Desde que Yadira recogió su móvil a propósito, Delfino percibió su intención.
Y posteriormente, ella abrió su móvil a propósito. Delfino podía aseguró que ella quería transmitirle algo aprovechando eso.
Al principio, Delfino adivinó que Yadira podía ser hipnotizada por Mariano.
¿Y ella acabó de decir que él ignoró la vida de Raquel?
Por eso, Mariano probablemente la hipnotizó usando ese asunto.
Sin embargo, dado que Yadira le transmitió información a escondidas, el hipnotizo de Mariano fracasó.
Con su comprensión de Yadira, la estúpida mujer intentó investigar algo de Mariano metiéndose en peligro para lograr su confianza.
La cara de Delfino bruscamente se volvió muy sombría.
¿Cuándo Delfino necesitó que su mujer le protegiera metiéndose en peligro?
Se creía que lo que hiciera le beneficiara a Delfino, pero fue todo un error.
¡La mujer siempre estaba tan tonta!
Cuánto más pensaba Delfino, más furia sentía. Por eso, se fue y salió del cuarto.
Pero cuando vio el móvil que fue tirado por Yadira, paró y lo recogió.
Se encontró con Mariano en un sitio no muy lejos del servicio.
Mariano le vio cuidadosamente como si estuviera muy satisfecho por la expresión suya.
La rabia de Delfino fue tan evidente que fue imposible que Mariano no la percibiera.
-Parece que señor Delfino está en un mal humor.
El tono de Mariano se llenaba de orgullo y alegría de victoria.
Delfino le miró fríamente unos segundos y bruscamente lanzó su puño a Mariano.
Mariano no podía escaparlo e se hirió, pero la expresión de su cara no cambió.
Lo que Delfino no podía contenerse de golpearle demostró la victoria de Mariano.
Delfino estaba muy furioso debido a Yadira. Todo fue la trampa de Mariano.
Aunque el septiembre fue muy feroz y terrible, tenía su propio defecto. En este sentido, los hombres también tienen su propio defecto, especialmente en la emoción y el sentimiento.
El defecto de Delfino fue amar a Yadira.
Siempre y cuando lidió con Delfino usando a Yadira, Delfino fue derrotado por completo.
Entonces ya vio el efecto. ¡Genial!
Mariano borró la sangre en la comisura de su boca, y le dijo con una sonrisa brillante,
-Señor Delfino me golpea así, pierde su propia dignidad.
-Tú, también eres un desperdicio.
Delfino, sosteniendo fuertemente el cuello de Mariano, le miró fijamente con mucha rabia.
La estatura de Mariano fue un poco bajo que Delfino, por lo tanto, Delfino tenía ventajas en la altura. Cuando sostenía el cuello de Mariano, tenía una gran majestuosidad.
-Realmente te respeto mucho, porque tienes paciencia de charlar conmigo en este momento.
La sonrisa en el rostro de Mariano se desvaneció un poco, pero no había miedo en sus ojos.
En ese entonces, Xulio vino del otro extremo del pasillo con mucha prisa.
-Señor.
Cuando Xulio vio esa escena, y solo con un segundo de pausa, recuperó su aspecto habitual.
Delfino volvió su cabeza y le vio fríamente,
-Llévala a Yadira a casa.
Xulio tenía un poco vacilación y al final le dijo,
-Sí.
Delfino le tiró a Mariano como si echara un trapo.
Gracias a que Mariano tuvo la preparación para estabilizarse, no cayó tan violentamente.
-¿Acaso no le preguntas si Yadira tiene ganas de volver contigo?
El tono de Mariano se llenaba de alegría especial.
Realmente quería ver la derrota de Delfino.
-No me importa si ella quiere o no, porque ella es mi mujer. ¡Si bien ella muriera, también me pertenece! Tú no tiene nada que ver con ella -respondió Delfino con indiferencia.
Tanto el tono como los ojos de Delfino se llenaban de burla obvia, como si Mariano fuera algo basura fétida.
Lo más molesto para Mariano fue que Delfino siempre poseía tanta confianza, independientemente en qué situación estaba.
Por ejemplo, en ese momento, estaba claro que él fue el ganador, pero Delfino seguía estando tan orgulloso, elegante y confiado. Y le miró como un reino digno.
Esto también fue el punto más intolerable para Mariano.
-¿Qué quieres hacer? ¡Dámelo mi móvil!
Yadira le vio y descubrió que fue Xulio. Entonces, extendió la mano con cara indiferente,
-¡Dámelo!
Xulio se paró frente a ella y le dijo con calma,
-Señora, vámonos a regresar a casa.
-¡Xulio Ruiz!
Yadira le llamó en voz más alta.
La cara de Xulio no cambió nada y le dijo amable pero serio,
-¿Señora quiere irse voluntaria o obligatoria?
Él acentuó la palabra obligatoria, con fin de que le dijo a Yadira que en todo caso, hoy tenía que regresar a casa con ellos.
Yadira se burló fríamente,
-¿Si no quiero regresar?
-En ese caso, tengo que usar algo fuerza para hacerlo -Xulio le contestó respetuosamente.
-Ja, ja. Asistente efectivamente es semejante a su jefe.
Yadira lo dijo para ironizar a Delfino.
De hecho, Xulio no estaba acostumbrado a la Yadira que dijo de forma sarcástica.
Él mordía su labio y se fingía que no lo entendía,
-¿Qué quiere decir señora?
-¿Quién es señora? ¡No se atrevo a ser la mujer de Delfino!
Al Yadira decirlo, lo impulsó,
-¡Vete!
Se detuvo después que anduvo unos pocos pasos.
Sin saber cuándo Delfino vino y la detuvo frente a ella.
-¿No oyes lo que te ha dicho Xulio? -Delfino se paró frente a ella y dijo en serio.
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