Mi cariño de 18 años romance Capítulo 72

Isidro miró a la tontita Fernanda en voz suave, -¿Quién la creyó?-

-¿La dejaste que viniera, no fue porque quisieras que me acusara?-

Si no hubiera sido ella quien reveló el verdadero rostro de Mariana a tiempo, tal vez ¡Isidro la habría creído!

Isidro la miró quejándose, suspendió y luego se echó a reír. La risa fue tan cálida como el sol del invierno filtrándose en su corazón, -¿Soy tan estúpido?-

-¿No es así?- Fernanda lo miró con amargura.

-Por supuesto que no. ¿Si no le hubiera pedido que venga, cómo yo habría darla una lección? y en el futuro, todavía te molestaría.-

Después de escuchar su explicación, Fernanda finalmente entendió, -Entonces, ¿hiceste todo esto por mí?-

Isidro estiró un dedo y le carició la nariz, -¡No me he dado cuenta de que tengas genio!-

Cada movimiento de Fernanda de hoy no escapó de sus ojos.

Isidro también sabía que Fernanda lo había malentendido. Sabiendo el propósito verdadero de invitar a Mariana, la actitud de Fernanda se suavizó, -¡Fue porque yo tenía miedo!-

-¿de Mariana?-

-De que el Señor Isidro tan amable conmigo no creyera en mí para siempre.- Fernanda respiró hondo, con el tono deprimido, -No sé qué me pasa, siento como si me pertenecieras y solo pudieras confiar en mí. Si crees en otros, me vuelvo triste.-

El que ella lloró hoy no fue porque Mariana la calumniara, sino por Isidro. De repente pensó que si Isidro no la hubiera creído sino Manuel, qué haría ella entonces?

Tal aspecto de Fernanda ablandó el corazón de Isidro. Estiró su gran palma y le frotó la cabeza, -Levanta la cara, déjame besar.-

Aunque era verano, en la habitación con el aire acondicionado, ella temía que sus piernas se enfriaran.

Fernanda estaba en la cocina, y Victoria le entregó la medicina, -Tómala y persuade que Isidro la beba.-

-¿Estás segura?- Fernanda no podía soportar el olor de la medicina con solo olerla.

-¡La buena medicina es por supuesto amarga! ¿es un hombre adulto que teme a la amargura? Esta medicina fue recetada por un médico mayor con excelentes habilidades. He oído de que tiene muy buen efecto.- dijo solemnemente Victoria, -¡Adelante, recuerde persuadirlo para que la beba!-

-¡Yo lo intento!- no pudo arrependirse de lo que había prometido. Además, ¡también era beneficiosa para Isidro!

Pensando en esto, Fernanda llevó la medicina a la habitación.

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