Mi Chica Melifluo romance Capítulo 155

—¿Y qué?

Él resopló y pellizcó su cara.

—Hace unos días que te quitaste el collar y quiero verte con el collar esta noche.

Dulce asintió apresuradamente.

—Masajea mi cabeza.

Sólo entonces soltó su mano y volvió a cerrar los ojos, dando un largo suspiro.

Dulce retiró rápidamente su mano. Levantó tranquilamente la vista y descubrió que Alberto ya estaba borracho. Olía a alcohol y él estaba malhumorado.

«No debería haber venido, pero ahora tampoco me deja salir.»

Vio que su respiración se calmaba y dijo:

—Tengo que trabajar esta tarde, así que, si no vuelves a la oficina ahora, yo iré primero.

—Si quieres que sf siga funcionando, sé una buena chica y te dejaré unos días más.

Él se quedó en silencio un momento, y de repente volvió a abrir los ojos y la miró con frialdad.

Dulce entró en pánico y se agarró al sofá de cuero, diciendo:

—Si te atreves a hacer eso, voy a...

—¿Qué?

Él se río y la miró con frialdad.

—Voy a darte un masaje.

Inmediatamente, ella levantó su mano y la apretó contra su cuero cabelludo.

—¿Vamos por el camino equivocado?

Luna dio un paso atrás y vio claramente a la persona que estaba en el sofá y su cara se volvió sombría de repente.

—¿Quién es...?

Sin embargo, Carmen no la reconoció. Llevaba una cola de caballo y su cara sin maquillaje estaba cubierta de sudor. Además, llevaba ropa muy barata comprada en el mercado nocturno.

—Debe ser la empleada de su empresa. Vale. Puedes regresar ahora. No tienes que ocuparte de él.

Luna se acercó y frunció los ceños, mirando fríamente a Dulce.

Dulce estaba ansiosa por irse, pero en cuanto se levantó, no sólo se le entumecieron los pies, sino que la esquina de su falda seguía agarrada a la mano de Alberto.

—Señor Moreno, Luna está aquí. Tengo que volver al trabajo.

Dulce se tiró de la esquina de la falda y llamó a Alberto de forma deprimida.

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