Me Viste Ducharme, Eres Responsable romance Capítulo 3

Macarena se estaba sintiendo incómoda bajo la intensa mirada de Dante cuando de repente se percató de que dos ancianos llevaban un rato parados en la puerta trasera. Se apresuró a recibirlos. "Abuelo, abuelo Ybarra, ¿qué hacen ustedes ahí parados? ¿Por qué no entran?".

El abuelo Ybarra intercambió una mirada llena de preguntas con Dante. Dante cerró sus labios firmemente y sus fríos ojos se volvieron aún más sombríos, entendió claramente la situación. Después de todo, su nieto nunca había sido de los que tomaban las cosas a broma.-

"Me temía que si no venía, esa criatura te habría devorado ya", bromeó el abuelo Vidal, mientras Macarena ya se había enganchado de su brazo y sonreía mostrando sus encantadoras fosas, Dante jugueteaba con los botones de su manga, una sonrisa maliciosa se asomó en sus labios.

"Pero si nos hubiéramos acercado muy temprano, temo que Sr. Dante no habría disfrutado su momento", comentó el abuelo Ybarra con una risa ligera.

"El Sr. Dante sólo estaba bromeando, ¿por qué se lo toman tan en serio?", la sonrisa de Macarena se tensó un poco.

"Nunca bromeo", dijo Dante con una voz gélida y sin emoción, pero con una certeza inusitada.

"Señorita, lo que dice mi papá va a misa", agregó Nacho ya metido en los brazos de abuelo Ybarra con una sonrisa.

"Sr. Dante, es la primera vez que nos encontramos y ya está diciendo eso, no está bien", replicó Macarena con una sonrisa forzada.

"Entonces, en el futuro podremos comunicarnos más". Dante seguía sentado allí, emanaba una presión invisible pero palpable.

Pero Macarena sabía que no eran compatibles.

Dante era un hombre de mundo, había visto mujeres hermosas de todo tipo, ¿cómo podría él mirarla a ella con otros ojos?

"Exacto, con más comunicación todo se soluciona, ¿verdad, abuelo Vidal? ¡Jajaja!", el abuelo Ybarra naturalmente quería que su nieto se casara pronto.

El abuelo Vidal no tenía ninguna queja sobre Dante, pero tenía otro hijo y no quería que su nieta sufriera, así que sólo sonrió y no tomó partido.

En ese momento era la hora de la comida, y Nacho estaba aferrado a la pierna de Macarena, no quería soltarla, así que los abuelos y la nieta terminaron quedándose a almorzar con la familia Ybarra.

Macarena bajó la vista a su plato, recordó que se decían que Dante era distante y frío, pero parecía tener habilidad para coquetear, lanzaba piropos con facilidad.

La mirada de Dante era aguda, y aunque Macarena normalmente era valiente, en ese momento tuvo que medir sus palabras para no ofenderlo y poner en peligro su carrera.

"Sr. Dante, realmente no somos compatibles".

Macarena lo miró fijamente y la expresión de Dante no cambió en absoluto.

"Señorita, ¿cómo podrían ser incompatibles? Mi padre es un hombre compatible con todo", dijo con una sonrisa.

Macarena apenas pudo contener el gesto de fastidio, al parecer padre e hijo planeaban acosarla.

Afortunadamente, Dante sólo se quedó durante el almuerzo y luego se marchó.