Mi amor, por favor regresa a mí. romance Capítulo 9

Cloe

— Que bueno que ya esta aquí señora, el niño tiene fiebre — dijo Brooke ansiosa cuando yo apenas había abierto la puerta, mi niño estaba un poco rojo y no dejaba de llorar en los brazos de ella por lo que me apresure cargarlo.

— Mamá ya está aquí bebe — le susurre con suavidad cuando lo sostuve en mi brazos — ¿ya le diste el medicamento de la fiebre?

— Si señora, pero nada que le baja.

— Tráeme el termómetro y calienta un poco de agua para bañarlo — le pedí, mientras no dejaba de moverme con mi bebe de un lado a otro para que no siguiera llorando, me partía el corazón verlo así.

Ella rápidamente me trajo el termómetro y le medí la temperatura, pero su fiebre seguía siendo alta, esto me preocupaba mucho y me apresure a darle un baño, esperaba que esto pudiera ayudar a que la fiebre cediera.

Después de darle su baño volví a tomar su temperatura pero seguía sin mejorar y ya yo no podía más con la preocupación por lo que tome mis cosas y me apresure a llevarlo al hospital.

— Su fiebre esta cediendo, pero debería quedarse esta noche en observación — sugirió el doctor que estaba atendiendo a mi bebe y yo asentí de inmediato, no lo podía arriesgar, su salud no era muy buena.

— Esta bien Doctor.

— Bueno me retiro, en un rato paso a verlo como sigue y si necesita cualquier cosa puede notificárselo a una enfermera — dijo antes de irse y casi inmediatamente después que salió, pude observar como la puerta se abrió para dejarme ver al guapo Doctor xxxx,el había sido la persona que me dio la noticia de mi embarazo y quien me ha estado ayudando mucho a lo largo de estos dos años, así que habíamos terminado siendo amigos.

— Me dijeron que estabas aquí, ¿Cómo está? — pregunto acercándose a mi pequeño.

— Ya esta un poco mejor, pero tiene que seguir en observación — suspire.

— Seguirá mejorando, no te preocupes, sabes muy bien que el pequeño Michael es todo un guerrero. — dijo con una sonrisa reconfortante y me recordó que efectivamente tenía razón, Michael era un guerrero muy fuerte para ser tan pequeño, desde que estaba en mi barriga lo era, porque pasé por tanta cosas estando embarazada y aún así el estaba aquí ahora.

— Lo se, el es muy fuerte — dije mientras acariciaba con suavidad su pequeña carita, el era tan hermoso y perfecto.

— Como su mamá — espeto el mirándome con cariño.

— Yo no soy tan fuerte, quien me da fuerza para seguir es este pequeño.— confesé, yo no era tan fuerte como quisiera y si no fuera por mi bebe, hace mucho que me hubiese rendido con la vida, porque después de todo lo que he tenido que pasar me sentía destrozada y nada lograba aliviar ese dolor que me consumía, pero el me ayudo, sabia que tenia que luchar para que el estuviera bien y con cada pataleta que me daba cuando estaba en mi barriga me daba más fuerza y después de que nació, escucharlo llamarme mamá o verlo sonreír, logra llenar ese vacío en mi corazón.

— Eres mucho más fuerte de lo que crees Cloe, eres asombrosa y no deberías olvidarte de eso. — insistió con una sonrisa.

— Gracias — conteste devolviéndole la sonrisa.

— Si lo es, si eso afecta tu trabajo — grito mucho más molesto que antes y separo de su asiento para acercarse a mi, podía ver toda la tensión en su musculoso cuerpo, el trataba de contener su creciente ira, pero no estaba funcionando. — así que si quieres continuar trabajando aquí deja de actuar como una cualquiera y concéntrate en tu trabajo.

Después de escuchar sus palabras, no pude soportarlo más y sin pensarlo le di una fuerte bofetada, dejándolo totalmente desconcertado, me miraba confundido y al mismo tiempo sorprendido, el no esperaba que yo actuara de esa forma, ni siquiera yo lo esperaba y al darme cuenta de lo que acababa de hacer salí corriendo de ahí hacia uno de los baños de la empresa.

Cuando ya me encontraba más calmada inmediatamente me arrepentí de mi actuar, había sido muy tonta y ahora estaba en riesgo mi trabajo por un estúpido impulso, yo se que me había prometido que no volvería a dejar que me humillarme y menos de esa forma, pero mi bebe era mucho más importante que cualquier cosa y para asegurar su bienestar no podía perder este trabajo hasta conseguir otro.

— Tonta, tonta — repetí mirándome al espejo, en este momento me odiaba a mi misma por arriesgarlo todo de esta forma tan estúpida, solo tenia que haberlo soportado como lo hice tantas veces a lo largo de mi vida.

He pasado cosas peores y yo podía soportar esos insultos, lo que no soportaba era que vinieran de él, cuando lo escuchaba llamarme así, mi corazón se desgarraba, era insoportablemente doloroso que la persona que aún amas te trate de esa forma tan hiriente, pero tenia que haberlo aguantado, porque por mi bebe todo valdría la pena.

Ahora solo me tocaba rogar porque Matthew no decidiera despedirme, pero era lo más seguro, un hombre como el y con el oído que me tiene no soportaría que lo trate así sin tener ninguna consecuencia y ahora por mi estupidez, le había puesto todo en bandeja de plata para hacerme sufrir, tristemente no solo yo pagaría las consecuencias esta vez.

Cuando me volví a dar cuenta de mí reflejo en el espejo fue que me di cuenta que había estado llorando y rápidamente lave mi cara, solo podía hacer una cosa y eso era volver a trabajar, mientras esperaba que me notificarán de mi despido.

Ya un poco más recompensa volví a mi escritorio y me puse a trabajar, mientras no dejaba de pensar que en cualquier momento me llamarían para despedirme y cada vez me arrepentía mucho más de haber actuado tan imprudentemente con Matthew, pero contrario a lo que esperaba término el horario laboral y nadie me llamó para notificarme de mi despido, ni siquiera Matthew me llamó en todo el día a su oficina, no sabia si el estaba esperando hasta mañana solo para alargar mi tortura, pero deseaba que este no sea el caso, esperaba que simplemente me dejara trabajar tranquila o me bajara de puesto, pero que no me despidiera.

Con todos estos pensamientos rondando por mi cabeza, maneje hasta mi casa, ya quería ver a mi niño y asegurarme de que estuviera bien, me dolía el corazón por no poderlo acompañar cuando el estaba enfermo, no soportaba tener que dejarlo con Brooke para yo ir a trabajar, pero con Matthew al mando de la empresa no podía justificar esa falta, porque se enteraría de la existencia de Michael y ahí comenzarían los problemas para mi, yo no podía permitir que eso ocurriera, yo no tenia la forma ni los recursos para luchar contra Matthew si decidía quitarme a Michael, el podría ganar su custodia muy fácilmente.

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