Matthew
— Buenos días señor Black — dijo Cloe al entrar a mi oficina y hoy ella estaba esplendida como siempre.
Lucía tan tranquila e indiferente, como si no pasara nada, como si apenas nos conociéramos y ojalá fuese así, porque en cambio yo, no pude dejar de pensar en ella toda la noche, con ansias de volverla a ver y tomarla entre mis brazos, pero el odio también me carcomía por dentro, recordándome su traición, recordándome cada vez que la miro ese día que la encontré en brazos de otro hombre y todavía duele.
Todavía siento que me quema cuando recuerdo que Noah toco lo que yo consideraba tan mío, lo que para mi era sagrado, que me quito lo único que yo amaba de verdad, a ella y solo a ella, pero a ninguno de los dos les importo, nunca pensaron en el daño que me harían y decidieron traicionarme sin importarles nada más, solo saciar el deseo de sus cuerpos.
— Buenos días, por favor tráeme un americano doble — pedí y ella asintió para rápidamente retirarse.
Después de verla irse, empecé a cuestionarme que tan buena idea era estar cerca de ella de nuevo, no sabia como manejar el tenerla tan cerca de mi, pero tampoco podía alejarme, por esa razón había tomado la decisión de quedarme a trabajar aquí por un tiempo indeterminado, cuando en realidad era algo que nunca hacía con las empresas que adquiría, pero al volverla encontrar no podía dar vuelta atrás como si nada, yo la había estado buscando por demasiado tiempo como para alejarme así.
Aunque quisiera irme sin mirar atrás yo no podía, la amaba tanto como la odiaba y la quería cerca porque no podía separarme de ella, pero también quería hacerla pagar lo que me hizo y al mismo tiempo quería tenerla de nuevo, amarla como antes, todo era tan contradictorio.
— Aquí tiene su café señor Black, si no hay nada más me retiro — espeto Cloe después de dejar mi café sobre la mesa y mientras más la escuchaba llamarme señor Black, mayor irritación me generaba, no me gustaba que la boca que tantas veces me llamó amor, ahora creará esa distancia entre los dos al llamarme así, no creo poder acostumbrarme a ella llamándome de esa manera, se sentía antinatural.
— Quiero que le saques una copia a cada uno de esos papeles, archives las copias tanto en físico como en digital y luego me traigas las originales — le dije señalando hacia una pila de papeles a un lado de mi escritorio, ella asintió y luego las iba a tomar, pero cuando sus manos estaban en ellos, sin poder evitarlo tome su muñeca y ella alzó la vista para mirarme confundida, buscando respuestas o esperando que la soltara.
Yo tampoco sabía porque lo hice, simplemente sentí una creciente necesidad de sentir su suave piel de nuevo, de impedir que se fuera, de pasar más tiempo con ella, pero aun así la solté y me aclare la garganta antes de crear una tonta excusa para explicar lo que acababa de hacer.
— Son dos copias las que quiero de cada página. — dije sintiéndome un imbécil, no sabia si ella creería esto, igual no podía justificar que la tocara.
— Esta bien señor Black — dijo ella recomponiéndose y tomando los papeles para irse.
Tenía que encontrar la manera de controlar estos estúpidos impulsos que tenía cuando ella estaba cerca, no sabia como, pero tenia que dejar de actuar tan imprudentemente a su alrededor, porque si ella sabía que todavía la amaba, quizás se aprovecharía de eso para obtener algo de mi y luego volver a hacerme daño, era algo que ya no podía permitir.
Después de un rato en el que yo solo pensaba en ella y como controlarme a su alrededor para no demostrarle mis sentimientos, ella volvió a entrar a mi oficina para dejar los papeles de nuevo sobre mi escritorio.
— ¿Te gusta tu vida como es ahora? — pregunte cuando ella ya estaba a punto de salir y volteo a verme desconcertada.
— ¿A que se refiere? — cuestiono confundida frunciendo el ceño ligeramente.
— Joder Cloe, sabes que si lo hiciste, todos lo saben, no entiendo porque carajos te sigues negando a admitirlo — dije frustrado mientras pasaba una mano por mi cabello, tirando un poco de el.
— Señor Black, esto no concierne a mi trabajo aquí, así que si no hay nada más me retiro — espeto con una frialdad que te podía helar los huesos, no parecía la misma persona que me grito hace unos minutos perdiendo los estribos con los ojos cristalizados, al parecer ella era cada vez mejor en su actuación, no podía volver a confiar en ella, podía fingir demasiado bien y al darme cuenta de este hecho lo que me había conmovido al verla así también se enfrió como su mirada.
— Esta bien, puedes retirarte — dije recomponiéndome y alejándome de ella para volver a mi escritorio, su cercanía me alteraba demasiado, removía muchas emociones turbulentas que deberían estar enterradas para siempre, que no deberían removerse.
Después de verla irse me fui a servir un vaso de whisky, aunque era muy temprano para empezar a beber, en este momento lo necesitaba, quería adormecer todo lo que estaba sintiendo.
Esto era lo que estaba acostumbrado a hacer despues de que ella me abandono, de esta manera intentaba matar todo lo que sentía por ella, pero nunca funcionó y termine por dejar de hacerlo, pero ahora que la había vuelto a ver, esto también resurgió para lidiar con mis penas, no encontraba otra manera de sobrellevar las cosas, me sentía demasiado solo y no tenia a nadie a quien acudir, solo al alcohol.
Era demasiado difícil tener a la persona que más amas y más odias tan cerca, la persona que te lo dio todo y también te lo quito, la que más daño te ha hecho, la que te destrozo sin ninguna compasión, pero que también te lo dio todo antes, te enseño lo más hermoso de la vida y aunque sabia que no debería estar aquí y quería alejarme, no podía, esto era mucho más fuerte que yo, necesitaba al menos poder tenerla cerca, necesitaba saber que ella estaba allí y que al menos podía mirarla.
Esto me hace sentir tan patético, es jodidamente patético necesitar tener cerca a la persona que te destruyo, no tenia ningún sentido pero mi amor por Cloe nunca lo tuvo, porque me enamore desde el momento en que la conoci, sin pensar en nada más, sin tomarme un momento para pensar si ella podria hacerme daño, simplemente me lance sin paracaídas, esperando aterrizar bien, he sido un completo idiota al enamorarme de ella tan ciegamente, sin ni siquiera tomarme el tiempo para investigar quien era de verdad.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi amor, por favor regresa a mí.