Mi cariño de 18 años romance Capítulo 57

Fernanda abrió la puerta de vidrio para entrar, se encontró que ya había una docena de compañeros, no había muchos chicos, tres o cuatro que estaban juntos jugando a Leyendas y Historias.

Todas las chicas estaban acopladas alrededor de Mariana, viéndola actuar.

-Oye, es Fernanda.- Justo estaban hablando de ella y apareció Fernanda. Entonces los ojos de las chicas se enfocaron hacia la recién llegada.

Sin embargo, cuando vieron a Fernanda, todos se quedaron atónitos.

La ropa que llevaba Fernanda se la compró Victoria ayer, y dio la casualidad de que coincidía con la prenda que llevaba Mariana. No solo la marca, sino que el estilo era exactamente el mismo.

Fernanda era un poco más alta que Mariana, tenía buenas proporciones y era más delgada… La misma prenda parecía más bonita en Fernanda que en Mariana.

Como Fernanda usualmente se ponía ropa muy ordinaria, nadie le prestaba atención. Entonces pensaban que Mariana era más guapa. Pero en esa comparación, notaron que Fernanda era más bella que Marina.

Coincidir en look no era terrible, pero la vergüenza se lo llevaba la más fea.

Además, acababan de comentar sobre la situación de la familia de Fernanda, Mariana dijo que las condiciones en la casa de Fernanda eran malas, pero ahora Fernanda había llegado con ropa tan cara. Eso le había hecho quedar mal a Marina.

Incluso los chicos que estaban jugando a Leyendas y Historias en un lado no podían evitar mirarla. Siempre habían tratado a Mariana como una diosa, y no se habían esperado que Fernanda se convirtiera en una hermosura después de arreglarse un poco.

Fernanda también se dio cuenta de que llevaba la misma ropa que Mariana, de haberlo sabido antes, no se lo habría puesto. Pero ahora que ya estaba allí, no iba a regresar a casa para cambiarse de ropa.

Al ver que todos la miraban, sonrió, -No llego tarde, ¿verdad?-

-¡No, no, el profesor Mario aún no ha venido!- Se acordó que la hora de la cena era a las seis, todos tenían miedo de los atascos, así que vinieron un poco antes.

Jelena se acercó, -¡Ven y siéntate! Hay un lugar aquí.-

En esa tienda solo estaban ellos, lo habían reservado con antelación, por lo que había muchos sitios para sentarse.

Mariana estaba sentada allí, mirando a Fernanda, estaba tan enojada que echaba humo.

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