Delfino levantó sus ojos y miró hacia Yadira, que estaba no muy lejos acompañando a Mariano.
Después de unos segundos, le dijo a Xulio lentamente,
-Mariano nunca ha hecho cosas sin preparaciones. Lo que va a venir a ese banquete con Yadira es una noticia que ha emitido él a propósito.
Xulio pensaba un rato y luego le peguntó,
-¿Y por qué lo hace? Sobre lo que ha emitido noticia a propósito, puedo entenderlo, debido a que quería atraernos venir. Pero, ¿no teme que nos llevemos a la señora aprovechando esa oportunidad?
-¿Crees que Yadira quiere regresar con nosotros?
La voz de Delfino se volvió más indiferente y se frunció sus cejas. Él estaba reprimiendo su rabia.
-Quieres decir que…
Al Xulio decirlo, levantó su cabeza y miró hacia la dirección de Yadira.
Las reacciones anteriores de ella las vieron con sus propios ojos.
Todos ellos podían descubrir que ella era muy muy extraordinaria, completamente diferente de lo normal.
-¿Señora podrá fingir cariño con Mariano?
Xulio pensaba mucho tiempo, pero solo sacó esa posibilidad.
-Mariano no es un hombre que confía en los demás fácilmente. Solo confía en sí mismo. Por lo demás, ha llevado con Yadira y ha conocido su temperamento. Si bien Yadira, la tonta, tenía destacada capacidad de fingir, ¿crees que Mariano podía creer en ella fácilmente?
Delfino lo dijo con mucha calma, lo que le sorprendió mucho a Xulio.
En caso de que el Delfino anterior hubiera visto que Yadira estaba de pie al lado de Mariano con tanto cariño, probablemente no habría podido evitar golpearle.
-¿Señora no está fingiendo?
Antes Xulio creía adivinar la verdad, pero se hizo más perplejo al oír las palabras de Delfino.
-Si señora no lo finge, ¿qué le pasa?
Xulio también la conocía bien debido a que ya llevó con ella mucho largo tiempo.
-Cuando la vi a señora en la villa, le trajo tu pluma y ella reaccionó normalmente.
En aquel incendio, Delfino se quedó mucho tiempo y estuvo a punto de desmayarse.
Pero, Delfino aún insistía en volver y buscar sus cosas.
A Xulio no le quedó más remedio que le mareó y primero le llevaron los guardaespaldas. Xulio volvió al incendio y le ayudó a buscar sus cosas.
Sin embargo, dentro del incendio se encontró con Yadira.
En aquella situación, los subordinados de Mariano estaban vigilando fuera de la casa. Por eso no podía salvarla y llevarla, solo le entregó la pluma de Delfino y le dijo que no se preocupara esperando que los subordinados de Delfino la salvaran.
Xulio sabía claramente el gran significado de esa pluma para Delfino, y creía que Yadira también lo sabía.
Sin embargo, no pasó muchos días, cuando vieron de nuevo a Yadira, ella cambió por completo.
Delfino bajó sus ojos y le dijo una palabra.
-Hipnosis.
-¿Hipnosis?
Xulio repitió la palabra que había dicho Delfino.
-Mariano no confía en los demás, solo en sí mismo. Si no la ha hipnotizado, ¿cómo se atrevió a llevar a Yadira ante yo?
Cuando Delfino terminó de hablar, su cara se puso más sombría.
-Pero, anteriormente, la olvidaste completamente a la señora. Y ahora esta aún nos recuerda.
A pesar de que antes Xulio también suponía que Yadira fue hipnotizada, evidentemente Yadira los conocían. Por lo tanto, Xulio creía que no había esa posibilidad.
-El motivo de hipnotizar no es que pierde la memoria de alguien, sino dirige la consciencia de uno.
Después de decirlo, Delfino se levantó.
Arregló su traje negro y parecía que se preparaba para salir.
-Señor, ¿A dónde vas?
-No me sigas. Vigílale a Mariano.
Delfino lo dijo y rápidamente desapareció entre los invitados.
Por eso, los dos se forcejaban. Uno quería agarrarla, y la otra, quería deshacer.
En ese conflicto, los móviles de los dos cayeron en el suelo.
Yadira lo impulsó. Luego se acuclilló para recoger el móvil.
Por casualidad, tanto las marcas como los modelos de los móviles de ellos fueron iguales.
Yadira vio los dos móviles completamente iguales. Recogió el más cercano de Delfino.
Y el móvil más cercano de Delfino fue de él, no de Yadira.
Ella seguramente lo sabía, pero lo cogió a propósito.
Yadira lo cogió, presionó el botón de encendido y la pantalla se iluminó.
Después de tocar unas veces la pantalla, y luego elevó su móvil ante los ojos de Delfino, señaló su foto en el fondo de la pantalla y le preguntó,
-Señor Delfino, ¿Para qué lo hizo? ¿Usa esa foto como el fondo de pantalla para fingirse como un hombre de profundos sentimientos?
Delfino frunció las cejas ligeramente, y le dijo,
-¿Si soy un hombre de profundos sentimientos o no? Tú sabes claramente.
-¡Qué asqueroso!
Yadira se burló y tiró su móvil hacia la distancia.
Delfino frunció el ceño fuertemente,
-Yadira, ¿estás loca?
-Sí. Estoy loca. ¡Cuando ignoraste la vida de Raquel, estuve loca ya! A ver. ¡Seguro voy a vengarte!
Yadira recogió su propio móvil y se fue después de decirlo.
Delfino aún se quedó en ese servicio de mujeres, con una expresión compleja.
Las fotos de tanto el fondo de la pantalla como su pantalla de bloqueo fueron la de Yadira. Y necesitó contraseña para abrir ese bloqueo. Cuando se iluminó la pantalla, Yadira podía ver la foto ya, pero introdujo contraseña a propósito y abrió su móvil.
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