que dijo Josefa, y de esta frase se podía enterarse de alguna información.

Luciana posiblemente era una chica. Y según el tono de Josefa, sería una chica que tenía cierta relación con Mariano, si no, a Mariano no le hacía falta preocuparse por Luciana.

Para un hombre, la gente más importante no era más que la amada y la familia.

Por lo visto del carácter intrigante de Mariano, era muy probable que Luciana solo fuera su familiar.

Josefa adoraba mucho a Mariano, por lo que si Luciana era su amada, el tono no sería tan normal cuando mencionó a ella.

Resultó ser Josefa quién estaba fuera de la puerta.

Josefa dijo indiferentemente, -El Señor te busca. Está en el estudio.

Dicho eso, se marchó sin esperar ni un segundo más.

Yadira giró la cabeza para miró a Raquel, viendo que ella todavía estaba jugando con toda atención con sus muñecas, pues la llamó, -Raquel.

-¿Qué? -Raquel la miró desconcertadamente.

Yadira le dio una sonrisa, y agitó la mano, -Venga, vamos a jugar en el estudio de Mariano.

-¡Ok!

Raquel se levantó. Estaba bastante vestida aunque había calefacción en la habitación, por eso parecía un poquito torpe, pero encantadora.

Una vez se levantó, Raquel echó a correr hacia Yadira hasta que le cogió la mano.

Yadira la llevó al estudio de Mariano y llamó la puerta.

La puerta se abrió desde dentro con un sonido breve.

Mariano estaba detrás de la puerta con el gesto amable, y cuando vio a Yadira, le dijo sonriendo, -Ya estás.

La puerta quedaba bien abierta, por la cual Yadira notó que el desorden anterior de estudio había desaparecido, en cambio, ya estaba muy limpio y ordenado.

En cuento a Mariano, la expresión era tan tranquila y suave, sin ninguna huella de la histeria que se vio antes.

Yadira estaba más segura de que con gran posibilidad Mariano tenía cierta enfermedad especial.