Mi Esposa Astuta romance Capítulo 106

Camila llegó a decir que ella y Lorenzo estaban legalmente casados.

Decana Palacio se levantó bruscamente y miró a Camila con sorpresa. ¿Qué le había dicho a Dídac hace un momento?

—El Sr. Cambeiro no sólo es estratégico en los negocios e incluso en el matrimonio, también es muy sabio. Camila, el amor por sí solo no funciona, los hombres son opcionales, pueden ser utilizados como un condimento cuando no tienes nada que hacer en su tiempo libre, pero la carrera sigue siendo el foco principal.

Dídac elogió a Lorenzo por su buena vista. Los que eran muy respetados no se interesaban por los chismes.

—...

Decana Palacio se quedó sin palabras por otro momento.

—Camila, pon a Yenenia al teléfono.

Dídac le pidió a Camila que le pasara el teléfono a Yesenia, y Camila le entregó el teléfono al casi aturdido Decana Palacio.

—Decana Palacio, ahora estos chismosos serán tratados lo más pronto posible, no causen efectos adversos, y mucho menos deja que alguien interfiera con Camila, ¿me escuchas?

Dídac terminó su conversación con Camila y volvió a convertirse en el majestuoso director de La Escuela de Medicina de Capttar.

—No te preocupes, Dídac, me encargaré de ello.

Yesenia no se atrevió a dudar y contestó a toda prisa. Tardó un rato en colgar el teléfono antes de recuperar el ánimo, las cosas eran tan repentinas que no podía pensar en nada. Para ordenar toda la información, necesitaba calmarse y necesitaba tiempo.

Yesenia miró a Camila durante mucho tiempo. Había comprobado los detalles de esta chica. Había sido enviada a la tierra bárbara por su propio padre, y no había sido traída de vuelta durante mucho tiempo. ¿Qué había en ella para que Lorenzo se casara con ella y el director quisiera que fuera su alumna?

¿Cómo se casó Lorenzo con Camila?

—Camila, has dicho que Lorenzo es tu marido legal, pero se ha dicho que tu marido es un enfermo terminal y brutal, ¿qué está pasando?

Yesenia sentía que no podía entenderse a sí misma por más que Camila lo explicara,.

—Decana Palacio, mi situación no es difícil de entender. Todo el mundo sabe que me casé con una finca privada en sustitución de alguien, lo único que quizá no sepas es que el propietario masculino de la finca privada es Lorenzo.

Camila se enfrentó directamente a la pregunta de Amara, con la mirada firme.

El cerebro de Yesenia zumbaba mientras escuchaba las palabras de Camila, el dueño de la finca privada, el hombre del que se rumoreaba que tenía una enfermedad terminal y brutal era Lorenzo...

—Camila, es demasiado impactante para mí. Las cosas tienen que ser explicadas por ambas partes. Ya que eres tan inflexible, diciendo que Lorenzo es tu marido legal, tiene que haber pruebas. Llama a Lorenzo ahora mismo, pídele que venga, quiero preguntarle personalmente.

—De acuerdo.

Camila sacó su teléfono móvil e hizo una llamada a Lorenzo.

—Camila, ¿me echas de menos?

El teléfono sonó dos veces antes de ser contestado, y la voz grave de Lorenzo llegó a través del teléfono.

—Sr. Cambeiro, la decana Palacio quiere invitarle a la La Escuela de Medicina de Capttar, ¿tiene tiempo?

Los labios rojos de Camila se curvaron antes de hablar con solemnidad.

—¿Quiere reconocer formalmente que soy tu marido delante de Decana Palacio, Sra. Cambeiro?

—...

Era imposible que Lorenzo no estuviera al tanto de un asunto tan importante. La razón por la que no hizo ningún movimiento ni intervino fue que confiaba en Camila lo suficiente como para darle más espacio.

—¿Entonces vendrá, Sr. Cambeiro?

—De acuerdo, me pondré en camino.

...

Hacía mucho tiempo que no ocurría ninguna noticia importante en el Ameriart, por no hablar de la La Escuela de Medicina de Capttar. La noticia tuvo tanta repercusión que naturalmente atrajo a todos los compañeros y profesores de la escuela, y todos ellos se quedaron parados no muy lejos de la oficina de enseñanza, esperando los resultados finales de la investigación para ver cómo acabaría Camila.

Leila no podía irse. Debía ver el momento en que la reputación de Camila quedaba destrozada, y esta vez no había nada que Camila pudiera hacer si quería pasar página.

—¿Os habéis enterado? El despacho de profesores está muy silencioso ahora mismo, y hace un momento se oyó un vago sonido que venía de dentro, y parece que oí a Camila pedirle al señor Cambeiro que viniera.

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