-No tienes que agradecerme.- Dijo Victoria, -¡Si quieres, da las gracias a él!-
Ella miró a Isidro, debido a que él creía en Fernanda, por lo que otras estaban dispuestos a creerla.
La mirada de Fernanda se posó en Isidro, pero no le dio las gracias.
Isidro dejó Mariana venir aquí y obviamente no le creyó. Si no fuera por Victoria que estaba dispuesta a apoyarla, si no fuera por la grabación, ¡no sabía cómo terminaría hoy!
Pensando en esto, Fernanda se enojó, por lo que ignoró a Isidro y se fue.
Isidro se quedó sin palabras.
Fernanda fue al baño, se lavó la cara y se miró en el espejo con ganas de llorar. Aunque el resultado fue bueno, Mariana tenía demasiados malos pensamientos, y con Manuel ayudándola en secreto, Fernanda realmente se sintió triste.
Especialmente esas dos personas ocupaban un parte muy importante en su corazón en el pasado.
Esa doble traición fue un choque muy fuerte para ella.
- Fernanda, ven aquí, tengo algo que decirte.-
Tan pronto como Fernanda salió del baño, Victoria la llamó.
Fernanda se quedó un rato, siguió a Victoria y entró en el comedor.
Victoria se sentó al lado del comedor y Fernanda se acercó,- Hermana, ¿qué pasa?-
Aunque Victoria era amable en casa, había cultivado un fuerte carácter desde el trabajo.
Por lo que cuando Victoria hablaba con Fernanda sola así, la chica todavía estaba un poco nerviosa.
¿Podría ser que lo que acababa de pasar, todavía no había terminado?
Victoria vio que Fernanda estaba tan nerviosa que se rió,- Siéntate, no estás tan nerviosa, no estoy aquí para darte lección.-
Debía saber que ella solía ser amable en casa, pero hoy de repente se puso seria frente a Mariana.
- ¿Qué?- Fernanda miró a Victoria con desconcierto, -¿Qué asunto?-
Al ver que Fernanda no entendía su insinuación, Victoria estaba muy ansiosa, -¿si ya hacéis algo para tener un bebé?-
Fernanda estaba comiendo y casi se atragantó al escuchar sus palabras.
¿Por qué preguntó esto de repente?
¡Ella todavía era un niña!
Victoria le dio una palmada en la espalda,- No te emociones, dime la verdad-
Victoria estaba muy preocupada por la condición física de Isidro. Ella no podía comunicarse con Isidro, por eso solo podía preguntar a Fernanda.
Al verla tan seria, Fernanda tuvo que satisfacer su curiosidad,- Todavía no.-
Aunque Fernanda sabía que este asunto no era bueno para Isidro. Sin embargo, Isidro no quería tocar su cuerpo, lo que la relajó.
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