Mi cariño de 18 años romance Capítulo 29

Su gran palma estaba caliente, Fernanda tomaba su mano, -¿Realmente no necesito hacer nada?-

-Ser obediente es suficiente.-

-Vale.-

Fernanda e Isidro no salían de la habitación hasta que era la hora de comer.

Empujaba a Isidro al restaurante y se sentaba, y Mariana seguía a Manuel.

Frente a la gente de la familia Rivero, Mariana trataba de mostrar un aspecto amable y saludaba a Isidro, -Hola, Isidro.-

Isidro respondía con indiferencia.

Cogía la toalla caliente de la mesa y estaba ayudando a Fernanda a secarse las manos, la escena frente a Mariana la confundía un poco, sabía que Isidro era el tío de Manuel, ¡pero Fernanda estaba demasiada cerca de él!

Era como una pareja.

Mariana sonreía y le decía a Isidro, -Soy Mariana, la compañera de Fernanda, somos buenas amigas en la escuela.-

Al escuchar que era la compañera de Fernanda, Isidro finalmente levantaba la cabeza y miraba a Mariana, -¿Una buena amiga?-

Mariana decía, -Sí, Fernanda solía ir a mi casa a menudo, ¿verdad, Fernanda?-

Ella decía, pasando el tema a Fernanda.

Fernanda miraba la cara de Mariana que sonreía, y tenía que admitir que Mariana tenía una cara muy amable, sumado a su talento natural de actuación, haría que la gente pensara que era una buena persona.

Fernanda era engañada por ella antes.

Mariana era muy buena con ella en ese momento, Fernanda pensaba que había conocido a una amiga íntima, y ahora parecía que en los ojos de Mariana, ella era solo una excusa para se acercaba a Manuel.

Ahora, deliberadamente decía que tenía una buena relación consiga, ¡debía por el mismo propósito!

Fernanda decía, -Sí, éramos amigos antes.-

¿Por qué?

Estos eran los familiares de Manuel, pero parecía que eran más parciales a Fernanda.

Mariana pensaba que esta situación era increíble.

Margarita decía, -Fernanda ahora es tu tía, no importa cómo estés en desacuerdo con ella, ¡ella también es tu progenitora! No puedes acosarla más, ¿lo has entendido?-

La palabra “tía” sonaba increíble.

Manuel miraba a Fernanda, y cada vez que escuchaba esta palabra, sentía como si lo hubieran apuñalado con una aguja.

Fernanda se sentaba junta a Isidro, comiendo tranquilamente sin hablar.

Recién Mariana se daba cuenta de la situación, ¡Fernanda resultaba ser la tía de Manuel!

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