Mi cariño de 18 años romance Capítulo 24

Sin embargo, poder conocer a su familia demostraba que ella estaba comenzando a ser reconocida por la familia Rivero y Mariana estaba muy feliz.

Justo cuando Mariana se sentaba, Pedro empujaba a Isidro a entrar.

Al verlos, Margarita se ponía de pie apresuradamente, -¿Habéis vuelto?-

-Mamá- Isidro la saludaba.

-¿Por qué no veo a Fernanda?- Al ver a Isidro regresar solo, Margarita se preocupaba un poco.

¿No era por Manuel que Fernanda no se atrevía a volver?

Pedro explicaba, -Ella contesta el teléfono afuera, entra después.-

Isidro miraba a Mariana, frunciendo levemente el ceño, -¿Hay invitados en casa?-

-Sí, esta es la novia de Manuel, que viene hoy por primera vez.- Margarita la presentaba con una sonrisa.

Mariana se levantaba rápidamente y decía obedientemente, -Buenos días, señor Isidro.-

Isidro no la miraba, -Estoy un poco incómodo, voy a descansar.-

No le gustaba mucho ver a los desconocidos.

Especialmente después del accidente.

Mariana estaba un poco avergonzada, pero todos no les importaba, y toda la atención estaba en Isidro.

Margarita decía, -Entonces vete a descansar, Acabo de concertar una cita con el médico hoy para examinarte.-

Pedro empujaba a Isidro y Victoria lo seguía, ella podía sentir que Isidro todavía estaba descontento, llamándolo estos dos últimos días, pero él no quería recogerlo.

Por supuesto que debía compensar los errores de su hijo.

Fernanda seguía contestando el teléfono afuera, Alejandro la llamaba, -Fernanda, ¿dónde estás? ¿Cuándo volverás?-

-No voy a volver por ahora.-

-¡Será mejor que regreses! ¡Mamá te está buscando por todas partes!-

Mariana estaba pelando la fruta, y después de cortarla, se la entregaba a Manuel, -¿Quieres Comer?-

Por la forma en que se llevaban los dos, Fernanda podía estar segura de que llevaban muchos tiempos juntos.

Era más largo que cuando rompía con Manuel.

Tenía que aceptar que era traicionada sin duda.

Creía que cuando Manuel todavía era su novio, había seguido a Mariana de regreso a casa y Rosalía lo consideraba su yerno.

Y ahora Mariana seguía a Manuel a casa, estaba claro lo que significaba.

Solo Manuel y Mariana estaban en la sala, Sergio y Margarita estaban ocupados con sus propios asuntos.

Al ver entrar a Fernanda, Mariana inmediatamente se ponía de pie sorprendida, -¡Fernanda!-

Fernanda miraba a Mariana sin moverse.

Mariana ya se había acercado, -¿Qué haces aquí? ¿Es el lugar donde deberías estar? ¿Sabes dónde estás?-

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